A Erika Stehli
Sobre La poeta y su novia actriz :
¿Qué es un poeta? Según la R.A.E. un poeta es aquella “persona que compone
obras poéticas y está dotada de las facultades necesarias para componerlas”.
Nos puede dar cierta gracia eso de hablar de “obras poéticas” y más aun eso de
estar dotado de “facultades necesarias”… ¿A qué poeta le interesa la obra, o las facultades que en su texto se presenten? Obviamente, me refiero al malditismo, a aquella vieja aristocracia
malévola y teatral que encarna muchas
veces a la verdadera poesía; la forma
en la que se encarne es otro problema… O, en todo caso, es un problema que no
toca a un, o a una poeta. Todo lo que
un poeta haga es poesía: una monografía, unos versos menores escritos de madrugada, un cuento, un ensayo, una
crónica, una nouvelle, una película:
sí sí, claro, Bresson, Pasolini…
¿Qué es una actriz? Mejor huir de
la R.A.E. para el
segundo párrafo. Una “mentirosa”, una “narcisista” una
fracasada”; algunas definiciones fuertes, violentas, poéticas que desliza la poeta para con la vocación de su novia. El Teatro y sus fisuras, la
televisión y sus deslices, aparecen en La
poeta y su novia actriz, como telón de fondo para exponer una relación tan
fuerte y violenta como tierna y sencilla. Pero el fondo, el marco, es lo
importante en esta obra de delicadeza artesanal y texto vital, compuesta y dirigida
por Patricio Abadi: el marco es el recuerdo, el reencuentro, el monólogo, el
diálogo.
Andrea, la actriz, una delicada y hermosa Umbra Colombo, conoce a Martina, la
poeta, en el conservatorio, en esa época en que los seres no son ni viejos, ni
adolescentes. Se enamoran, se enlazan en una pasión que comparten: el teatro textual no acartonado…Martina, la poeta, una bestial y desgarrada Laura
López Moyano, seduce y se deja seducir por la ternura feliz de Andrea. Martina,
salvaje, busca experimentar en su cuerpo todo aquello que le haga escribir: aun
al costo de componer textos no acordes para su amada. Es que claro: el amor no
es puramente textual, sino corporal, incluso puede ser teatral…Preguntas, poses, humor,
parodias, dramatismo, callejerismo, academicismo: nombres para apuntar el tejido de la obra.
La dirección de Patricio Abadi extrae
un cruce sentido y logrado entre dos grandes actrices que sobresalen en sus
papeles. Claro que en la obra es inevitable sentir atracción por la poeta maldita y carcomida. Ella logra
atraernos, quizás por su maldad gustosa o su esteticismo decadente. Pero, la
belleza vampira y sutil de la actriz también
está bien, incluso está muy bien y sus monólogos ácidos acerca de su paso
estelar por la t.v. venezolana son, además de divertidos, muy logrados.
¡Ah! Los vestuarios, el espacio
perfectamente aprovechado, las luces…Si una crítica o nota o crónica teatral
debiera valerse del resumen violento e injustificado, todo la anterior debería
penetrar aquí: vayan a ver La poeta y su
novia actriz…Yo, todavía pienso en por qué uno siempre se identifica con el
malo, con el artista, con el sufrido, con el irónico, con el ácido… ¿Serán
acaso las huellas de esa cosa exagerada llamada romanticismo?
Primeo fue lo femenino, luego, lo masculino. Maxi Bertfeld, reconocido productor de la escena Off,
creador del Con nombre propio
–femenino- ahora nos presenta a su homónimo masculino. Como un Godard invertido
aquí se fue de lo femenino a masculino, pero la esencia es la misma:
veremos a “cinco artistas, cantantes, compositores, con una misma búsqueda y un
nombre propio” que presentan su material.
Espectáculos de acá, estuvo en el
estreno el pasado ocho de mayo, y lo interesante fue ver cómo, a diferencia de
otros espectáculos, el estreno fue un show totalmente diferente a lo que luego
será el ciclo. La diferencia radicó en que el show fue una conjunción de los cinco artistas cantando y tocando
diversos instrumentos según la canción lo requiriera. Entonces, Con nombre propio comenzó con su
disolución en el nombre: el estreno fue un verdadero todo: mezcla perfecta de lo individual con lo colectivo.
El show fue
muy relajado y sentido. Fue una picada de lo que será luego cada show
individual. Fue una muestra de la calidad individual y colectiva de estos
artistas que provienen –todos- del mundo de la música y el teatro. Y muchas
veces olvidamos cuánto hay de teatro, de danza y demás, en la música pop, en el
rock o en la televisión: para bien o para mal.
Así, vimos
y oímos en el escenario, brillar con sus afinadas y perfectas voces a los cinco artistas: Felipe Forastiere,
Francisco Ruiz Barlett, Germán Barceló,
Emanuel Arias y Germán Tripel. Esos son sus nombres propios. Sí, Tripel el viejo Tripa, ex Mambrú. Para
escuchar cada nombre por separado hay
que ir a las sendas fechas individuales y… ¿Porqué no un cierre en conjunto al
terminar el ciclo? Esperemos pueda suceder. La noche se terminó con alegría y
festejos y hasta hubo canciones clásicas tales como “A rodar mi vida”, “Seguir
viviendo sin tu amor” o “me gusta ese
tajo”.
Vale la
pena disfrutar Con nombre propio, sea
en versión grupal o individual. La calidad no varía y el sonido de la sala de La Oreja Negra, es de una
calidad muy alta. En cierta numerología, el cinco,
es el número de la acción y la inquietud, de la fortuna, la magia y la
aventura. Quienes se aventuren no estarán defraudados por que siempre habrá
alguien que nos recuerda: “tengo nombre propio y te lo voy a decir”… Y decir, a
veces, equivale a hacer.
ambas por Ladislao Serrano para http://www.espectaculosdeaca.com.ar/