ENGAÑO
ELECTORAL
Una
noche la incomunicación hundió sus llagas
en
los brazos de la festividad extranjera.
Ella
te pareció un plástico en botella;
una
noche la preparación nos legó masillas.
La
oscuridad luminosa te enseñó bragas
te
volviste a tocarla, extranjera.
Y un
líquido artificial que habita en la naturaleza
te
pegoteó a las sillas.
La
brea hundió la verdad y en las urnas declamaste
un
débil poderío celeste.
Allí
en la escuela la mañana pasó,
y
ahora lo contrario se hunde en mí
corazón
que no entiende lo que sufrí
en
los brazos de la festividad extranjera.
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