sábado, 30 de marzo de 2013

ANTROPOS I




Hombre sensible
Vuelto invisible.
Hombre que amas
Nada te calmas
Respira tu humo
Y Cae de culo.

Hombre 
Irracional razona.
No pega
Limosnas.
Hombre que amas
Y a nadie calmas.

Hombre sincero
Debes pegar
Debes hacerte valer:
Estás en el mundo de las mujeres.
¡Qué seres!
¡Qué dulces Pezones!




Amor que
Me llenas de amor
De tiempo y dolor.
Amor que duele
Y nunca salitre
Kalós y buitre.

Nunca seas bueno,
 por lo menos
no tan bueno.
¡No lo mereces!
Se paga con creces
ruido de pequeñeces

Que van socavando
Lo cotidiano
Y van hastiando.
¡Que no piensen
Por vos!
Ni  te coman






De amor.
Amor,
Semilla de circón.
 que eres tan fino
Como un calisuá
 Perdido en un pajar.

No rompas
el dorado hilo
Que sostuvo
Las semanas,
Esas que hermanan
Con el perdón.

martes, 26 de marzo de 2013

COLECTIVO



La velocidad, fue por seis meses y no volvió, del colectivo
Es acorde, perfecta y proporcional a la velocidad de las
Lágrimas. Esto es así y no hay vuelta que darle.
Claro que puede ojear algo.
En diciembre hizo el amor surrealista.
En enero hizo un amor rescatista.
En febrero se cansó de hablar, pero en verdad verdad,
Uno nunca se cansa de hablar. Los paquetes dorados, rojos, blancos,
Las hojas escritas dobladas y cenizas, las hojas dobladas escupidas
De semen encima de chorreos de agotamiento. O de veloces papeles
De flujos vaginales o saliva escupida… Relojes caídos con forma de
Un único reloj, cajas con semillas, cajas con aspirinas rosadas cercanas a
Otras cajas con semillas que luego procesarán el caos y lo conjugarán con
Sacapuntas. La polonaise puta que sale enculada debajo y arriba de otra
Caja japonesa conteniendo tinta china en masa negra…
La velocidad, estática velocidad en gestión.


miércoles, 20 de marzo de 2013

¡HERNANITO HERNANITO, QUÉ FEO TENERTE DE HERMANITO!

Hernanito  suena a “hermanito”. Sí, suena pero no es lo mismo, aunque tienen mucho que ver.
Alejandro Acobino dirige esta “pieza esquizo-industrial” de gran poder textual y lingüístico. Por eso el rodeo del comienzo. El lenguaje, ya sea en pequeños juegos como el de la primera frase, brilla en Hernanito de forma poco común, o poco común al lenguaje utilizado en la mayoría de los textos teatrales. Sería interesante investigar cuántas veces han aparecido joyas del estilo de “rebarba” o I.S.O 34 internacional” en una obra, seguramente fueron pocas. Aquí eso sucede: el lenguaje logra ser esquizo-industrial y no resigna humor. Primer párrafo: Acobino nos brinda su gran texto y su acertada dirección.
La trama, esa palabra pasada de moda, es fácil y poderosa: una pequeña pyme dedicada a la tornería y el embalaje, cuyo dueño es Juan Jorge ( Rodolfo Demarco), contrata a Salinas ( Fernando Gonet), un obrero evangelista. Pero algo esconde Juan Jorge, hay algo en su pasado –algo artístico y vergonzoso- que no lo deja levantar cabeza. De aquí que lo industrial, sea lo que Juan Jorge  dificultosamente eligió para salir adelante y olvidar.  Segundo párrafo: claro que proponerse olvidar no quiere decir que uno va a olvidar.
Las actuaciones son tremendas y poderosas. El nivel de traumas que aquejan a Juan Jorge hacen que Demarco sobresalga con un personaje entrañable, psicótico y odioso que puede jugar al ping pong amablemente con Salinas y luego discriminarlo tanto racial como culturalmente en sus adentros. El papel de Salinas  es sutil y logrado. Logra condensar la esencia de alguien bueno cuya vida no siempre lo fue y que busca en la religión no un consuelo sino una postura en la vida. Hay escenas memorables, donde se trenzan en diálogos geniales que siempre dejan en claro que Salinas tiene actitud y Juan Jorge traumas. Dichos traumas, la obra los decodifica en un misterioso tercer hombre, si es que a este personaje le cabe el mote de humano… Tercer párrafo: finalicemos sin tentar al demonio Charulo.
Lenguaje, trama, actuaciones, ya generan un gran deleite. Por otro lado, hay que resaltar la escenografía  – parece una verdadera  pyme- y el manejo de las luces. Una escena en la que hay un corte de luz en pleno día, de pronto hace que todo lo que era gracioso de pronto adquiera un suspenso misterioso y terrible. En fin, Hernanito conjura diversas ideologías y traumas. Y hasta conjuga –y conjura- artes, ya que Juan Jorge dominó y domina un arte que muchos –inclusive el cronista, inclusive científicos- consideran maldito y con el que tal vez él pueda convivir. Un arte para el que es necesario partirse industriosamente en dos y hablar “con el vientre”. (1) Cuarto y último párrafo: finalicemos recomendando -¡efusivos!- , esta gran obra de teatro llamada Hernanito.
Gacetilla:

lunes, 18 de marzo de 2013

DE TARDE TIBIA, DE FERIAS AMERICANAS...



Hoy corrí, corrí hasta que mi gemelo dijo basta
Luego sentí, engullí la carne de mamá con calma.
Y terminé en una feria americana
Y corroí con una capucha todo mi semblante


Hoy sonreí, fluí y basta con que juguemos a
Las castas, a las prolongadas y meadas calmas
Y a seducirte en una feria americana
Y corroí con la uña todos lo pellejos de mis dedos


Bebí una cosa negra, pesada como un río
Barroso, y esa bebida la traía ella
La puso en mi mano y se que como un niño
Juega conmigo regalándome habanos.

La vi completamente de negro, quise matarla, cazarla
Y sentir en mis manos como luchaba.
Pero terminé en la feria americana
Y conocí esos aros que perforaron tus orejas
Y sos chica ¿hacía falta perforarte?

Hoy me mentí, dije: -hasta que mi gemelo aguante
Y mis muelas rechinaron como guantes
Y terminaron en la feria
Y corroídos como todos, vestidos de negro
Nunca dejé de pensarla.

Balidos de cosas negras, densas como el frío
 Húmedo y peligroso del ventolín
Lo pusiste en mi mano y como un niño
Jugué a poesía regalándome tus letras.










-¿será bufanda?---                                   ---¿será buzo?-                                 
                      -¿Será alguna vez?


Hoy vi una cosa y vi miles de soles
Hoy vi tus ojos, y tu pelo corto  rojizo
Hoy vi las chozas de la vida que no tenemos
Y no pude sino morir un poco.

Hoy salí de allí y caído como bobo y
Tosiendo tuberculoso
Supe que sos de otro
Y no pude más que besar tu Sintaxis.
Y no pude sino caer muerto a tus vistas espías.
Y no puede sino volver a verte cada vez que puede
Y no dudé de porque había ido a esa casa
Y no dudé de porque revolví  bufandas
Y no dudé el porqué -de este mano a mano-

Poema por poema
Habano por habano.
Ficción que  nunca dejaré de extrañar.
Ficción que nunca dejaré de cazar.

Y quizás sucedió después,  vista:
- rodeando su cuello con mi bufanda,
Beso la frente blanca y veo los ojos grises,
Que mueren contentos en las ventanas del centro
En la humedad de los teatros y las noches
En esa lengua que sale burlona a través
Del taxi, y en ese momento, vista:
-La lluvia que moja la bufanda.




-¿será bufanda?---                                                                        ---¿será buzo?-                                




                                                         -¿serás algo en mi humedad? 


 Poema por poema
Habano por habano.                                                           

En el pasillo vacío, en la entrada de la casa
-arenales- entre las cajas arrugadas, aburridas
De marrón gris y agudo que esperan ser abiertas
Duermen vestidos, minifaldas, camisas, brisas
De otras épocas, de otros pasillos, y
Ferias que han de estar allí mismo
En su pelo, aun más corto rojizo
Y llegué en bicicleta, la até a un palo
Que me estaba esperando soporte
Quebracho de astillas firmes.
-hoy corrí- hasta que el gemelo dijo basta.
Tos tuberculosa y música en el aire.

Y llegué tarde
Perros flacos y -
Poema por poema
Habano por habano


 Hoy sonreí, fluí y basta con que juguemos a
Las castas, a las prolongadas y meadas calmas
Y a seducirte en una feria americana
Y corroí con la uña todos lo pellejos de mis dedos
Pero ¿nunca dejé de extrañarlo? Y su pelo
Siniestro pregunta rojizo
¿Lo exraño?


Y remuevo el orden ropal
Y calvas y gordas vacas
Mujen hippies que quieren
Caricias, intento comprar
Esa bufanda, la camisa
El saco, y
el hombre

-No es de feria americana-

Ahora es Domingo de tarde, de penas
Azules de Corrientes de teatros
Y soldados que marchan de costados
Y nosotros caminamos una vereda y
Volvemos por la otra tersa y
Creemos que la lluvia caerá.
Y eso nos gusta, es como un acantilado
De realismo y elípsis.
Fuma

-fuego-

Mientras camina, flaca, de blancura
Mortal, piedra de belleza
Un cáliz que odia religiones
El gusto.
-no hay camino en la feria americana-


                         -ese sistema no se ha implementado aún-

-Fuego-

Pide fuego y
Fuma rápido
La vainilla
Atabacada
Y un aire
Desencilla
La avenida
Una cara y
Un silencio
Y dos cafés.


-La paz-


Y siento los
Balidos de cosas negras, densas como el frío
 Húmedo, un beso en la frente,

-Sera buzo-







                                                 -luego sopla más frio y su cuello
                                                   Al aire me dice –dame-
                                                  La bufanda y doy y es
-Es bufanda-







Lo pusiste en mi mano y como un niño
Jugué a poesía regalándome tus letras.
Cuenta amores imposibilítos
Entre  molienda negra que sorbemos
 Y Nuestras cabezas miran edificios
Franceses, miramos para arriba
Y afuera no dejan de repartir
Los papelitos de putas
Los papelitos de amor
Y sus manos ahora sacan piedras
De la suerte
Anota todo en papelitos
Como los de las putas
Y cuando ya muerto
Ya muerta
Poeta
No puede más
Revuelve
La caja, entre el pasto
Apoyada contra otra caja
Llena de telas, llena de ceras
De olor a casa ,revuelve
Mi fantasma las telas de la caja de cartón en la casa de la feria americana.

-vení así pegamos-

Revuelvo
Habano por poema
Poesía por habano
Ya me voy curando
Y corrí y corrí hasta que el gemelo dijo
-basta- y saco una caja:



-buzo-     pantalón
-camisa   pantalón
Pantalón    pollera
Pollera   y   libros
Pantalón y    buzo
Libros y bufandas
Pantalones  viejos
                                                                                                             Será buzo
                                                                                                             Será medias
                                                                                                             Humedad
                                                                                                             Poncho    
                                                                                                             Chiripá
                                                                                                             Pollera
                                                                                                             Pañuelos.






Percha   remera
Camisa    sacón
Percha pantalón
Pantalón percha
Camisa   percha
Percha  camisas

Hoy sonreí, fluí y basta con que juguemos a
Las castas, a las prolongadas y meadas calmas y
seducirte en una feria americana
lo que daría por seducirte en una feria americana
Y corroí con la uña lo que queda de pellejos de mis dedos
Pero nunca dejé de espiarla.
Reina dinástica roja.
-Revuelvo ahora-

Camisa
Percha
Pantalón
Percha
Camisa
Percha
Percha
Percha
Camisa
Pantalón
Pollera
Percha pantalón.

-Regalo más tarde-
Flores malignas
Temibles soluciones a los
Cortos que con   Sapienza
Tendrás que sortear.

¿Será?





                                                                                                    
                                                                                                            ¡Será algo!
                
Y gusta beber fumar
Beber café y caminamos
Cuadra y cuadra
Vereda  y vereda
Entre las librerias
Entre la humedad de los días
-reimos-
De cuando dijo
-el marido murió por escabiosis-
Teorizás:
“cambiamos el personaje para ser silencio”
Y nunca empezás la novela.
-Revuelvo-
Buzo
Percha
Percha
Pantalón camisa
Percha
Camisa pantalón.
-¿serás algo en mi humedad? 
Sos
Y
Revuelvo
Habano por poema
Poesía por habano
Ya me voy curando
Y corri y corrí hasta que el gemelo dijo
Y ya no me arrastré
Tosiendo tuberculoso
Intentando abrir las telas
De las cajas que muertas esperan
Como gente vieja a que sean penetradas
Por manos jóvenes.
¡No!
Ya no hay luces
No veo luces
Percha
Percha minifalda
Borregos borcegos
Pantalón camisa

-no-revuelvo-


Y no pude más que besar tu Sintaxis.
Y no pude sino caer muerto a tus vistas espías.
Y no puede sino volver a verte cada vez que pude
Y no dudé de porque había ido a esa casa
Y no dudé de porque revolví  bufandas
Y no dudé el porqué este mano a mano



Poemas y habanos
Cabeza rojiza
Llena de sentimiento
Y sensimiento
Y cabeza de radio
Novelada
Ya no dudo el porque revolví  bufandas
Abro el candado que contiene
La bicicleta
Y me voy.

Poema por poema
        Fuego
Que nunca dejaré de sentir


Junio 2012.

martes, 5 de marzo de 2013

Picada Molto completa del disco Molto, de Molto



Picada Molto completa del disco Molto, de Molto

Molto ha editado ,hace apenas unos días, en cd y virtualmente, su primer disco. El disco se llama como la banda. Mientras lo escuché fui escribiendo acerca de cada canción y lo que sentía o veía en el sonido de cada una. Es una picada, como las que hace Leo Rodríguez en Aspen, un pequeño homenaje a esa radio que pasa música muy buena todo el día, aunque unicamente en inglés y aunque mucha gente diga que es una mierda. Ahí va el disco Molto de Molto.

Café:

Las guitarras aquí suenan bien filosas, y Café bien podría haberse llamado el disco. Ya encontramos concentrado y bastante resumido el germen de Molto, lo que irá apareciendo y desapareciendo en las demás canciones. La forma es cambiante, pero menos de lo que parece. El riff del comienzo que a veces se va doblando en velocidad, es lindo por lo esquizofrénico y setentoso. Ah sí, un tanto pescaderil... Pero no tanto: eso es lo bueno. Quizás Café sería la perfecta banda sonora de aquel libro sobre un loco filósofo que bien puede descubrir la lógica enferma del mundo. Una lógica que es aparentemente real pero que no cubre otra cosa que ficticias mentiras. Él, el loco, sí sabe cómo funciona todo y es lo que descubre cada mañana, cada tarde, cada día detrás de esa taza de café: la mentira de un Dios, lo absurdo de un mundo, lo payasesco de querer ir hacia la insólita luna. Esta lucha de un “asno” , de filoso clima rockero y esquizo, pero por ser lucha de “asno” no es menos lucha o, menos verdad. La Echo sonando al final, es casi una nueva biblia para los Molto. (Esta canción es para mover la cabeza , mientras se toma un café ginebra y pasan el noticiero de T.N. en la tele del bar).

Moltango (la primera vez):

El contenido lírico es hermoso, habla el sueño que se despierta, comprende al mundo. Este sueño crece –podría ser un hombre- pero hay un niño que sueña y sueña el sueño y lucha contra este aparente mundo:

“(P)ero el sueño nunca despertó.
No te quieras levantar,
donde quieras, es igual
sé que hay un niño en mi llorar
se está portando mal.”

La filiación tanguera no es única por la cita a Piazzolla  que va y vuelve durante todo el tema, sino por lo que recuerda uno -en ese gen argentino que habita detrás de cada ojo argentino- de la letra de Discepolo que sentenció que todo sería siempre un gran cambalache ; y es así: “el mundo fue y será una porquería”…

Especies en extinción:

Esta canción me resulta extrañamente ricotera…  El comienzo con aires de ska y el bajo bien poderoso ayuda mucho a entrar en una de las mejores letras del disco. Una de las canciones más producidas, e interesantes. ¡Ah! Debo decir que como bien dice la letra “es la humanidad sabés, / ¡este molto mambo!” : hay algo que me gusta y no me gusta,  algo incómodo… Quizás sea la oscura verdad que detecto de fondo; esa que dice, y uno lo entiende con las percusiones finales, que:

“(E)s el nuevo humor
la contradicción
¡en el espacio puede ser mejor!
En este mundo, todo de cabeza
la gente come con el televisor (.)”


Zamba:

Si Especies en extinción, es la canción que menos me gusta, o la que en la incómoda verdad que transmite, le soy tontamente reacio, la Zamba es mi preferida del disco.
Primero, la letra es poéticamente hermosa y plagada de hermosas imágenes. Tales como aquel “silencio de barrio” o esa “siesta que no vuelve a dormir”; son vistas melancólicas que se sienten en la atmósfera de la canción. La interpretación de Abadal es escalofriante –por el matiz y por el caudal de su voz-; La instrumentación es delicada, mata la batería, mata la guitarra española, mata el solo de bajo con djembe(¿es eso un djembe?) de fonto, mata el solo a lo Gilmour, doblado y tocado al palo, sin miedo a estirar las cuerdas; el final emociona, por el estribillo y por la voz que sufre resignada, que quiere olvidar a través del canto:

“Dame hermano este baile
para alegrar este día
que cante ya tu guitarra

Dame hermano un recuerdo
para olvidar ese día
que cante ya tu guitarra.”



La Zamba es la canción de la canción, metida en la canción.


De tu cuerpo con el mundo:

Todo gran disco debe tener algo oscuro. En Molto la máxima sería: todo gran disco debe tener algo oscuro y filosófico: “o finge que es mentira/  o miente que es verdad”. Del retruécano hermoso nace este “hombre nada especial” que “retuerce la realidad”. Aquí viene Molto con su arsenal de guitarras zarpadas y cambios circenses de ritmos sumados a punteos  trastornados…aquí viene Molto. Si en Café está el germen de Molto; en los once minutos, diez y nueve segundos de De tu cuerpo con el mundo está la planta cuando ya germinó hace rato y madura nos ofrece su violeta –y violenta- solidez lírico-musical. ¿Quien puede hacer una cita de Piazolla y de Led Zepellin y salir bien parado? Nadie excepto Molto. El final apoteósico con la batería jugando a asesinar a cualquier baterista tibiecito… Y por si fuera poco: ¡las voces de los muchachos hablando al final de la toma como si hubiesen grabado una cosita, una cosita así nomás!

Moltango ( la segunda vez):

Aquí el grupo se explaya. Como dicen esas profesoras de plástica en la primaria: “ahora chicos expláyense en la hoja”… Y nadie sabe qué es explayarse en una hoja. Molto tira bronces y ¿serán sintetizadores o las guitarras que fueron sintetizadas? Huelo a que son las guitarras efectosas que se pegan chiclosas justo en el medio de la cabeza, justo en el medio de la mezcla. Un track  divertido que quiebra –acertadamente, para mi gusto y aprovechando a meter lindos arreglos- lo que hubiese sido una canción elefante innecesaria en este disco que a esta altura de la escucha ya es bastante necesario para la vida.

Canción de protesta:

Si todas las canciones de protesta fueran como ésta Canción de protesta, el mundo sería mejor. Ya que aquí, la política y la ideología de Molto se vuelve de un inconformismo sano totalmente tierno que protesta con autoridad chacarera diciendo: “¡voy a cantar mi capricho!” carajo ( eso lo digo yo). La canción es hermosa y totalmente extraordinaria. Por un lado, cuenta con un comienzo tan tierno y arpegiado que no  que no se condice nada con el paranoico –artístico, collagero y ruidoso- final en tensión perpetua.

Carneval:

La última canción es lingüísticamente casi un carnaval, pero la e en vez de la a ya es todo un indicio de conflicto…Este Carneval, esta chica valsera que enamora, esta música con mucho espacio y aire, proponen un juego nocturno plagado de deseo y de antitética “dual soledad”. Aparece a veces un sintetizador que molesta al “cisne boreal”. Lo que era un verdadero vals carnavalesco, de pronto frena, al minuto tres y cincuenta y pico, bajando la intensidad. Un recurso que Molto domina a la perfección y que usa muy bien para poder ir subiendo y subiendo a alturas que son siempre, más altas que donde comienzan las canciones. Ahora bien, es el final. El disco termina de forma inteligente tanto en lo musical como en lo lírico. La coda se va comiendo la cola entre voces, guitarras, rulos de batería y moogs ambientales, hasta frenar con los platillos que nos recuerdan que  en el fin, todo era o es  un “cuento”, que así “nació lento, este carnevals” y que todo termina y cuando uno se ve en otro descubre perplejo que “ solo quedan dos burbujas”…


Esta picada sabrosa no es más que lo que es al leerla: un compendio impresionista, por no decir surrealista de lo que alguien siente o puede dilucidar al escuchar un disco. Disco, digo, que obviamente gustó…Por eso a escucharlo cada uno aquí:


Post picada y secretos

Una mía: los tres mejores temas: Zamba, Café, y De tu cuerpo con el mundo. Imagino un gran video para la canción Zamba y como soy malo no voy a andar contándolo. Si alguien quiere filmarlo arreglamos, soy caro. Otra: canto fuerte el estribillo de Zamba y a veces imagino que Abadal es una especie de Negra Sosa pero mucho más piola y no tan ortiba para con la nasalidad de Cerati.

Uno y varios datos de Sebastián Rodríguez Morell (quien mezcló y masterizó el disco). Toca el sintetizador en Carneval y me contó así medio como al oído que “en realidad los efectos ( de la mezcla)  los toqu(ó) todos en vivo, porque es mezcla a la antigua, solo que con soporte digital en vez de magnético. Estos son datos que pueden ser útiles”, dijo Rodríguez Morell. A lo que sugerí que el disco tenía una mística muy humana. No tardó en continuarme el delirio ya que, él afirma que “se siente algo muy humano. El  misticismo Molto lo tiene por si mismo. Yo quizás trate de potenciarlo desde mi aporte; pero son ellos, todo es generado por ellos”. 
  

Molto, Mística, Música

Molto nos cuenta acerca de su disco lo siguiente:
“La Magia Zapán da inicio con su cohorte de acordes y melodías armoniosas. Lo que pasa en realidad, es que esto que está acá es la música de un juguete que encontramos cierta vez, cuando dementes salímos a cabalgar por las calles de Buenos Aires. La esmirriada sonrisa de la marioneta se nos hizo perfecta, y en ese bailar constante que sucede entre la tristeza y la alegría, brotó de nuestros dedos este balanceo lleno de parches, este carnevals de cuerpos y juegos, esta infancia en el pecho y toda la impotencia de ser asediados por una mano blanca torpe que inhibe nuestras historias.
Instrucciones: Escuchar y bailar siempre que se pueda. No arrepentirse de haberlo hecho. Comer y escuchar Molto a la vez puede quedar bien y ser nutritivo; para dormir ya no es muy recomendable. Varias de las canciones son aptas para acompañar durante el sexo o una pelea callejera, no hay gran cosa de diferencia. Evitar escuchar Molto frente a un espejo. Para correr está bueno. Es como una buena pizza y va bien para el bajón o el bar. Y de nuevo, no arrepentirse de haberlo hecho.”



Cierro pensando en que el número ocho, es decir ocho canciones es el ideal de un disco a lo vinilo:  cuatro de un lado –una siesta-, cuatro del otro- unos mates- y listo.




Ladislao Serrano, martes 5 de marzo de 2013
















sábado, 2 de marzo de 2013

GENTE, NADA, DESNOS, ATRIL Y FUEGO

En las relaciones entre gente no sé cómo será o qué somos, ¿pos-posmodernos?, todo se relaciona a un favor, o a un favor disfrazado de una nada gigante que a su vez se disfraza de una total falta de decisión: no hay sí o no, hay nada, hay un silencio, una condescendencia amigable que sirve , ¡y cómo sirve!, para incomodar cada relación social... Y mientras tanto disfruto de ver arder en llamas un atril hermoso y alto, un atril del que podrían colgar preciosos lienzos o cartulinas, rellenadas, escupidas o pintadas por preciosos óleos, temperas, tintas, crayones, carbonillas, aceites y collages de millares de fotos de hombres, animales, mujeres, niños,máquinas y estructuras... ¡Todo ardiendo en llamas! Una nada condescendiente: eso:condescendiente una nada.