martes, 29 de enero de 2013

Lavados ya



Lavados ya los platos
Comidas ya las uvas.

¿Esto es odio acaso?
Cuando digo odio o pienso en cómo se oirá el odio
pienso en odio o en una artificial forma vocal:
O digo: aversión.
O pienso: antipatía.


Antí-patíbulos…
Si hubiera más bulos
O algún amigo con bulo
No me preocuparía por el Odio o el Oído.
El deseo del mal podría ser el desuso del mal.

Peleados ya los amigos
Insultados ya enemigos.

¿Qué escucho acaso?
Me extraña la pelea vulgar.

Y es culpa del yo, de mi…
Hay tantos yo
que el odio parece sonar cada vez más difuso,
cada vez más blanco de claridad
A la vez.

Atontado ya conmigo con el yo o el mí:
Enemigos.


¿No es posible acaso odiar,
odiar uno
odiar el no
Saber escuchar
Cuándo parar?
El día que sepa hacer silencio…

El día cerca ya.
Esperemos.
Al sonido ¡ah!
Yo es nos.

Odios…
Oh Dios…
Cuando alguien se va enojado
Cuando los amigos se enojan
Y uno no se enoja…
¿eso es yo o mi o suena el silencio u
Odio o
Acaso: lo grave,
Odio?

enero, 2013



sábado, 19 de enero de 2013

¿POEMA?

Si ustedes supieran el gusto que tengo en los ojos,

la vista que tengo en la lengua,

el olor que tocan mis dedos

si ustedes,

pedazos de carne,

pedazos de amor,
mis pedazos de Nogales
In-activos,
ustedes,

si supieran todo esto:

No Me Dejarian asi:

Tan feliz,

tan sol,o

tan estúpido,

tan enfermo y pensando acentos y profesores de secundaria....


No, si supieran,
no lo harían

viernes, 18 de enero de 2013

ACERCA DE ERIC MANDARINA



Para La Gaceta Barrial


En oposición al nombre de la columna, voy a referirme a un músico, no a una banda. Se trata del músico, cantante y compositor más fresco y frutal de la temporada: Eric Mandarina.
Una vez lo vi tocando la batería. Otra vez lo vi en alguna fiesta, con sus pelos rubios, y su ropa hermosa, barba rubia y pelo rubio. Pocas veces, lo ví, pocas o ninguna: afeitado. Otra vez lo vi en mi casa. Había venido a buscar un sintetizador casero, mejor dicho, un juego hecho sintetizador que yo no uso y que juzgando sus cualidades: el sabrá aprovecharlo mejor.Otra vez lo vi tocando en vivo empuñando su guitarra criolla, golpeándola suave, arpegiando el nylon, usando sus dos manos para generar ritmos hermosos y melodías simples, que cantan letras al estilo de:

Yo quisiera verte  jugar entre calles violetas /  y aterrizás en mis bolsillos/ para usar cuando no estés, dónde estés/ sueño unos días volviendo al tiempo / yo dibujando con tus dedos/ para vos, una salida a algún lugar/…

Pero claro, estas letras de apariencia simple, decoran poéticamente un tema que podría ser algo así como un amor barrial imposible y filósofico que culmina en el deseo de otro tiempo que es también imposible. Ya que, como reza un coro al final de la misma canción: Taraum/ tuparum/ taram/ turemperem. El sueño de otro tiempo se vuelve imposible: tarareo. Un hermoso tarareo una hermosa muestra de lenguaje puro al estilo
del Girondo masmedular. Eso, sin pensar en otras posibles y sustanciosas apreciaciones.
Las canciones que más me gustan de Eric Mandarina son las más herméticas, las que se tensan entre percusiones y capaz de guitarras: ¡y no sé cómo lo hace! Es que el golpe del pulgar en las cuerdas graves se va acoplando a la melodía algo más aguda. Galactífugo es una de las canciones que más me gustan, que más me seducen, de Eric Mandarina… ¿Cuál será su verdadero apellido?... No importa, no importa, importa que su técnica de guitarra, hace a uno sentir como si se estuviera escuchando dos o tres grandes guitarristas milongueros, de esos que acentúan la cadencia, de esos que tocan tan bien como cantan…La voz de Eric Mandarina es aguda, suave y con una buena cuota de medios. Me hubiese gustado un disco entre dos artistas de diferentes generaciones, diferentes gustos musicales y estilos, pero con un inconfundible talento
innato milonguero: Eric Mandarina y Osiris Rodríguez Castillos. Las desgracias se dan hasta en la imposibilidad lógica y temporal: el autor de La Galponera falleció en 1996.Es una pena.
También hay canciones instrumentales, con pianitos, más líneas de guitarra y algún que otro efecto sonoro. Eric Mandarina sabe controlarse, sabe elegir el espacio correcto y único para cantar. Es una alegría. También es recomendable al cien por cien que lo vean en vivo y en directo. Se estará presentando el 29 de Enero como invitado en el Centro Cultural Matienzo ( Matienzo 2424, esquina Av. Cabildo) de una fecha que tiene como principal protagonista a nuestros amigos Arquitectos Del Aire. Espero que puedan ir… A veces pienso que por cada palabra escrita acerca de la música, se pierde un tiempo valiosísimo de escucha musical. El colmo de la columna musical. En fin, si lo pueden disfrutar en vivo mejor: es muy seductor y en estos momentos se encuentra desarrollando un show nuevo en el que utiliza diversos artefactos: desde máquinas de escribir hasta radios, teléfonos o libros. Algo bastante renovador y seductor.  Es que es muy seductor…
El día que vino a casa a buscar el sintetizador, hacía algo así como 40 grados de temperatura. Se quedó tomando un mate un rato –que extrañamente estábamos tomando muy caliente- y luego se fue. Yo tenía que hacer algo y esperar a que viniesen unos tipos a colocar un toldo en casa. Le abrí la puerta y el salió en cueros con su bicicleta- siempre anda en bicicleta-; justo en ese momento llegaba la camioneta de los tipos del toldo. Fue un momento muy Mandarina, de una cotidianeidad similar a la que unos siente en sus recitales:
_ ¡Eh! ¿En bici con este calor?_. Dijo uno de los tipos. 
_ Sí_. Dijo Eric. Es que hay vientito y me gusta andar en bici.
_ Claro, aparte vos sos joven…Te mantenés en estado.
_ Me mantengo, tengo que largar un par de vicios y estoy bien.
Nos saludó y partió en su bicicleta. Me pareció ver la cara del tipo algo porosa
y anaranjada. Seguro el ya estaba sintiendo los efectos de una buena Mandarina.

Escuchen a Eric Mandarina acá: https://soundcloud.com/ericmandarina

Vean el video de Amanece Cotidiano en vivo aquí: http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=Wrf_3ityJ1c


L. Serrano, enero de 2013

SOBRE LOS 17 AÑOS DE PUERKOESPIN

Para La Gaceta Barrial, enero de 2013




Allá por 1996 en Boulogne, se formó, de mano de los Hermanos  Oviedo: Martín (voz) y  Mariano (bajo); los hermanos Cassettari, Maximiliano (batería) y Marcos (guitarra) y Martín Arzamendia en guitarra: Puerkoespin. Una banda que bien a tono como otras de la época supo influenciarse del Rock Radikal Vasco y del punk más clásico para transformar en música todos los problemas: sociales, históricos e individuales. Expresar algo como se pueda, expresar algo con adrenalina, con buena energía: aunque sea algo triste o algo complejo. Eso puede ser el motivo, la fuerza de Puerkoespin.
La banda fue asentándose, y tocando cada vez más. Esto confluyó en la edición de lo que fue su primer disco: Locuras Del Capital. Disco editado en el año 2001 por el sello español Discos Suicidas. Luego, vinieron las giras, el kilometraje, y en el 2003 un parate de tres años. Parate que ahora puede ser visto como una de las causas de la longevidad de la banda.
En el 2007 Puerko, como le dicen cariñosamente sus fans, volvió al ruedo. Tocando y tocando se fueron alineando nuevamente en la escena.
En 2009 salió el tercer disco de la banda, el sucesor del E.p. Desde el Dolor, del año 2003. Luchando Contra el Viento nos muestra a una banda que hace uso explícito del
artefacto ideológico político al que se siente pertenecer. Uso explícito sí, pero conciente y con gusto poco burdo, o, en todo caso lejano de cualquier silviorrodriguismo espantoso: Puerkoespin en este disco es directo, poderoso y extrañamente armonioso. El disco suena bien y trae todas las letras. Ideal para el disfrute de esos seres tan poco punks –como yo- que adoran los discos, los cds y cassettes de cualquier estilo.
Esta presentación formal –en sí- no tiene sentido. Cumple el objetivo de llenar espacio.
Ahora sí, lo que queríamos reseñar. El 25 de Noviembre de 2012, en Gier Music Club,
Puerkoespin brindó un mítico recital. Esa fecha fue la excusa para festejar sus 17 años de música. Comenzaron puntuales y  tempraneros. Martín Oviedo bromeaba luego en los camarines: “ya estamos grandes”. Pero no se notó que estaban grandes. Se despacharon con fuerza y  con solidez en un set que tocó todas y cada una de sus canciones.
Desde el tema más brutal y rápido hasta las canciones maduras y redondas del último disco. Las voces sonaron bien y ningún instrumento enflaqueció. Utilizaron bloques que enganchaban cada tema como si cada bloque fuese una única bola de punk. Fue un show emotivo. Hubo viejos pogueros que se animaron a  golpearse al tiempo que coreaban algún verso de Puerko, de esos que dan para cantar a los gritos alzando la mano según el ritmo; aunque sea un verso terrible, una tremenda verdad: “Latinoamérica es sólo un supermercado/ ¡Colonizar!/ ¡Exterminar!/ ¡Nueva Era!/ Miseria a destajo en América Latina/”…
Hubo millares de invitados que se sumaron a la banda y disfrutaron, al tiempo que lo brindaban, de un show apasionado y sentimental. La banda actual está compuesta por Martín Oviedo y Mariano Oviedo, en voz y bajo respectivamente, El Murcia Guerci en guitarra, Martín Arzamendia en guitarra y Fernando Elhelou en batería. Luego, fueron desfilando: El Ogro, de Ley del Buey, Tony Banegas y Diego Maggio, de Asesinos Cereales, y, Gastón y El Maca de Los Superladrones.
Ya desde el comienzo con Oremos, todo prometía ser inolvidable. Se fueron sucediendo las canciones. Aroma Infinito, Luchando contra el viento, Que explote todo, entre otras, hasta cerrar con Desde el dolor. Seguro que 17 años no es nada, y como dijo Martín Oviedo luego del recital: “ahora la idea es disfrutar y cantar para nosotros”. Vendrá más Puerkoespin, o, por lo menos saludables dosis para el disfrute, cada tanto, de un buen pinchazo de punk rock.

Pueden ver el video de Luchando Contra el viento aquí: http://www.youtube.com/watch?v=wM_ldbhWgF8

La página de Puerkoespin, donde también pueden escuchar su música, es la siguiente: http://www.puerkoespin.com.ar/index.php


L. Serrano.


ENTREVISTA A ESKUOTERS

Para La Gaceta Barrial, Diciembre de 2012



Entrevista a  Eskuoters  realizada en Olivos por La Gaceta Barrial a fines del mes de noviembre.

Eskuoters, (ocupas en vasco) legendaria banda Punk zonal, se reunió con La Gaceta Barrial en una pizzería de olivos para charlar de lo que fue un activo 2012,  y de lo que vendrá en el 2013. La banda, nacida en 1997 en Munro, supo tener diversos vaivenes para terminar afincándose luego de años y más de una veintena de músicos en una formación estable. Los Eskuoters versión 2012 se componen de Gabi Álvarez (batería), los hermanos Jon y Alan Rust (primera y segunda guitarra respectivamente), Adrián Attianese (bajo), Luis Donadío (voz) y su querido sonidista,  Fer Bola de Fuego. Este año, entre otras tareas, los encontró participando en un disco compilado por su sello Mala Difusión. Actualmente, están terminando de grabar lo que será  su primer disco, sin contar las participaciones en compilados.
Entre cervezas y brindis por la libertad, el grabador captó una animada y larga charla con el cantante Luis Donadío y el bajista Adrián Attianese, miembros ya antiguos de la banda. (L y A, abreviados de ahora en adelante en la entrevista).Los Eskuoters, tienen mucho para dar aún y les ofrecemos la charla, algo de su historia y sus posturas a continuación:
Nacidos en los noventas y atravesados por el dos mil y la crisis, hoy: ¿a qué le canta Eskuoters? O mejor dicho, ¿Contra qué canta hoy Eskuoters?
L: Sí, pasamos el 2001 a los ponchazos…Eskuoters le canta a la vida, a cuestiones políticas y sociales, a los amigos, a la familia, a los hijos, a muchas cosas. El 2001 me agarró un poco como el culo. Estuve dos años fuera del país y armé la banda afuera, en México…Pero, la banda ya existía, se formó acá, en Munro. Él todavía no era parte. Entró en el 2005, y yo volví de México en el 2003. El tema fue que yo trabajaba para una compañía  discográfica europea y cuando vino la crisis me dijeron: “te mantenemos el puesto, dentro de Latinoamérica”.Me fui a laburar a México, y  lo que iban a ser dos meses en el D.F. se volvieron dos años…
¿Cómo se mantiene mental y espiritualmente una banda durante tanto tiempo y sin faltar a sus principios? ¿El crecer modifica el abordaje musical en su caso?
L: Hablando por mí, Eskuoters se mantiene porque soy un enano rompe pelotas. Muchas veces quiero patear el tablero, pero seguimos adelante. Pasaron veintiséis músicos. Y tengo esas cosas… Yo soy tornero y escribo en el torno, y escribo con una melodía y lo llamo a este y le digo: esto es así y asá. Con el me entiendo mucho. Antes, había tipos con los que no me entendía… Hay mucho de eso, de seguir adelante, pelear, y no bajar los brazos. Puede haber shows en los que hay cinco personas totalmente acaloradas de pasión, puede haber otros con treinta personas y son más apagados, y a veces en un ensayo somos nosotros cinco y explotamos. Lo que me interesa es la energía. Aparte, cada uno tiene sus mambos y rollos, entonces ir una vez por semana a la sala a descargarse nos mantiene a tope.
 En cuanto a lo musical, la cosa cambió con los nuevos integrantes, al igual que las letras. No es lo mismo. Antes tocaba la guitarra yo, y  todo se basaba en una base muy mía- muy eskorbuto-: no había punteo ni nada. Me tomaba un LSD y salía con un tul de bailarina, en pelotas en el medio de Arpegio (Risas). Ahora  les muestro algo, y ellos lo transforman…
A: Imagináte que él (Luis) pasó por muchos procesos y así lo plasmó en la música.
Ahora el pasa por otro  momento en las letras, digamos, y nosotros por otro proceso en la música. Lo bueno es que nos podemos entender. Ese laburo en conjunto de los últimos años, entre música y letra, que se va modificando, se palpa en las canciones nuevas.
L: Hay como una amalgama entre la gente…
Lo importante es que se logre con naturalidad…
L: Claro, y que se sepa que yo soy el líder…(Risas).
A: La cosa es democrática de arriba hacía abajo.
L: Muy arriba no puedo. Mirándolo hoy, y habiendo trabajado con muchos músicos, me doy cuenta, que los chicos de la banda, más allá de que tenemos en común mucha música, tienen otra onda, son más heavy. Es diferente, eso está bueno.
A: Claro antes era todo mucho más cerrado…
L: En el primer recital de La Polla Records, no había mucha gente. Había cien personas y contando la banda soporte. Ahora está bueno, se enriqueció mucho, se labura mucho. Hoy en día hay más apertura. Nos causaba  gracia, y a la vez, nos sorprendía, cuando le dijimos a Gerar, de Vantroi, una banda mexicana amiga: ¿te copás a grabar un tema? El dijo “sí, mandáme el audio”. Bueno, le mando la pista, y el tipo lo mezcla con el bajista de Reincidentes, quien  le estaba produciendo el disco a ellos, y bueno: graba la voz de él y mezcla lo que habíamos tocado nosotros. Cuando me lo manda, era un sábado a la mañana  y yo estaba con mi hija, lo escuché y me largue a llorar.
Escuchar al tipo cantando mi canción… La  música era completamente igual, nada más que mezclada como la puta madre. En un nivel que está a años luz de lo que  podemos hacer nosotros. Lo cantó recontra mejicanote el tema, le puso otra onda diferente.
A: Le dio una vuelta de rosca importante.
L: Nos encontramos a la semana en la sala. Los cinco nos miramos y no lo podíamos creer. Nos decíamos : “¿escucharon los coros cómo los hizo?”Eso nos enriqueció un montón. Empezamos a apuntar mucho más a los coros.
A: Un solo tema nos hizo cambiar los coros de los otros.
¿Qué diferencia hay entre la escena punk de los noventa y la del 2012? Si es que se puede hablar de escena punk.
L: Lo que pasa es que no hubo una renovación. Yo empecé a ir a recitales en el 93 y los mismos grupos que taloneaban a La Polla Records en esa época son los grupos que todavía siguen ahora. No hubo espacio para bandas nuevas y tampoco se renovaron ellos. Entonces no queda claro. Si  tu mensaje es que tu onda influya a los demás: dejá participar, no te cierres. Se armó un circuito de bandas que no decían nada. Yo, de pibe, obviamente escuchaba todo. Pero al mismo tiempo sonaba  La Polla y decía: ¿cuándo van a hacer algo así? Viste, era todo la birrita…
A: En esa  época, para encontrar dentro del under, cierto contenido y llegada, tenías que correrte para el lado de las bandas de La Buenos Aires Hardcore.
L: Claro, yo andaba mucho en skate para esa época, cuando estaban las ollitas en Munro y cuando vino Green Day. Después  se fue todo a la mierda. Ahora, lo copado hoy en día, es que se están recuperando locales: tales como el Touch of Music, el Salón Reducci. Lo mismo Melonio, que estuvo cerrado durante un tiempo porque era un sótano.
¿Cómo fue el 2012 para, Eskuoters? Y viendo la situación actual de España, sabiendo de la influencia vasca que tanto los ha marcado, ¿creen que  germinará una nueva ola de Punk Ibérico?
L: Este último año venimos con la garra bien puesta, con muchos proyectos. Ha salido ese disco compilado con los amigos de Mala Difusión Y a su vez, este sello nos ofreció grabar un disco. Así que bueno, ahora estamos grabando, ayer terminé de grabar las voces. El año cierra bien, como banda el balance es positivo. Tocamos una vez por mes.
A: Sí, muy positivo, tocamos tranquilamente una vez por mes
L: Claro, mantuvimos ese ritmo. Además, uno de los guitarristas tiene una nena, yo tengo una nena, y a veces se hace difícil; pero mantuvimos esa rueda de tocar una vez por mes. Estamos planeando despedir el año el catorce de diciembre en el Salón
Reducci. Vamos a  presentar los temas que van a entrar en el nuevo disco. Por otro lado, estos temas los veníamos tocando en vivo. A su vez, decidimos sacar todos los covers de la lista. Tenemos, una gran influencia de La Polla Records…Decidimos eso para que no haya equivocaciones, y tocamos el repertorio de lo que es el disco.
Es cierto que tu estilo de cantar está muy marcado por el Punk Radikal.
Pero: ¿por qué decís “equivocaciones”?
L: Bueno, a él (señala a Adrián) le preguntaban de qué parte de España era yo…(Risas). Volviendo a la segunda parte de la pregunta. En cuanto a la situación española, tengo muchos amigos de bandas importantes de allá: Boikot, Reincidentes, Porretas; y todo el mundo dice que es el momento del Punk, que  es la nueva ola del Punk. O sea, es el momento para que, aquellos que tienen los ideales claros, no bajen los brazos. Todo imperio tiene que caer, esto es una vuelta. Tanto Estados Unidos como Europa necesitan una guerra para hacer su economía, para fabricar armas, para mandar gérmenes. Y bueno, el tema económico es así: es una puta rueda que nos va a joder a todos. Pero es algo mundial, es más, Jello Biafra, cantante de los Dead Kennedys, que el año pasado estuvo por acá, decía que se viene la nueva ola del Punk Rock. El 2013 tiene que ser como fue el 77, tienen que salir las bandas Punk de nuevo. La cosa se está moviendo mucho. Los mega-festivales de allá, como el Viña Rock, se economizaron por el tema de la crisis y bajaron las entradas. Es algo que se está  moviendo mucho.
A: Es como que  hay una mayor cooperación entre ellos, ¿no? Entre las mismas bandas.
L: Claro, por ejemplo Reincidentes, por el tema de la crisis, como no podía solventar su propio disco, se juntó con Narco, otra banda de Sevilla, e hicieron un disco. Tiene siete temas de una banda y siete temas de la otra, y así sacaron el disco, el disco por la crisis. Y yo creo que el gran batacazo español va a ser en Marzo cuando Ska-p saque el disco. Ska-p no se va a callar nada.
Luis, finalizando la charla, nos comento que el próximo disco de Eskuoters traerá
una decena de canciones que hablaran de todo. Desde el alcoholismo al amor, desde las mujeres golpeadas hasta los vuelos de la muerte: atravesando –cómo no- la política. Y contará con la participación de importantes invitados.
La entrevista podría haber seguido eternamente en esa pizzería. El tiempo parecía no avanzar. Pero todo debe terminar alguna vez: hubo que apretar el botón y dejar de grabar. Nos saludamos y ya. La banda tenía que ensayar para su concierto del 14 de diciembre en el Salón Reducci de Constitución y yo, obviamente, tenía que desgrabar esto que ahora mismo –espero- ustedes estén  terminando de leer. Adiós.

Ladislao Serrano, Noviembre de 2012

La página de Eskuoters pueden verla aquí: http://www.facebook.com/eskuoters?ref=ts&fref=ts

Su mail de contacto es es: eskuoters@hotmail.com
 



ACERCA DE SUR



Publicado en La Gaceta Barrial, noviembre de 2012

No mires si no querés mirar, no corras si no querés correr”.Toda una postura de negación conciente: no hacer lo que no se quiere hacer. Pero también  la advertencia: la buena música, está ahí oculta en el barrio o en la web. Uno escucha lo que quiere oír y ve lo que quiere ver. Toda elección es al mismo tiempo culpa.
 Un susurro agudo, una caricia,  es la voz de Nicolás Friele. Es ese gran cantautor desconocido que cualquiera puede cruzarse en el tren. Esa persona que conoce al amigo del amigo del amigo y que, omnipresente, está en todos lados y a la vez en ninguno. Es lo oculto lo que hace bueno a Sur. Es el hecho de no saber si es Sur o Friele, o si el toca todo o si sólo toca las guitarras. Todo se tiñe de ocultismo sentimental y mágico. ¿Es una banda? Sí, hay indicios, pero no es lo vital, nada importa más para Sur que la canción.
La instrumentación es parca. Apenas algún teclado fantasmal alcanza para armonizar. Las voces están bien trabajadas, y se acolchonan funcionando casi como una orquesta. Las estrellas aquí son la voz de Friele y las guitarras, que con algunos efectos o por el arte de la superposición  generan texturas intensas que hacen olvidar que no hay batería, ni ilusión de banda. Por lo menos en estas canciones no hay banda. Usted podrá investigar y ver si logra ver a Sur. ¿Es un misterio? Sí, una banda, un hermoso misterio.
Las influencias según el visual oído del cronista están más que nada, en el rock de guitarras y baladas –con o sin aires de folk-  que van desde Radiohead hasta Elliott Smith pasando obviamente por Jeff Buckley.
 Hay bellos sonidos. La música en Sur, toma un tono paisajístico, un diseño sonoro. Y este diseño, planeado o no, es la clave de que las canciones se dejen escuchar. Ante el viejo interrogante de sur o no sur, una voz tierna nos propone saciar todas “las guerras” , durmiendo en  colchones que no tienen ni goma espuma ni plumas de ganso por relleno sino únicamente música.

Escuchen Sur acá:  http://soundcloud.com/clopin_sur

Ladislao Serrano, noviembre de 2012.





ACERCA DE MOLTO



Publicado en La Gaceta Barrial, Noviembre de 2012.

Se han hecho en los últimos tiempos todas las notas y gacetillas posibles, entrevistas, críticas de discos, descubrimientos asombrosos de artistas ocultos que no quieren salir nunca a la luz, descubrimientos de enfermedades, creación de nuevas enfermedades y más. Pero insistimos, la música sigue siendo… Musical. Todos los comienzos son difíciles y más cuando se trata de comenzar un párrafo o de comenzar un recital… Hay que calentar las manos, la voz, pensar qué se va a escribir, definir – o no- un estilo, afinar, afanar, entrar afinado –todo el mundo entra desafinado pero queda feo no saber que se está entrando desafinado- y por supuesto, una vez que la rueda comenzó a girar no es posible frenar ni volver atrás. Lo malo es que casi siempre uno termina pensando como dice Molto en una canción, que “el mundo desaparece en mi taza de café”. El viejo tema de la lógica cotidiana. La lucha con los días que andan “por si solos”.
¡Qué dilatada la cuestión! “¿De qué habla este sujeto?”. Pregunta válida. Se habla de Molto, banda norteña que poco a poco da que hablar. Al menos dos personas venían zumbando a mis oídos con pequeñas frases: “Molto está buena”, “los Molto fueron la mejor banda de tal concurso de bandas” y otras por estilo. Yo desconfiaba o tal vez estaba cansado. Nunca lo supe hasta que lo supe. Molto, adjetivo o adverbio de obvio origen itálico que significa:”mucho” ”muy”, “extremadamente”… Sí, eso es Molto. Y no se trata ni de la  mermelada ni del puré de tomate.
Molto podría ser la anti-banda: letras largas y filosóficas, muchos miembros, cantante intrigante y bueno, grandes músicos pero que saben contenerse, se visten como quieren, tocan en festivales político-artísticos, suenan bien pero con la dosis necesaria de desprolijidad, tienen coqueteos con cierto folklore, sus canciones no bajan de los cinco minutos y demás.
 Otra marca formal interesante. Todos sus miembros, sacando al baterista Felipe Zaldivar y al cantante Mariano Abadal quienes tienen esas dos funciones marcadas,
tocan tanto bajo como  guitarra eléctrica y española. Es decir que en los shows: tanto Agustín Gino Colonna, Pedro Gómez Carrillo como Gabino Giorgetti  rotan del bajo a la guitarra según la canción lo requiera.
Entonces ¿Cómo definir la música de Molto? Podríamos reflexionar en dos paradigmas que escucho y veo, sinestesia mediante, en muchos grupos últimamente. Por un lado el fantasma spinetteano y sus armonías; por el otro, una búsqueda abierta y libre que va del jazz o el blues al folk  que traga cualquier cosa que sirva a la banda en cuestión. A esto podría agregarse también una búsqueda poética importante, interesante y con molto matiz.  
Una canción que parece encerrar buena parte de la búsqueda de Molto es “Carneval”. Se escucha una grabación tomada de la BBC y el grito cotidiano de “me pasas una birra”. Luego las guitarras flotan en un estilo de jazz valseado con diversos contrapuntos rítmicos. La delicia mayor es el final. Suenan los gritos agudos y sentidos del cantante sobre una coda de guitarras, que se rodean en arpegios y punteos hasta concluir –como empieza la canción- con los aplausos de un recital en la BBC.
Molto se las trae” fue otra frase que llegó a mis oídos. La verdad es que Molto sí se las trae, pero mejor ustedes hagan la prueba. Pueden ir a verlos, y escucharlos,  el 15 de Noviembre en Umma Club (Libertador 14.090). Eso sí: señoras y señores, damiselas y chicuelos de la zona: ¡cuidado! Corren peligro de enamorarse de los  Molto.
Y para terminar abruptamente como siempre se debe terminar cualquier género híbrido, una cita política de los Molto para reflexionar:


“Deben ser  payasos los hombres que pisaron la luna
Porque desde el techo de casa no se vio nada, nada en su cara.
Fue  la guerra fría la histeria de las bestias.
Batalla en los medios ¡Chismes! ¡Tetas!
Palabras que mordieron su escote.
La mano de un hombre nos hamaca.”


Pueden escuchar algo de Molto por acá: http://soundcloud.com/gabino-mambo/molto-caf


 Ladislao Serrano, noviembre de 2012.

   

SOBRE EL EP DE ARQUITECTOS DEL AIRE

Publicado en La Gaceta Barrial, octubre de 2012:



¿Es posible hacer música? Hasta podríamos preguntarnos, ya en el siglo que vino después del siglo donde todo pasó: ¿es posible sentir algo cuando al escuchar música? Mucho impresionismo en las preguntas, es verdad. Vayamos con una pregunta más arriesgada: ¿es posible sentir calor escuchando música tocada por gente que domina ampliamente un instrumento? Sí, es posible, y también es posible, descargar música de la web que suene bien y sude calidad, incluso en la tapa.
Arquitectos del aire no te deja helado, ni siquiera con esas canciones cortas, misteriosas y oscuras que te dejan con ganas de más. Cinco canciones en once minutos bastan para brindarnos un abanico musical y temático amplio. Desde la alegría al hastío y el desamor; desde la política a la psicodelia, desde lo cargado a lo vacío. Todo pasado por una licuadora de jazz, pop, rock progresivo y alguna pizca de chacarera. Los A.D.A. crearon un ep que transporta estilos y formas y las une. No es puramente conceptual pero podemos pensar en curiosidades. “Cinco pilares” tiene el mundo, cinco miembros A.D.A. Entonces, ¿Por qué hay seis pilares en la tapa? El sexto pilar, el de la tapa, es el aire, es la música que flota. Pero, eso sí, hay que saber atraparla.
Yo –y acá me hago cargo- defino a los A.D.A. como el último bastión de la música estética. Porque creo que de la frase siguiente podemos deducir algo así como un manifiesto:”nunca es para mal, cuidar las formas y el tiempo”. Como decía en los setenta un gran poeta argentino:”la música es el arte de los puros significantes, es el gran arte”.Ellos cuidan las formas, las buscan y les dan espacio. Recomiendo escuchar a los A.D.A. Ellos saben hacer algo con el sexto pilar. Son vectores de música.

 A descargarse acá:

y acá también:

Ladislao Serrano. 28 Septiembre de 2012.

SOBRE TREPADORES A PEDAL EN VIVO EN EL ESPECIAL


           Publicado en La Gaceta Barrial, Octubre de 2012


“Vení, que es rock”. Y resulto ser rock y en agosto. Cuando lean esto será agosto todavía, o quizás ya sea septiembre. No importa. No diferencié el trayecto entre estar acostado con un dolor naciendo en el fondo de los ganglios de mi garganta y el estar  viajando en el 15 hasta el reducto palermitano “El especial”.Algo lindo, el refrán, la máxima que Trepadores a pedal puso a modo de presentación en su página web:“todo hombre que pretenda trepar, lo hará a pedal”.Gran frase, y como toda gran frase, primero es bella porque nos gusta, luego podemos intentar deslizar alguna interpretación. Es algo así como la música, la frase. La música es melodía, armonía y silencio. El silencio no abundaba esa noche en “El especial”. Lo que abundaba era el tiempo. Como todo espectáculo gratis, cuando se anuncia a las nueve, se extiende a las diez, cuando se anuncia a las diez, se extiende a las once y así sucesivamente…¿Será que cuando no hay entrada rápida de dinero, digamos, entradas pagas, anticipadas
y se espera el desembolse en alcohol o picadas o pizzas, se extiende todo a propósito?  No seamos mal pensados. ¡Qué mal pensado soy!
Tiempo muerto en la barra. Veo pasar la cabeza saltarina del baterista floridense de trepadores a pedal, Federico Mariluz. Es un ser adorable, algo hiperactivo, charleta: muchos bateristas deberían aprender de su comportamiento. Es un baterista que no parece ser baterista. Sigo en la barra. Tiempo muerto. Pido algo, no hay vasos, un borracho se me acerca diciéndome cómo debo beber eso que pedí, si con un hielo o dos, según el, yo no sé beber y demás. El borracho seguramente en un pasado mejor fue somelier de whisky, sino no me explico la impertinencia. Bañado en santidad: le dije que gracias por los consejos y traté de esfumarme. Luego, escucho el sonido mágico. Ese sonido familiar: a banda que está preparándose en el escenario; una mezcla perfecta de acoples, murmullos, chistes tontos lanzados por conocidos de los músicos…
 Ya estaban a punto de comenzar. Todo hombre que pretenda trepar, lo hará a pedal, pensaba mientras me acomodaba como podía en el único lugar disponible: justo enfrente de una puerta de vidrio ubicada en medio de una habitación que oficia de sala. El vidrio resulta un enemigo de toda acústica, pero recordemos, esto es “El especial”. Y uno le toma cariño. Empezó. Era rock, efectivamente. Tenía la fuerza, la justeza del rock, pero con toques ácidos de inteligencia. Un colorado es el guitarrista, Julián Colla, y no sólo hace la única guitarra, sino algún que otro coro. Aquí la banda destruye la leyenda de que los colorados son mala suerte. Salen airosos. El Colorado da buena suerte a los Trepadores a pedal. No lograba diferenciar, de qué canción se trataba. Era un combo que citaba partes tanto de Spinetta como de Led Zeppelin. La banda apoda a esta gema: “Winamp”. Sonaban con polenta. Movía el piecito; el bar se iba llenando de… ¿La pesada de trepadores? Si, hubo una tímida futbolización del público, pero no llegaba a molestar, resultaba agradable y positivo. La banda se ajustó cada vez más con el correr de las canciones. El baterista agradable le pegaba con precisión  a todo. “Un inodoro sin cadena”, “Dos por uno”, y la balada “Mundos paralelos” se apoyaron en la banda y en la personalidad de Martín Ezequiel Porley, la voz, que supo enfrentar con aplomo a los micrófonos. Artefactos que dicha noche parecían estar creados para molestar y no para amplificar al cantante. No importó demasiado. La música es eso: una conjunción, una suma. Y los resultados no siempre se dan en formas parejas. Todo hombre que pretenda trepar, lo hará a pedal. Trepamos un rato por una canción macabra: “Autoextracción”. De repente, ya no importaba la demora anterior, ni que fuera jueves. Seguía moviendo el piecito. El gran final, fue un tríptico todopoderoso en el cual un viejo zorro de las tres cuerdas, Brian Correa Conde, demostró cuánta experiencia tiene en un instrumento que no tiene ni un siglo de vida: el bajo eléctrico. El Colorado arrancó a darle y darle al  Delay.  Y pisando estos pedales ascendimos. Seguidos y rápidos sonaron: “Que saltes” y dos covers, uno de Stone Temple Pilots, “Crackerman” y uno de Sumo, “ Next week”. “Dame tu nescuic” y al poco tiempo, en un bello acople, el show terminó. Desde el  momento en que el  colorado apretó su  pedal comprendí la frase. Ahora, señor vecino de Florida, cuando esté caminando por el barrio y escuche una lejana música, de gente ensayando; acérquese y escuche al trío inmortal: bajo,  guitarra y  batería en fuerte comunión. Y así podrá trepar, subir, ascender. El rock funk, el rock de power trío, el rock-rock; eso fue Trepadores a pedal en “El especial”.Mi garganta ya ni asomó con doler.

Ladislao Serrano, 9 de Agosto de 2012.









ENTREVISTA A ARQUITECTOS DEL AIRE

Publicada para La Gaceta Barrial, agosto de 2012.(versión entera)




La Gaceta Barrial aprovechó un breve tiempo libre en la agenda de la joven, pero experimentada banda florido-saavedrina. Arquitectos del Aire (de ahora en adelante en la nota A.D.A. Charlamos, entre mate y biscochos, con tres de sus cinco integrantes,  tanto de su pasado como “Drugs and Love”, del futuro, de la música y de la preparación de su primer EP y muchas cosas más.  La banda, cuya base está hoy compuesta por Fausto Aguirre, Federico Piñeiro, Juan Martin Altermir, Alex Greyner y Sebastián Rodríguez Morell.  

Hagamos una genealogía de la banda, cuenten un poco el nacimiento, de dónde vienen los A.D.A.

FA: Es una historia medio larga, se puede decir que en realidad A.D.A. pasó por muchas etapas. De hecho, a esta última formación  le pusimos el nombre porque nos gustaba mucho y significaba el comienzo de una nueva etapa. También se puede decir que esa nueva etapa comenzó inclusive antes de terminar con “Drugs and Love”. Si bien esa banda tenía una esperanza de vida A.D.A. ya se estaba formando…

¿Cuánto de “Drugs and Love” hay en A.D.A.?

FA: Creo que en realidad hay muy poco. “Drugs and Love” era una banda con la que veníamos tocando con varios de los integrantes actuales. Fue la etapa de gestación donde nos conocimos el Rola (Federico Piñeiro), Seba (Sebastián Rodríguez Morell) y yo. En el principio, fue solamente potencial, hasta que conocimos gente que se fue sumando dándonos ayuda. Rola y Seba por ejemplo, empezaron grabándonos y hoy son parte de la banda.

Es interesante ver en esta banda, cómo la función de productor, ingeniero y músico no se diferencian en absoluto.

FA: Justamente, es algo exótico, porque las personas que entraron a laburar con la banda, en lo que es ingeniería de sonido, grabación y demás, esa gente que se sumó para  aplicarle seriedad al proyecto grabándonos, fue la que terminó coincidiendo en A.D.A. En realidad, es una cosa mucho menos forzada de lo que parece. La banda no se armó, ya existía, pero nadie lo sabía.
FP: Yo me acuerdo de algo como anécdota al paso. Cuando me integré, fue algo medio tímido, ellos sonaban tan bien como trío, que fue algo progresivo, nada forzado. Todo floreció naturalmente,  desde la amistad.

Ya que fueron un poco para el lado del sonido, ¿son muy celosos del audio ustedes?

FP: Recontra.
FA: Celosos al punto de una búsqueda intensa del audio, sí. Ahora, yo personalmente, no soy de los “Omar Rodríguez López”, que se esconden la cadena de pedales para que nadie sepa lo que está haciendo con el audio. A mi me gusta que, tanto como yo tengo esa cosa celosa por el audio, me gustaría o quisiera, que haya una búsqueda del audio en general, en el sistema en que nos manejamos, con las bandas que nos manejamos. Creo que nos falta un poco en la búsqueda del sonido, sobre todo en la música under.

¿Estás refiriéndote a la profesionalización de las bandas?

FA: No sé, hoy en día, a que se le puede llamar  “ser una banda profesional”. Hay bandas que cuentan con un apoyo económico importante, y sin embargo, cuando uno las va a ver en vivo, se queda con ganas de escuchar algo serio. Pero sí, hay que tratar de buscar la semilla, algo nuevo que rompa con todo lo demás.

Hablemos un poco de la zona norte, además de tocar en la escena, algunos de ustedes viven allí. ¿Creen que faltan lugares para desarrollar la música en la zona? Bandas hay ¿no?

FP: Quizás falten lugares, igualmente, no hay que irse a la posición cómoda. Faltan lugares y también falta iniciativa por parte de las bandas de decir, bueno: yo quiero esto, lo voy a hacer de este modo. El ejemplo que nosotros tratamos de manejar, y el que más nos llega y tratamos de siempre respetar, es el de no pagar por tocar. Queremos que el movimiento artístico generado sea algo y sirva para algo, no que vaya a un bolsillo y ya.
FA: En realidad, no sé si lo que faltan son lugares para tocar, porque si uno se mete en la página de cultura de Vte. López, se va a encontrar con muchos lugares que están habilitados para poder generar actividades culturales. ¿Pero qué pasa? No hay iniciativa ni organización de parte de las bandas. Hoy  en día, está como muy predispuesto el “yo hice lo que pude, yo hago lo que puedo”. Y no es así, porque si uno se organiza con sus compañeros de las otras agrupaciones, y quita de lado esa cosa competitiva, y trata de allanar el camino desde lo  under, hacia  todas esas organizaciones cuya  única función es ponerte impuestos para tocar, obligarte a tener que vender anticipadas y demás cosas que retrasan el crecimiento de la música en el país y en toda sudamerica ; inclusive, hay muchas organizaciones que se la juegan de música independiente y progre y  terminan cobrándote 350 mangos para tocar. Si uno pudiese, despejar el camino a todo eso, decir no, congregarnos entre todos y buscar lugares competentes donde organizar actividades culturales, sería más  fácil, porque lugares hay. Lo que  falta es despertarse un poquito.

¿Ustedes piensan que el cooperativismo musical es una salida? por ejemplo,  lo que pasa en La plata con las bandas.

FA: Justamente,  es una salida, pero comparar la zona norte con la ciudad de  La Plata es  comparar  dos cosas disímiles.

Claro que es verdad que La Plata tiene una tradición musical de más de treinta años…

Fa: Totalmente, es como comparar Estados Unidos con Inglaterra, son dos formas distintas de encarar el arte o la música en general. Ya en La Plata,  tenés muchos más subsidios para todo lo que sean carreras de arte en la universidad  o espacios culturales. En el caso de las bandas de La Plata por ejemplo: “El mató” cuenta con el apoyo de una discográfica.

 Pero Discos Laptra creo que la fundaron ellos…

FA: Sí, pero tocan hace un montón, ya tienen mucho piso y cancha. Quizás, no sea el caso de la mayoría de las bandas de Vte. Lopéz. Son todas bandas muy jóvenes, bandas como Crisol tienen cuatro años. Nosotros tenemos cuatro años tocando. Recién se está gestando un movimiento de música under en Vte. López.

¿Ahora están grabando no?

FA: Recién terminamos de grabar. Igual,  nunca terminamos realmente (risas). Estamos terminando algo y ya arrancamos con algo nuevo.
FP: Nunca terminamos.

Creen  que eso se debe a su estilo, a su forma de encarar la música o es una parte propia: la obsesión por la perfección.

FP:   No va por el camino de la obsesión, es algo que realmente nos encanta. Y muchas veces vengo y la paso pésimo en el estudio, porque no me salen las cosas o porque no quedo contento. Pero en el fondo, es algo que te encanta y te da mucha  vida eso de sentarte a grabar con tus amigos, que son como hermanos…
FA: Te llena muchísimo. Igual, dentro de la banda, hay algunos que somos muchísimo más celosos en cuanto a la terminación de las composiciones que otros. Yo con Seba, por ejemplo, suelo tener diferencias bastante fuertes en eso. Le veo otra cosa a la grabación cruda, y él tiene posturas distintas. Todo lo mezcla Seba, y es obvio que a cada uno le va a gustar que algo suene más paneado o tres, cuatro milímetros distinto. Cada uno tiene un oído diferente. Pero, el que se dedica a hacerlo es él, y lo respetamos porque hace un trabajo de la san puta.

Su música, si bien sigue siendo muy melódica, hoy va más para el lado progresivo e instrumental. ¿Eso es parte del crecimiento o lo relacionan con la búsqueda musical?

JMA: Tiene que ver con el hecho de que cada uno de los cinco lleva una manija completamente distinta de influencias bastante locas. Entonces, al tener todos, un instrumento encima, mas allá de que la voz es otro bastante fundamental, la pasamos bomba zapando y viendo qué se crea en el momento. Igualmente, sí reconozco que A.D.A. tiene un corte más instrumental que “Drugs And love”, que tenía un formato más de canción formal. Acá se explotan cosas como Standards de jazz. Si bien “Drugs and Love” había empezado como una banda jazzera, después tomó otro camino.

Claro, eso se ve también en las letras: la lírica va despareciendo, ya sea volviéndose frases o tomando formas más herméticas.

FA: Creo que “Drugs and Love” era un grupo que apuntaba a romper un poco con la estructura, pero del lado completamente de adentro. Trataba de romper la estructura dentro de la canción,  apuntaba a que la gente pueda entender que es posible hacer música dentro del formato canción. Creo que necesitábamos la canción, en ese momento,  para poder entendernos a nosotros mismos. Ahora, creo que A.D.A. es, comparado con eso: la liberación de los instrumentos.

Eso apunta a llegar a un más allá del pop”…

FA: Hay restos de  pop en “Arquitectos”, y también había restos progresivos antes. Creo que esto es, no sólo la maduración, sino, como dije antes: la liberación de los instrumentos. Es empezar a entender un poco que, el que toca el bajo es mi compañero, no yo. Lo que toque el va a ser quinientas veces mejor que aquello que yo puedo tener en la cabeza. A partir de este pensamiento es que nace una banda horizontal. Una banda en la cual todos tenemos parte, tanto en la composición como en los arreglos, donde todos vamos a poder opinar y todos vamos a poder cambiar, si estamos de acuerdo, lo que sea. Incluso, si alguno de nosotros cree que la interpretación de alguien no está aproximada, se lo decimos, no tiene que haber ningún problema. Luego, él decidirá si tiene ganas de seguir tocando eso o de tocar otra cosa.

Todo un rasgo de madurez…

FA: Aprender a aceptar lo que toca el otro y no sólo eso, sino, disfrutar del ceder. Todos somos parte de una banda. No va mas eso de: “vos ya soleaste mucho, y ahora me toca a mi”. No, eso ya pasó.

Vamos a la composición.  ¿Son de los que creen en la inspiración, en los llamados de las musas o siempre se los encuentra en la sala de ensayo?

FA: Y sí, digamos, la inspiración existe, pero es un poco y un poco, me parece. La inspiración es totalmente real. Pero, si te agarra cagando en el baño, no vas a poder hacer nada (risas). Tenés que esperar la inspiración mientras estás laburando en lo tuyo, no leyendo el diario o jugando a la pelota. Si estás jugando a la pelota, vas a meter un golazo, pero no va a ser productivo para la música o el arte en ese momento. Es el trabajo del músico y del compositor. La inspiración te tiene que agarrar laburando.

Las influencias son variadas por lo que anduve investigando…

JMA: Por mi lado, mucho rock progresivo y cuatro años en un instituto de jazz, del hijo de Walter Malosetti. Años aprendiendo jazz clásico, y bueno, después conocí a estas bestias, que me traen un Moog, me proponen tocar dubstep y me obligan a laburar cosas nuevas.

Siento  mucho Charly García, de la época en que tocaba con trecientos teclados, también sé que les gustan cosas disímiles: desde el pop francés hasta Alejandro Sanz…

FP: Una melodía es algo que te puede llegar desde cualquier tipo de género y de artista. Una linda melodía es realmente lo que a mí me mueve, mas allá de quien, de como o de cuando.
FA: Uno se puede encontrar melodías maravillosas en la cumbia villera y eso hay que darlo por sentado. No podemos seguir con eso de que el que escucha cumbia es un negro de mierda. Escucho “La maquina de hacer pájaros” y me vuelan la cabeza sus melodías, pero también escucho “tu y yo a la fiesta” y también me vuelve loco. No a todos en la banda les gusta, pero bueno, la música es música. Dejamos de lado eso de pensar para qué componemos, no pensamos a qué nos dirigimos, simplemente sabemos que lo que vamos a tocar va a funcionar, tenemos la seguridad de eso porque estamos seguros como grupo humano. El estilo se va formando en el camino, no tenemos miedo de ver cómo va a encajar eso, sabemos que va a encajar.

¿Hoy cómo se sienten como banda?
JMA: No muy distinto a cuando empezamos, pero la seguridad se va desarrollando cada vez más. Se nota mucho en las zapadas, en las composiciones; va todo como por un tubo, muy aceitado. Hoy en día, es más fácil decirnos las cosas a la cara.
FP: Ya es una relación de hermandad. Si bien a veces se discute fuerte,  hay una buena separación entre lo personal y lo que es el proyecto profesional-artístico, viendo el profesionalismo como un dedicar la vida a. A mí, siempre me interesó el grupo humano, atrás de la actividad, poder estar cómodos, poder reír, poder estar con cara de culo, pero realmente estar juntos.
FA: En realidad, eso es lo que va a decir al público y a los músicos cuánto va a durar la banda. Hoy veo dos caminos para A.D.A, y ninguno es malo. Uno, es que con suerte, el día de mañana alguien nos sostenga económicamente y nos dediquemos a grabar, a ensayar y a tocar en vivo. Esa es la vida de lanzar discos y de negociar con las discográficas y toda la bola.  El otro camino, es el que recorren la mayoría de las bandas independientes, que consiste en tocar diez años hasta que te den bola, y tampoco lo veo como algo malo.
FP: Es que cuando fundás un hermoso grupo, cualquier tipo de alternativa viene bien, ya que estás haciendo lo que querés con las personas que querés y vivís el ahora, de una manera positiva. El camino que puedas tomar pasa a ser secundario.

¿Queda mucho por experimentar como músicos?

FA: No tenemos ni idea. Al no tener limitaciones como banda, al no tener miedos entre nosotros mismos, tampoco sabemos dónde pueden llegar a parar las canciones que componemos. Y no sabemos cuál es el potencial de la persona que tenemos al lado. La verdad es que nos potenciamos mucho entre nosotros, y creo que no hay limitaciones.

¿Qué debería contener el manifiesto de Arquitectura del aire?

FA: Hay un concepto, pero es leve. Al no tener el material terminado, no podemos mandar algo desde la nada. Cuando esté listo, la gente va a  poder sentirlo por si misma. Más allá de todo, el mensaje que transmitimos es que nosotros disfrutamos de la música y de ser músicos. Y está bueno pensar que no estamos en Inglaterra, y ser músico es un laburo, es algo que el under tiene que aprender. Primero y principal –esto puede sonar anarco- debemos cortar con cierta autoridad que nosotros mismos generamos. Es decir, el under mismo genera circuitos de dinero que no vuelven a las bandas.
FP: Sí, también existe ese discurso de dueño de lugar que dice: “si no te gusta no toques, tengo siete bandas atrás”. Eso me parece muy neoliberal.

Paradójicamente en los noventa, el mainstream musical creció a pasos agigantados en la Argentina, y se formó un nuevo establishment musical nacido de bandas que venden mucho. Hoy,  ese mismo sistema no puede absorber otra música…

FA: La cosa es que así se polarizó todo. No conviene absorber otra cosa, debido a que es un gran negocio. Y  hoy, todo, absolutamente todo el arte depende del establishment y no conviene, a éste, promover actividades culturales. Por eso están de moda los festivales: porque es lo que sirve. Es decir, la dirección cultural, hoy en día, del Estado o el Gobierno x o una empresa, son los festivales. Se juntan treinta bandas de primer nivel un sólo día al año, y el resto de los días no pasa nada. Vas un día y después no vas más a ninguna cosa. No existen las actividades culturales sino los festivales. Si Artic Monkeys tocara en el teatro La Cova en Olivos, la vieja de barrio iría a ver a los Artic Monkeys.

Para terminar: ¿Qué va a encontrar la gente en el  primer EP de Arquitectos del Aire?

FP: Va a encontrar variedad, va a encontrar concepto, va a encontrar un pequeño universo de muchas cositas muy lindas. Creo también, que algunos pasajes van a exigir atención en la escucha, pero hablando en un castellano simple y sin metaforizar: no más de lo que se puede exigir a alguien que le gusta escuchar música. No es esa música, que por ser progresiva, es pura y meramente para que la escuchen los músicos. No va a haber solos de clarinete de catorce minutos.
FA: El EP es un lugar donde la gente se va a encontrar con todo, pero cada uno va a tener que ordenarlo. Dentro de cada canción, va a haber mucha música con arreglos diferentes. Cada canción es distinta. Van a encontrar que hay pop, cosas muy progresivas, así como muchas imágenes. También, hay pequeña suites a modo de separador, en formato canción, pero muy pequeñas. Me parece que A.D.A. se remite a eso, a no entregar las cosas hechas, sino al hecho de que cada uno vaya descubriendo y ordenando todo.
FP: Invita a no fomentar la escucha pasiva, a interactuar y pasear. Y también a disfrutar de lo muy  simple y lo súper complejo y descubrir así que, el hecho de que una canción tenga catorce partes no la hace mejor.

 Realizada por Ladislao Serrano el miércoles 18 de julio de 2012.




SOBRE AURA QUIMAIRE


Publicado en La Gaceta Barrial, agosto de 2012


Crónica de Aura Quimaire en City Bar, Martinez, 8 de julio


Aura Quimaire se llamaba Kadiz, pero al ir a registrar el nombre sucedió lo peor: Kadiz ya existía. Allí nació Aura Quimaire, banda que se presentó el domingo ocho de julio en City Bar, el legendario bar rockero de Villa Adelina o Martinez. Según City Bar, queda en Martinez: según todo el mundo queda en Villa Adelina. Problemas geográficos zonales, buen título de tesis. Pero eso no es mayor problema. Hablemos del show. Aura Quimaire en City Bar. En principio, Aura Quimaire es o alguna vez será o no será nunca, la banda que  a todo el mundo le gusta, la banda que suena lindo, que canta bien, que realiza un buen show en vivo. Pero eso será en el futuro, ahora se  presentaban en vivo y yo los fui a ver. Allí estaba. Por empezar, se trata de una joven banda con una formación fuera de lo común: teclado (Tata Pedrazzini), guitarra (León La Cava) y  batería (Joacko Nachman). Tres instrumentos nomás, para esta banda que se inició cuando dos amigos y vecinos de Florida, que hacía tiempo componían sus canciones conocieron a un baterista de Parque Chas, en principio para hacer covers de The Doors. Quizás la formación nunca más pensó en el bajo luego de una epifanía: nos cuenta León La Cava que con su amigo Tata estaban de vacaciones en Miramar “y se nos ocurrió  juntarnos a tocar temas de Los Doors, siempre fantaseamos con tocar sin bajo”. Entre risas, la fantasía se hizo realidad.
Más rarezas además de la formación: el cantante, el que más canta en Aura Quimaire, es el baterista. Eso sí, tanto su voz como la del joven guitarrista interactúan y se cruzan todo el tiempo y son muy muy afinados. Entonces, cómo hizo esta banda que hace dos años hacía covers de The Doors para componer un arsenal de canciones de un aire épico, progresivo, folkie y obviamente muy melódico. Vamos a su montaña de influencias, que según el cronista engloban desde el rock progresivo argentino de los setenta, sin dejar de lado el lado más “rocker” y sin menospreciar la onda acústica. Y tampoco le tienen miedo a los teclados grandilocuentes y a los covers que perfilen sus raíces. En medio del show se despacharon, con Joacko Nachman en guitarra y en formato acústico, una versión respetuosa de “El tuerto y los ciegos” de Sui Generis. Pero vayamos al hecho que esto se está dilatando.
Algo bueno, había bastante gente y era domingo, además, era un domingo al que continuaba un día feriado bien feriado, el 9 de julio. Pero parece que no todo el mundo se fue de fin de semana largo a Mardel o a Punta. Quedó algo de vida en la zona norte y se percibió allí en el City Bar. Todo comenzó con la poderosa y rítmica “La ventana de atrás”. Los teclados de Tata Pedrazzini acolchonan la canción y le dan atmósfera. Una canción que a la banda le sale redonda y que no hace extrañar a esos seres extraños y algo encorvados que son los bajistas. La presentación arrancó así, segura y con cuatro canciones a tope. Luego una balada matadora, de esas que caen con estribillo redondo y hasta hizo al cronista agitar su encendedor –torpemente, pero sentidamente también- por los aires; las chicas aullaban en: “Sacarte de mi mente”. Aquí la cosa se volvió melódica, pero sin perder fuerza. “Luces del ayer”, podría ser como una canción misteriosa y poética que se vuelve homérica con el correr de los versos y el piano, sorpresivamente se despacha con un interludio barroco que si fuese tocado en el siglo XVII estaríamos ante un hijo de Monteverdi. Pero no, sigamos, había  más. “Domingo de luna llena”, es un rescate positivo a algún madrigal folkie donde teclado y  guitarra se conjugan en una textura muy celta, fulgurante. Antes de eso, “Espejo opuesto”, para cerrar a todo trapo con  la poderosa “Nunca mas”. Aplausos y aplausos. Aura Quimaire brindó un gran espectáculo, y siendo verdaderamente como bromean ellos “una banda de estilo meloprogresívico” con apenas dos años de vida se las arreglaron para dar un show de nueve canciones sólido y con buena presencia de matices acústicos. Algo que no es para nada fácil. Las voces son afinadas, ¡hasta demasiado afinadas! ¡Y las letras son muy épicas y positivas! Pero hay solidez. Eso puede con este estilo de cronista abigarrado y solitario. Y es de gran virtud cómo Joacko Nachman comanda el ritmo detrás e las baquetas siendo la voz líder en casi todas las canciones. La guitarra de León La Cava ejerce el papel rítmico sacrificado y el teclista el papel de frontón sonoro, y el de hacedor de melodías al fondo. Ah cierto, no olvidemos que no hay bajo: la verdad no se notó. Eso sí, cuando me retiraba de la sala, con las chicas aún aullando jóvenes gritos a mis espaldas, no pude evitar asomarme un poco sobre el borde del escenario buscando algún bajo enchufado, o algún duende bajista tras bambalinas. ¡Ah! Todavía me persigue ese estribillo maldito: “yo no sabría decirte cuánto lamento pederte, pero me es imposible sacarte de mi mente” acompañado por los aullidos de las chicas.

Ladislao Serrano.

Antes de que Aura Quimaire edite su primer EP. Aquí hay un bello acústico en radio: http://soundcloud.com/auraquimaire/sets/radio-pueblada-rebelde/
 Y Aquí su página de facebook:

CRONICA SOBRE CRISOL EN GBA

Publicado en La Gaceta Barrial, julio de 2012



 Crónica sobre Crisol en Club GBA

¿Qué significa la palabra crisol? Vayamos, si no somos orfebres o trabajamos con lo altos hornos, a la Real Academia Española. Dicha institución nos dice que crisol es un “recipiente hecho de material refractario, que se emplea para fundir alguna materia a temperatura muy elevada”. Hay algo de elevado y de alta temperatura en esta banda zonal. Entonces, a fundir se ha dicho. A los Crisol los conocí una noche calurosa en el que quizás sea el bar más cariñosamente bizarro de la zona norte, si, los conocí en Warhol. Un amigo me dijo lo siguiente: “vamos a ver a la mejor banda de la zona”. Yo, escéptico ante semejante mensaje pero confiando en los preciosos gusto musicales de este, acepté. Para no abrumar mas al lector diré que esa noche la gente pululaba en el bar, estaba tan lleno que casi no podía ver a los músicos, y todo parecía estar pasando en otra época. ¿Sesentas, setentas? No se, pero el asunto fue que tocaron temas de veinte minutos, tocaron el concierto dividido en cuatro partes: era todo una locura y la música era virtuosa, pesada, grumosa, densa, tremendamente hermética.
 Ya me explayé mucho, mejor vayamos al concierto de Crisol en Villa Adelina. Era sábado, hacía frío, tomé el 71 (ya sea el de Maipú o el de panamericana) y  me bajé en Paraná y Lamadrid. El 71 nos deja justo en la puerta del Club G.B.A., un lugar que no sólo tiene buena onda sino que parece un oasis cultural en medio de ese barrio muchas veces olvidado que es Villa Adelina. En la cuadra casi no hay ruidos y uno tiene que tocar timbre lo cual es bueno y genera un mínimo y saludable secreto. Entré, con cierta preocupación, cercano al horario de comienzo del show y ocurrió lo obvio: todo se había retrasado.
Había otra banda tocando, pero esa noche sólo tenía oídos para los Crisoles. Un amigo, otro amigo, cerveza va, cerveza viene, de pronto, la gente que estaba afuera dispersa, se agolpa para entrar, algo se aproxima. La sala del GBA es pequeña y linda, y hace todo confortable. Ya adentro, la gente comenzó a sentarse en el suelo, algunos se quedaron de pie, pero estos lo hicieron detrás. Un aura mística se adueñó de la situación, algo que hace años no veo en conciertos. Parecía como si todos estuvieran realizando algo así como una ceremonia, un ritual. Silencio espectral, los músicos se preparan, luego una serie de canciones, algunas largas otras no tanto en las que sencillamente todo fue virtuosismo en la interpretación. Quizás, al ver sus caras supe algo que en Warhol ni por asomo hubiera pensado: son humanos. Si, Santiago Pascual es humano, pero no sólo eso, descolló en el show con todas las técnicas de guitarra que uno pueda conocer, desde un solo blusero hasta el tapping, sin mencionar las escalas y demás asuntos complejos que esta banda desarrolla en escena con una naturalidad envidiable. El tecladista y cantante Javier Mazitelli también aporta lo suyo, logrando sonidos bastante calidos en las texturas mas setentosas o acercándose a sonidos agudos y digitales cuando el pasaje lo requiere. También aporta refinamiento en ese instrumento tan raro y hermoso que muy pocos saben tocar verdaderamente llamado Theremin. Diego Gago cumple férreo con un bajo que sabe cuando tomar la delantera y cuando callar, además de brindar toques preciosistas de una flauta que sopla aquí y allá. En las baquetas: un relojito, otro Mazitelli, sólo que este tiene por nombre Martín.
La nube mística empezó con un tema  desconocido,  de sonido claro y poderoso al mismo tiempo, “El sol no es del mar”. Eso fue Crisol en GBA, una imagen, un cuadro de virtuosismo pero diseñado, pintado para ser percibido. Cerré los ojos, me concentré en cada instrumento y las notas se desplazaron por el lugar. Luego, al terminar una canción y en ese momento en el que la gente siente que todo va concluyendo, escucho desde atrás ese grito siempre vulgar pero verdadero que alguien suelta tarde o temprano en todo concierto: “devolvé la peluca Crisol”. Algunos rieron, yo no, esto era la pura verdad. Sonaba, creo “La parusía del rock” aunque sinceramente ya no lo recuerdo, ni importa. Crisol efectivamente nos quitó la peluca esa fría noche en GBA y luego de una gran versión de ese tema rockero, pesado y poético que es “Yo miro tu amor” de Spinetta ya  fue todo melancolía de fin.  La misa se clausuró con lo que quizás ya sea la canción leyenda de esta banda: “Leviatán II”.  Si, ese monstruo marítimo del Antiguo Testamento, tan cercano a Satanás, terminó por cuajar la imagen mística de la banda esa noche. Todo fue elefantiásico pero sin grandilocuencia. No fue una nube rockera a lo Yes, o una locura prolongada y tenebrosa como aquella noche en que los conocí. Alguien malo dirá que esto fue aburguesarse, para mí es crecer. Esto fue un verdadero bautismo de música exquisita. El show terminó, la materia musical se fundió en este Crisol y el resultado fue una liga buena y de calidad.  Afuera, el frío me entraba por la cabeza y el 71 no pasaba,  pero no sentí preocupación alguna sino determinación. Encendí un cigarrillo y emprendí el gélido regreso hacia  panamericana con la certeza de que Crisol  nunca me devolvería la peluca.

Ladislao Serrano.

Pueden escuchar Crisol acá: http://www.myspace.com/crisolmusica