Publicada para La Gaceta Barrial, agosto de 2012.(versión entera)
La
Gaceta Barrial aprovechó un breve tiempo libre en la agenda
de la joven, pero experimentada banda florido-saavedrina. Arquitectos del Aire
(de ahora en adelante en la nota A.D.A.
Charlamos, entre mate y biscochos, con tres de sus cinco integrantes, tanto de su pasado como “Drugs and Love”, del
futuro, de la música y de la preparación de su primer EP y muchas cosas más. La banda, cuya base está hoy compuesta por Fausto
Aguirre, Federico Piñeiro, Juan Martin Altermir, Alex Greyner y Sebastián
Rodríguez Morell.
Hagamos una
genealogía de la banda, cuenten un poco el nacimiento, de dónde vienen los A.D.A.
FA: Es una
historia medio larga, se puede decir que en realidad A.D.A. pasó por muchas etapas. De hecho, a esta última
formación le pusimos el nombre porque
nos gustaba mucho y significaba el comienzo de una nueva etapa. También se
puede decir que esa nueva etapa comenzó inclusive antes de terminar con “Drugs
and Love”. Si bien esa banda tenía una esperanza de vida A.D.A. ya se estaba formando…
¿Cuánto de “Drugs and
Love” hay en A.D.A.?
FA: Creo que en
realidad hay muy poco. “Drugs and Love” era una banda con la que veníamos
tocando con varios de los integrantes actuales. Fue la etapa de gestación donde
nos conocimos el Rola (Federico Piñeiro), Seba (Sebastián Rodríguez Morell) y
yo. En el principio, fue solamente potencial, hasta que conocimos gente que se
fue sumando dándonos ayuda. Rola y Seba por ejemplo, empezaron grabándonos y
hoy son parte de la banda.
Es interesante ver en
esta banda, cómo la función de productor, ingeniero y músico no se diferencian
en absoluto.
FA: Justamente, es
algo exótico, porque las personas que entraron a laburar con la banda, en lo
que es ingeniería de sonido, grabación y demás, esa gente que se sumó para aplicarle seriedad al proyecto grabándonos,
fue la que terminó coincidiendo en A.D.A.
En realidad, es una cosa mucho menos forzada de lo que parece. La banda no se
armó, ya existía, pero nadie lo sabía.
FP: Yo me acuerdo
de algo como anécdota al paso. Cuando me integré, fue algo medio tímido, ellos
sonaban tan bien como trío, que fue algo progresivo, nada forzado. Todo
floreció naturalmente, desde la amistad.
Ya que fueron un poco
para el lado del sonido, ¿son muy celosos del audio ustedes?
FP: Recontra.
FA: Celosos al
punto de una búsqueda intensa del audio, sí. Ahora, yo personalmente, no soy de
los “Omar Rodríguez López”, que se esconden la cadena de pedales para que nadie
sepa lo que está haciendo con el audio. A mi me gusta que, tanto como yo tengo
esa cosa celosa por el audio, me gustaría o quisiera, que haya una búsqueda del
audio en general, en el sistema en que nos manejamos, con las bandas que nos
manejamos. Creo que nos falta un poco en la búsqueda del sonido, sobre todo en
la música under.
¿Estás refiriéndote a
la profesionalización de las bandas?
FA: No sé, hoy en
día, a que se le puede llamar “ser una
banda profesional”. Hay bandas que cuentan con un apoyo económico importante, y
sin embargo, cuando uno las va a ver en vivo, se queda con ganas de escuchar
algo serio. Pero sí, hay que tratar de buscar la semilla, algo nuevo que rompa
con todo lo demás.
Hablemos un poco de
la zona norte, además de tocar en la escena, algunos de ustedes viven allí.
¿Creen que faltan lugares para desarrollar la música en la zona? Bandas hay ¿no?
FP: Quizás falten
lugares, igualmente, no hay que irse a la posición cómoda. Faltan lugares y
también falta iniciativa por parte de las bandas de decir, bueno: yo quiero
esto, lo voy a hacer de este modo. El ejemplo que nosotros tratamos de manejar,
y el que más nos llega y tratamos de siempre respetar, es el de no pagar por
tocar. Queremos que el movimiento artístico generado sea algo y sirva para
algo, no que vaya a un bolsillo y ya.
FA: En realidad,
no sé si lo que faltan son lugares para tocar, porque si uno se mete en la
página de cultura de Vte. López, se va a encontrar con muchos lugares que están
habilitados para poder generar actividades culturales. ¿Pero qué pasa? No hay
iniciativa ni organización de parte de las bandas. Hoy en día, está como muy predispuesto el “yo
hice lo que pude, yo hago lo que puedo”. Y no es así, porque si uno se organiza
con sus compañeros de las otras agrupaciones, y quita de lado esa cosa
competitiva, y trata de allanar el camino desde lo under, hacia
todas esas organizaciones cuya única función es ponerte impuestos para tocar,
obligarte a tener que vender anticipadas y demás cosas que retrasan el crecimiento
de la música en el país y en toda sudamerica ; inclusive, hay muchas organizaciones
que se la juegan de música independiente y progre y terminan cobrándote 350 mangos para tocar. Si
uno pudiese, despejar el camino a todo eso, decir no, congregarnos entre todos
y buscar lugares competentes donde organizar actividades culturales, sería más fácil, porque lugares hay. Lo que falta es despertarse un poquito.
¿Ustedes piensan que
el cooperativismo musical es una salida? por ejemplo, lo que pasa en La plata con las bandas.
FA: Justamente, es una salida, pero comparar la zona norte con
la ciudad de La Plata es comparar dos cosas disímiles.
Claro que es verdad
que La Plata
tiene una tradición musical de más de treinta años…
Fa: Totalmente,
es como comparar Estados Unidos con Inglaterra, son dos formas distintas de
encarar el arte o la música en general. Ya en La Plata, tenés muchos más subsidios para todo lo que
sean carreras de arte en la universidad
o espacios culturales. En el caso de las bandas de La Plata por ejemplo: “El mató”
cuenta con el apoyo de una discográfica.
Pero Discos Laptra creo que la fundaron ellos…
FA: Sí, pero
tocan hace un montón, ya tienen mucho piso y cancha. Quizás, no sea el caso de
la mayoría de las bandas de Vte. Lopéz. Son todas bandas muy jóvenes, bandas
como Crisol tienen cuatro años. Nosotros tenemos cuatro años tocando. Recién se
está gestando un movimiento de música under en Vte. López.
¿Ahora están grabando
no?
FA: Recién
terminamos de grabar. Igual, nunca terminamos
realmente (risas). Estamos terminando algo y ya arrancamos con algo nuevo.
FP: Nunca
terminamos.
Creen que eso se debe a su estilo, a su forma de
encarar la música o es una parte propia: la obsesión por la perfección.
FP: No va por el camino de la obsesión, es algo
que realmente nos encanta. Y muchas veces vengo y la paso pésimo en el estudio,
porque no me salen las cosas o porque no quedo contento. Pero en el fondo, es
algo que te encanta y te da mucha vida
eso de sentarte a grabar con tus amigos, que son como hermanos…
FA: Te llena
muchísimo. Igual, dentro de la banda, hay algunos que somos muchísimo más
celosos en cuanto a la terminación de las composiciones que otros. Yo con Seba,
por ejemplo, suelo tener diferencias bastante fuertes en eso. Le veo otra cosa
a la grabación cruda, y él tiene posturas distintas. Todo lo mezcla Seba, y es
obvio que a cada uno le va a gustar que algo suene más paneado o tres, cuatro
milímetros distinto. Cada uno tiene un oído diferente. Pero, el que se dedica a
hacerlo es él, y lo respetamos porque hace un trabajo de la san puta.
Su música, si bien
sigue siendo muy melódica, hoy va más para el lado progresivo e instrumental. ¿Eso
es parte del crecimiento o lo relacionan con la búsqueda musical?
JMA: Tiene que
ver con el hecho de que cada uno de los cinco lleva una manija completamente
distinta de influencias bastante locas. Entonces, al tener todos, un
instrumento encima, mas allá de que la voz es otro bastante fundamental, la
pasamos bomba zapando y viendo qué se crea en el momento. Igualmente, sí
reconozco que A.D.A. tiene un corte más
instrumental que “Drugs And love”, que tenía un formato más de canción formal.
Acá se explotan cosas como Standards de jazz. Si bien “Drugs and Love” había
empezado como una banda jazzera, después tomó otro camino.
Claro, eso se ve
también en las letras: la lírica va despareciendo, ya sea volviéndose frases o tomando
formas más herméticas.
FA: Creo que “Drugs
and Love” era un grupo que apuntaba a romper un poco con la estructura, pero
del lado completamente de adentro. Trataba de romper la estructura dentro de la
canción, apuntaba a que la gente pueda
entender que es posible hacer música dentro del formato canción. Creo que
necesitábamos la canción, en ese momento, para poder entendernos a nosotros mismos.
Ahora, creo que A.D.A. es, comparado
con eso: la liberación de los instrumentos.
Eso apunta a llegar a
un más allá del pop”…
FA: Hay restos de pop en “Arquitectos”, y también había restos
progresivos antes. Creo que esto es, no sólo la maduración, sino, como dije
antes: la liberación de los instrumentos. Es empezar a entender un poco que, el
que toca el bajo es mi compañero, no yo. Lo que toque el va a ser quinientas
veces mejor que aquello que yo puedo tener en la cabeza. A partir de este
pensamiento es que nace una banda horizontal. Una banda en la cual todos
tenemos parte, tanto en la composición como en los arreglos, donde todos vamos
a poder opinar y todos vamos a poder cambiar, si estamos de acuerdo, lo que
sea. Incluso, si alguno de nosotros cree que la interpretación de alguien no
está aproximada, se lo decimos, no tiene que haber ningún problema. Luego, él
decidirá si tiene ganas de seguir tocando eso o de tocar otra cosa.
Todo un rasgo de
madurez…
FA: Aprender a aceptar
lo que toca el otro y no sólo eso, sino, disfrutar del ceder. Todos somos parte
de una banda. No va mas eso de: “vos ya soleaste mucho, y ahora me toca a mi”.
No, eso ya pasó.
Vamos a la
composición. ¿Son de los que creen en la
inspiración, en los llamados de las musas o siempre se los encuentra en la sala
de ensayo?
FA: Y sí,
digamos, la inspiración existe, pero es un poco y un poco, me parece. La
inspiración es totalmente real. Pero, si te agarra cagando en el baño, no vas a
poder hacer nada (risas). Tenés que esperar la inspiración mientras estás
laburando en lo tuyo, no leyendo el diario o jugando a la pelota. Si estás
jugando a la pelota, vas a meter un golazo, pero no va a ser productivo para la
música o el arte en ese momento. Es el trabajo del músico y del compositor. La
inspiración te tiene que agarrar laburando.
Las influencias son
variadas por lo que anduve investigando…
JMA: Por mi lado,
mucho rock progresivo y cuatro años en un instituto de jazz, del hijo de Walter
Malosetti. Años aprendiendo jazz clásico, y bueno, después conocí a estas
bestias, que me traen un Moog, me proponen tocar dubstep y me obligan a laburar
cosas nuevas.
Siento mucho Charly García, de la época en que
tocaba con trecientos teclados, también sé que les gustan cosas disímiles:
desde el pop francés hasta Alejandro Sanz…
FP: Una melodía
es algo que te puede llegar desde cualquier tipo de género y de artista. Una
linda melodía es realmente lo que a mí me mueve, mas allá de quien, de como o de
cuando.
FA: Uno se puede
encontrar melodías maravillosas en la cumbia villera y eso hay que darlo por
sentado. No podemos seguir con eso de que el que escucha cumbia es un negro de
mierda. Escucho “La maquina de hacer pájaros” y me vuelan la cabeza sus
melodías, pero también escucho “tu y yo a la fiesta” y también me vuelve loco.
No a todos en la banda les gusta, pero bueno, la música es música. Dejamos de
lado eso de pensar para qué componemos, no pensamos a qué nos dirigimos,
simplemente sabemos que lo que vamos a tocar va a funcionar, tenemos la
seguridad de eso porque estamos seguros como grupo humano. El estilo se va
formando en el camino, no tenemos miedo de ver cómo va a encajar eso, sabemos
que va a encajar.
¿Hoy cómo se sienten
como banda?
JMA: No muy
distinto a cuando empezamos, pero la seguridad se va desarrollando cada vez
más. Se nota mucho en las zapadas, en las composiciones; va todo como por un
tubo, muy aceitado. Hoy en día, es más fácil decirnos las cosas a la cara.
FP: Ya es una
relación de hermandad. Si bien a veces se discute fuerte, hay una buena separación entre lo personal y
lo que es el proyecto profesional-artístico, viendo el profesionalismo como un dedicar la vida a. A mí, siempre me
interesó el grupo humano, atrás de la actividad, poder estar cómodos, poder
reír, poder estar con cara de culo, pero realmente estar juntos.
FA: En realidad,
eso es lo que va a decir al público y a los músicos cuánto va a durar la banda.
Hoy veo dos caminos para A.D.A, y
ninguno es malo. Uno, es que con suerte, el día de mañana alguien nos sostenga
económicamente y nos dediquemos a grabar, a ensayar y a tocar en vivo. Esa es
la vida de lanzar discos y de negociar con las discográficas y toda la
bola. El otro camino, es el que recorren
la mayoría de las bandas independientes, que consiste en tocar diez años hasta
que te den bola, y tampoco lo veo como algo malo.
FP: Es que cuando
fundás un hermoso grupo, cualquier tipo de alternativa viene bien, ya que estás
haciendo lo que querés con las personas que querés y vivís el ahora, de una
manera positiva. El camino que puedas tomar pasa a ser secundario.
¿Queda mucho por
experimentar como músicos?
FA: No tenemos ni
idea. Al no tener limitaciones como banda, al no tener miedos entre nosotros
mismos, tampoco sabemos dónde pueden llegar a parar las canciones que
componemos. Y no sabemos cuál es el potencial de la persona que tenemos al
lado. La verdad es que nos potenciamos mucho entre nosotros, y creo que no hay
limitaciones.
¿Qué debería contener
el manifiesto de Arquitectura del aire?
FA: Hay un
concepto, pero es leve. Al no tener el material terminado, no podemos mandar
algo desde la nada. Cuando esté listo, la gente va a poder sentirlo por si misma. Más allá de todo,
el mensaje que transmitimos es que nosotros disfrutamos de la música y de ser
músicos. Y está bueno pensar que no estamos en Inglaterra, y ser músico es un
laburo, es algo que el under tiene que aprender. Primero y principal –esto
puede sonar anarco- debemos cortar con cierta autoridad que nosotros mismos
generamos. Es decir, el under mismo genera circuitos de dinero que no vuelven a
las bandas.
FP: Sí, también
existe ese discurso de dueño de lugar que dice: “si no te gusta no toques,
tengo siete bandas atrás”. Eso me parece muy neoliberal.
Paradójicamente en los
noventa, el mainstream musical creció a pasos agigantados en la Argentina, y se formó un
nuevo establishment musical nacido de bandas que venden mucho. Hoy, ese mismo sistema no puede absorber otra
música…
FA: La cosa es
que así se polarizó todo. No conviene absorber otra cosa, debido a que es un
gran negocio. Y hoy, todo, absolutamente
todo el arte depende del establishment y no conviene, a éste, promover
actividades culturales. Por eso están de moda los festivales: porque es lo que sirve.
Es decir, la dirección cultural, hoy en día, del Estado o el Gobierno x o una
empresa, son los festivales. Se juntan treinta bandas de primer nivel un sólo
día al año, y el resto de los días no pasa nada. Vas un día y después no vas
más a ninguna cosa. No existen las actividades culturales sino los festivales.
Si Artic Monkeys tocara en el teatro La
Cova en Olivos, la vieja de barrio iría a ver a los Artic
Monkeys.
Para terminar: ¿Qué
va a encontrar la gente en el primer EP
de Arquitectos del Aire?
FP: Va a encontrar
variedad, va a encontrar concepto, va a encontrar un pequeño universo de muchas
cositas muy lindas. Creo también, que algunos pasajes van a exigir atención en
la escucha, pero hablando en un castellano simple y sin metaforizar: no más de
lo que se puede exigir a alguien que le gusta escuchar música. No es esa
música, que por ser progresiva, es pura y meramente para que la escuchen los
músicos. No va a haber solos de clarinete de catorce minutos.
FA: El EP es un
lugar donde la gente se va a encontrar con todo, pero cada uno va a tener que
ordenarlo. Dentro de cada canción, va a haber mucha música con arreglos
diferentes. Cada canción es distinta. Van a encontrar que hay pop, cosas muy
progresivas, así como muchas imágenes. También, hay pequeña suites a modo de
separador, en formato canción, pero muy pequeñas. Me parece que A.D.A. se remite a eso, a no entregar
las cosas hechas, sino al hecho de que cada uno vaya descubriendo y ordenando
todo.
FP: Invita a no
fomentar la escucha pasiva, a interactuar y pasear. Y también a disfrutar de lo
muy simple y lo súper complejo y
descubrir así que, el hecho de que una canción tenga catorce partes no la hace
mejor.
Realizada por
Ladislao Serrano el miércoles 18 de julio de 2012.