jueves, 27 de diciembre de 2012

UN CAMINO ECOLÓGICO



 Publicado en Pobre Feo y Elegante III, Bs. As., diciembre de 2012 (arte: Ariel Cusnir):


 Un camino ecológico


Ecobolsas artesalanes,
Tengo un amigo que hace
Ecobolsas artesanales.

Tiene cara de perla,
De perla cara y
Africana.

-Es- una perla africana.


Seguro fue obtenida por
Algún negro que nada, bucea y
Vive poco, cuyos tímpanos y pulmones se achican cada año…

Y todos tenemos algún amigo
Con una bolsa,
Que duerme rodeado de Artesanales bolsas.


 Este amigo mío,
Sabio vate del odioso modernismo,
Tiene también otra amiga
Que yo conocía


Y hasta quizás amé…
Y ahora anda rala
Por los pisos y
Fuma marihuana
Y estudia jardinería.

Y no voy –vivo- a comprar ninguna ecobolsa,
  Ninguna bolsa artesanal
Porque siempre está el mal…
El bello mal de la vida
De los hombres y
 Las mujeres y éstas mujeres…

¿Qué temen?
Tengo el semen
¿Qué quieren?
¿Un departamento, un auto?
Tengo el semen.

¿Una bolsa artesanal?
¿Seguridad?
Tengo el semen
¿Mano dura?
Tengo amor.

¿El semen?
Ya lo tienen…
Encapsúlenlo,
Háganlo hijos, quémenme
Quemen mi clasicismo
Quémenme romántico
Y trabajando
-si me encuentran vivo-

Acábenme
Y muélanme
Pero no olviden,
Al enterrarme,
de hacer agreste
este infierno;
 guardarme y besarme ya muerto y blanco. En medio
de un pálido desfile burgués,
en una ecobolsa-artesanal.



L. Serrano. 2012




miércoles, 26 de diciembre de 2012

EL DÍA GANADO AL ASESINO



El día ganado al asesino



La mañana
Una corriente de cuadrados
Que cuento en los techos

El mediodía
La colosal hora pérfida
Donde el frió te acalora

La tarde
Dónde las viejas
Se quiebran podridas

La noche
la hora en que la luna
me llama a entregarte el alma

=
=

La tarde
En que conoció la virtud
El asesino bañado en senectud

La noche
En que la coroné con
La pizarra de la poeta argentina

=
=

La mañana
En que una tromba
Se formó en el piso de mi cabeza.


El mediodía
Donde lo vivido
Fue importante tendida en la mesa.


La tarde
Donde lucho con el viento
Y con las lecturas de delinquir


La noche
En que sigo el camino verde
La senda de la muerte



La mañana en que
Pienso enajenarme
Un poco más

El mediodia
De los amantes
Que pasean desnudos

La tarde
De Boileau
Y los muertos

La noche
En que las naves negras
Partieron hacia la isla.

-esto-

La mañana que
Contuvo al
Mediodia
Que asesina
Cada tarde
Que culmina
Cada noche

- y esto-

En la mañana del día:

Deberá bañarse
Deberá pegar la estampa
Deberá abrigarse
Deberá afeitarse y limpiarse
Deberá luchar contra el calor del sol
Deberá disfrutar del celo
Deberá pelear en las casas de pisos blancos
Deberá en la mañana caminar y



Enajenarse de  plata








Y deberá inundar
Deberá luchar plástico
Deberá amar
Deberá dar vueltas
Deberá intentar asesinar las piedras que regala pulirlas y demacrarlas
Deberá hacerlo
Por eso
Por el eco lejano

-
-

Porque las sillas vacías persiguen
Cada mañana
Al que no duerme la noche


Y

Asiente:
El brillo diurno de la venganza.
El brillo del día oscurecido –asesinado-
                    El brillo Feliz.







martes, 25 de diciembre de 2012

"Sueño, los siglos vacíos: ningún cincel/ podrá minar la mole/ tenue de estos párpados...

L´Appennino

III

È assente del suo gesto Bonifacio,
dal reggere la fionda nella grossa
mano Davide, e Ilaria, solo Ilaria...

Dentro nel claustrale transetto
come dentro un acquario, son di marmo
rassegnato le palpebre, il peto

dove giunge le mani in una calma
lontananza.Lí `c è l`aurora
e la sera italiana, la sua grama

nascita, la sua morte incolore.
Sonno, i secoli vuoti: nessuno
scalpello potrà scalzare la mole

tenue di queste palpebre.

Jacopo con Ilaria scolpí l`Italia
perduta nella morte, quando
la sua età fu piú pura e necessaria.

Pier Paolo Pasolini, 1951 en Le ceneri di Gramsci

domingo, 23 de diciembre de 2012

El Subsuelo de lo Espeso... Mi subsuelo preferido...

 Publicado, además de aquí, en el tonto facebook de Cuarentena: http://www.facebook.com/Cuarentenarock


http://cuarentena.bandcamp.com/album/el-subsuelo-de-lo-espeso






El Subsuelo de lo Espeso es para nosotros un lugar algo macabro, pero que aceptamos y explotamos cada vez que podemos. El resultado de explotar este viaje musical al Subsuelo es lo que escuchan en nuestro ep. No exageramos, hay mas canciones, hay canciones viejas -que ya pesan y nos persiguen- y hay otros sonidos que van emergiendo: esos sonidos explotados, esa melodía tan triste y oscura como paranoica y hasta quizás felíz es lo que suena, lo que pusimos y trabajamos en este ep. Nos gustaría verlo físicamente, -no en desmedro del virtual mundo de hoy, que obviamente sabemos habitar- y vamos a hacer lo posible, ya entrado el 2013, para que esto se haga realidad. Ahora nos queda que escuchen lo que se nos cayó de los instrumentos, de los oídos, de los ojos, de la lengua y de nuestras voces: El Subsuelo de lo Espeso... El colectivo que tomamos para despedirnos del 2012 y para avisorar un nuevo horizonte musical. Cuarentena los saluda y les recomienda no conducir ebrios ni drogados: no salgan, quédense en sus casas, con sus familiares y sus amigos... Y si salen usen el colectivo macabro y atractivo que seguramente los deje -como a nosotros nos dejó- con ganas de amar en este mundo en el que todos quieren hablar y todos tienen sus motivos. No vivimos de Recuerdos, pero algunos nos emocionan y son difíciles de olvidar, nos sentimos bien acá, te sentimos bien -acá- pero queremos más; la incomunicación nos engaña con sus llagas pero el poderío celeste siempre nos da una chance más; y cuando estamos mal siempre elegimos un Tour de Taxi Dylanesco -para recuperarnos-.

Un cariño y gran saludo a Mauro Mosciaro por las ganas, el aguante y su eterna paciencia.
Un saludo a los amores de hoy y de ayer y a nuestras familias y amigos.
Un saludo navideño, desde mi casa que no tiene árbol de navidad.
Buen 2012 y mejor 2013... Y a darle que nunca ninguna profecía se cumple , sino lentamente. Muac.

EU, en nombre de Cuarentena


sábado, 22 de diciembre de 2012

UN POEMA...



A LAS ARTISTAS CONTEMPORÁNEAS



Que sea egoísta no quiere decir que no haya sentimientos.
O
No saber si esa forma fue buena. El problema, lo
Ambiguo y sarcástico. Es la duda, la des-a-fec-ti-vi
Za-ción…
En fin,
Las tres mujeres –solas, sin novio, sin esposo-
ahora, -solas, trabajadoras, empresarias, sin hijos-
Se deslizan en el aire, becadas en la frágil contemplación
De su arte revolucionario, ¿anarquista?, móviles y
Victimarias de la política,
Que no ven…
O
Toneladas de papeles, preciosas impresiones, brillantes carpetas
Negras, con y sin solapas, rojas, negras, azules: verdes.
Trabajos y cursos.
O
Pasaportes –artistas- que en la noche que surcan, vuelan
A México, el tesoro del –artista conceptual, revo y anti revo-
Viajar para poder volver, pintar
Para poder despreciar al pintor.
Conceptualizar para poder destrozar
-muy  moderna, muy marketineramente-
Al plagiador y al…Nada…
O
Somos tan originales que tenemos nuestra empresa
Calculada, asegurada en hielo, en
Hielo al Sur y al Norte:
Los nuevos galeristas  editores:
Los bellos asesinos…
O
Todos lo sabemos salvo aquellos que creen aún en la Verdad
Pobres tontos,
Pobres diablos enamorados de
Lo que ha muerto-sí-
Pero, que ni ustedes pueden olvidar:
El placer, el dulce y cálido placer del 
Niño…
Que ustedes nunca tendrán…
Trabajen trabajen para dar giro a la rueda
A la beca O
Ni siquiera al aterrizar…
O
Podemos decir que sienten acaso:
¿La Política sin saberlo?
¿El Amor al no entregarlo?
¿El Curriculum como biblia?
¿El Estudio como colocación?
¿El Egoísmo como motor de cambio?
¿Qué cambio?
Lo político fue oportunista
El amor lo desechamos, al no encontrarle objeto
El Curriculum lo rellenamos día a día cursi a cursi,
 papel a papel, muestra a muestra…
El estudio es nuestro vitalismo,
 nuestro alarde de moda,
nuestra pasión por el
Aniquilamiento:
En el tigre, el viejo museo,
 con viejas obras, con Quinqueles
y Arañas y -¡Qué lindo edificio!-
Es arte viejo, Es Milo… Lindo –nomás-
Es el seminario nuevo, lo más…
Ah: anacronismo: pasión marmórea: mueran: quiero
blanco, recto y frío:
Queremos penes rectos,
blancos y fríos…
Políticos blancos, rectos y fríos…
Amores blancos planeados objetivos y casas.
Estudios blancos –copados- rectos y fríos y… Actuales, modernos,
Izquierdas blancas, rectas, frías y democratizadoras…
Blancos: profesoras con anteojos en dos idiomas
y neutras: siempre críticas y
Que coman. Si es que comen,
empanadas caras a la vuelta de la Fundación
TVfónica.
Queremos más derecho de autor, más copyleft,
más amigos putonescos, más amigos vipescos,
“es tremendo pero es por contacto”…
Tampoco marfileemos…
Tampoco torremarfileemos. ¿Quién es nos acá?
Misterios: modernos. Certezas Marmóreas…
Preferencias: hipócritas.
Preferencias: blanquecinas.
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O mejor así: al llegar a la clínica,
re-leeremos el proyecto y agregaremos la
Nueva Bibliografía.
Pobres aquellos amorosos
muertos por la droga,
aquellos que creyeron que el saber la forma
los salvaría del papeleo…

O
Hablar, no ser funcional,
Llorar, no caer en la doble moral: morir en una.
O
Amar aunque pequemos de tontuelos.
Vivir: con nada si no es válido y sentido.
Despreciar: al cínico crítico a-genuino.
Amar amar amar…
El viejo edificio y
nuevo blanquito… habitar
la contradicción
sabiendo
Que es Contradicción
Llorando, mojando el viejo mármol y el nuevo blanco durlock...
Por la mañana empresaria y de noche artista conceptual,
Por la mañana México, y de noche el Norte,
Por la mañana Independencia, y de noche los viejos,
Por la mañana Adultez y de noche Negación,
Por la mañana…Empresarial y la noche Conceptual.

O
-Voy a ver una muestra, de la mamá de una amiga.
- Ah qué lindo…
- Es una muestra colectiva.
- Ah, qué bien… ¿Y dónde es?
- Es en una galería, no me acuerdo el nombre...
- ¿Es artista?
- Sí es la muestra de un taller al que va la mina…
- Ah…
-¿Qué tiene?
- Nada nada…
O
Amo y odio a las instituciones,
Amo cuando recibo sus cheques, sus medios y fines,
Amo cuando gano algo,
Pero odio cuando no conocen todo,
Odio cuando no defienden mis propios métodos,
vanidad intelectual,
mis modos de prensa-r.

O
Ya siento la calidez mejicana, acá sí
Que podemos
Trabajar en paz…

O
¡Rememorá, añorá tremendamente aquellos buenos tiempos
En que el arte era aristocrático!
¡Extrañá, llorá con fiereza por aquellos tiempos en que
Los poetas y los artistas se inyectaban con la misma aguja!

Noviembre 2012 L.Serrano






VIDA





S os la llama que enciende la vela
O la vela que tarde o temprano se
S iente entre los dedos que queman.
U na vida en completo Silencio Textual.
N ada que sea único, sedoso, proteico,
A ntinatural: eso sos, la antinaturaleza.
P ureza de tonteras, sacrilegios de tontos
(h)Umanos: eso sos, Pobrecita. Y todos
T e queremos, te amamos, te odiamos:
A veces (esto), eso, aquello: es el amor.
P eces que nadan sobre la vela encendida...
E rosiones de vergas esculpidas, seculares...
R "opa colgando en casas ajenas", como (ésta) frase...
O raciones sin sujeto ni predicado: Silencio Textual...
T renes que andan sin maquinista, girando, estúpidos...
E nunciados con ritmo periodístico al sentir de los Monos...
Q uimeras antipoéticas, antisuplementos, antilaburo, antitodo...
(m)Ujeres en casas,garchadas por -pequeños- pitos rosarinos...
I nundaciones en pasillos de los pobres negros...
E manaciones de los pobres negros, -No de (miÍ) Sexo-...
R opa chiquita, mÍa, de cuando cumplí 40 años...
O -mis hijos olvidados en el soplo de cada vela...

DIC. 2012.L.Serrano.

MA -ROSA- BRILLANDO



   
En “Rosa Brillando” la invocación comienza desde afuera, se ameniza el hecho teatral con té y dulces-exquisitos-.Luego, hay que traspasar la amena y atractiva galería de la casa-teatro Querida Elena, deslizarse por enredaderas, subir unos escalones y finalmente encontrarse con un personaje entrañable: La Recitadora (Vanesa Maja). Ella será el personaje, que invocando a  Marosa di Giorgio (Salto 1934-Montevideo2004) y obviamente, a su poesía, nos invite a ingresar en su espacio: “adentro todo se volverá más oscuro y más radiante”.
           En el año en que la invocación u homenaje a poetisas se apoderó del teatro off con resultados diversos,  pero sentidos todos –Pizarnik, Storni, por nombrar algunos nombres ilustres-, era justo que alguien se animara a teatralizar la siempre atractiva poética de Marosa Di Giorgio. Sus versos y prosas supieron entregar el misterio de la imaginación y el arte del erotismo, así como una simbología natural muy expresiva.
              El trabajo de dramaturgia es de gran calidad a la vez que respetuoso. La joya,“Rosa Brillando”, ha sido creada por Juan Parodi y Vanesa Maja. Parodi, director, engrandece el gran trabajo de la actriz, quien no siente ningún peso al contacto con el enrevesado y rico contenido lírico que brota de su boca.
               "Rosa Brillando”, o Ma- Rosa-Brillando deslumbra y apuesta de entrada al juego sensorial de la sinestesia. Los oídos se llenan de música; música plena, (tocada en vivo por Andrés Fayó y compuesta por Gonzalo Gamallo) que le escapa al efectismo fácil y abraza texturas atemporales. Los ojos se deslumbran con mandalas virtuales y vidrios de colores proyectados según los ánimos de La Recitadora.
           Entonces, podemos decir que en “Rosa Brillando” los sentidos son explotados de manera perfecta, sin ningún atisbo de error: la música en vivo apoya el ánimo del personaje y crea los climas. La escenografía se basa en pequeños objetos que se recargan de simbología al mismo tiempo que son proyectados.
            La Recitadora –una brillante y emotiva Vanesa Maja- , es y no es el alter ego de Marosa di Giorgio porque va más allá; mutan sus ánimos de forma emotiva, exasperante, deleitable. Y  como dice La Recitadora: “rosa es el nombre secreto de mi raza”
 “Rosa Brillando” o el efecto de la vida, el nacer poético. “Rosa brillando”
 o la antítesis entre la “paloma rosa” y la “mariposa negra”. Este espectáculo es, parafraseando a la poeta invocada, como un picaflor que nos trabaja el sexo.(1) Queda decir o sostener firmemente, que vale la pena cruzar el Parque Lezama, recorrer el verde y sentir el aire metropolitano, sabiendo que al llegar al otro lado, disfrutaremos de una fruta erótica plagada de luz y de sonido.

(1)  El poema pertenece a Obra Completa, 2005, y puede leerse este y otros poemas aquí: http://www.amediavoz.com/digiorgio.htm 


viernes, 21 de diciembre de 2012

MEDITACIONES MOBILIARIAS



A F. Piñeiro.
 

                Nadie sabe cómo sucedió, pero la conocí bien, una noche tarde, a las seis de la mañana por un hecho único y detestable. La conocí bien, digo, porque ya la conocía, digamos como dicen las viejas: la conocía del barrio. Aunque me parece recordar ahora que mi madre y mi padre habían organizado alguna vez una cena, o un almuerzo, en el cual estábamos ambos. Digo ambos, porque no importa nada más. No importa tanto lo que pasó sino que pasó. Eso, ese trozo de vida, de desilusión.
               
Una noche, estaba con unos amigos en un barcito muy hippie; o debo decir hippie-indie o simplemente un roñoso bar que quiso ser progre pero terminó por colgar en sus paredes reproducciones  de La Gioconda y hasta una -mínima-, pero recuadrada, versión del Guernica. Estos hechos nos daban todas las posibilidades de una velada de debate sobre arte. Pedimos vino, uno de mierda, pero que en los planes de marketing del bar era muy caro, y bueno.                       
La barra era linda, madera sólida y añeja. La habitaban, un señor barbudo, ¿el dueño quizás? , una chica vestida de negro, con ojos celestes, flequillo Stone y gracia infinita, y una chica más que hacía todo: moza, amiguita, te cobraba, te servía, te traía el cenicero. ¡Ah! debo decir algo a favor de este simple lugar. ¡Pudimos fumar!  El fumador, en esta época de tabaco triste y tenaz, tiene siempre un agradecimiento grande y serio para aquellos empresarios nocturnos que siguen adornando policías para que sus clientes puedan fumar adentro. Un saludo.
                No describí a la segunda chica: pelo rubio teñido, lo pude saber ya que se veían bien sus raíces renegridas morenas; un detalle más: era no muy alta, y vestía una especie de jean hot, pero no un jean hot roto caro, sino un jean gastado, casi blanco que dejaba ver parte de sus nalgas y de sus piernas, una pequeña franja de carne firme, suave y segura. Un nuevo saludo al dueño del bar.
                Debo decir que el marketing hippie-arty daba resultado, el bar estaba casi lleno y cada vez entraba más gente. Nos ubicamos en un lugar terrible y malo: en una especie de tarima fina a la izquierda de la entrada a los baños. Era incómodo porque este microcosmos estaba justo en el medio del edificio. El medio eran los baños, algo así como la línea del Ecuador del bar. Luego, había  como un apartado y más atrás aún, un patio, que seguramente nadie usaría, salvo para consumir alguna droga muy pesada. Desde que vimos el –apartado- supimos que allí se fumaba porro. Investigamos en los recovecos, pero no había tuca alguna, entonces pedimos otro vino. Pedimos también una cerveza. En el grupo- olvidé de decirlo-teníamos un diabético. Éste se sentía bien, esa noche, como para beber una sola cervecita, de esas chiquitas.
                Obviamente, decíamos que había que construir un espacio serio para las diversas manifestaciones del arte en la zona norte. Pero llegamos a la conclusión, vista la última elección en Vicente López, en la cual había ganado el primito Macri, que a nadie en Vicente López le debía interesar –a nadie dirigencial  y con llegada al poder cameral- el arte en sus variadas expresiones. Un nuevo triunfo del neoliberalismo amante de las cámaras de seguridad.
                _Mirá: una cámara boludo_.  Dijo chistoso el dabético. ¡Qué seguros estamos, seguro atrapan al que acaba de asesinarnos!
                Nos  reíamos con idioteces por el estilo. Pero a medida que tomábamos vino y el diabético se aburría y la chica de jeans-hot se iba agotando, ya nos miraba con esa divina risita de gente muy acostumbrada a trabajar de noche, el lugar o quizás la noche iba perdiendo los encantos.
                _Otra botella puede ser corazón_.Dije adoptando un tono lo más neutro, a-nocturno y amoroso posible.
                Decía: nos la ensañamos con la decoración del bar. Para uno le faltaba relleno, para mí, sacando el hecho de poder fumar y etc, el bar… No voy a ser objetivo, desde que salgo con una  artista odio las reproducciones. Me inclino por el arte original y si es una reproducción, ¡puaj!: que no sea una fotocopia o que no sea Guerniquilla o Giocondilla. Liquidamos, trabajosamente, algo  positivo: estos artistas tan geniales vencieron su propia reproducción, y llegaron a cualquier lugar. No creemos que se hayan cristalizado totalmente sus figuras de autor, sus nombres. Son obras que obviamente pasaron cualquier estrechez académica o artística. Son ¿víctimas o creadoras o sufrientes del marketing? O su  slow change is a moving out” se tragó todo y se gestó mediante muchos procesos sociales y de mercado una jubilación artística. En cualquier lado, alguien dirá, o Hughes dirá, y para mí con razón: “¡la culpa de todo fue de Warhol!” ¡Ah! ¡Qué sabias palabras! No hacía falta mirar ningún espacio del bar. Seguro había alguna copia del hombre, o la sopita o Mao o cualquiera de esas cosas pegada en la pared, en el baño o estampada en la cartera de alguna mujer…
                El vino… Ya estaba surgiendo ese efecto que llamo teórico y que vuelve a cualquier perejil un gran teórico universitario. Quizás los teóricos universitarios no sean más que serios borrachos, o borrachos serios, ampulosos, serenos…
                Ya la situación era insoportable.  No teníamos cigarrillos y no le íbamos a pedir nada más a nuestra divina de jeans-hot. El diabético se aburría, en verdad es alguien muy exigente; muy bueno con sus amigos pero con una cuota de seguridad en sí mismo y una seriedad para con los desconocidos que rodea toda su existencia de cierto toque malicioso y atractivo. Dije, sabiendo los efectos que producirían mis palabras en mis escuchas, que había un bar -mucho mejor decorado- a unas pocas cuadras; creo, que más bien eran muchas, que tenía junto a una de sus mesas un órgano de madera antiguo , pero se encontraba, a mi parecer  en perfecto estado. Los ojos del diabético se soltaron de sus límites acuosos. Se sonrió –era músico y sonidista- y dijo con tono quijotesco: “vamos, ¿me lo venderá?”. Detrás de su malicia -y su cervecita- se escondían la gracia y  el poderío burgués: el ahorro.
                Habíamos partido del bar, y al llegar al otro bar nos decepcionamos, más que ningún otro, la decepción mayor la padeció el diabético: estaba cerrado. Claro, en nuestra expansividad  teórico –alcohólica no nos habíamos dado cuenta de la hora que era, la poca seriedad de todo el asunto. Seguimos en grupo hasta la calle en la cual yo debía separarme de los sanchos y cabos reyes y dirigirme –quijote, zorro- al hogar. Doblé a la derecha, y ya sólo, en el camino me dispuse a meditar. Tenía mocos,  así que paré en una estación de servicio, a las cuales sólo les falta ofrecer alcohol, drogas y prostitución: y con el petróleo ya haríamos un espectáculo dantesco que es el que toda nuestra humanidad alguna vez sabrá merecer y obtener. (Una aclaración. Hay muchas estaciones de servicio que venden drogas, por ejemplo una que se encuentra en la esquina de la intersección de la avenida Maipú y Bermúdez). Compré unos pañuelitos descartables y unos cigarrillos, con lo cual me quedaron en los bolsillos la genial suma de dos pesos con setenta y cinco centavos. El tabaco seguramente ayudaría a secar la mucosidad. ¡Ah! Respiré hondo. La noche pedía un cigarrillo. Pero dije no. Lo encendería, pero al faltar dos cuadras y  setenta y cinco metros para llegar a mi casa. Esta exageración causal con el número del vuelto era una cosa irrisoria e inservible. Seguí caminando y me di cuenta de lo mucho que costaba meditar sin fumar. Ya era algo mecánico, me apené por mi escasa voluntad…
                Iban dos cuadras sin fumar, aún no me había dado cuenta de la dificultad real del asunto: faltaban diez y ocho cuadras para llegar a mi casa. Necesitaba distraerme con algo más que mera meditación existencial. Recordé lo vital para cierta sociología de la investigación empírica. Miré a ambos lados de la calle y observé la primera: Inmobiliaria Pastori. Luego vinieron otras más casi en la misma cuadra: Rechia-Garcharro, Parra, O‘Duche, Mara Gálvez. Prop, Di Nardi… Eran un montón en apenas cuatro cuadras…
                Seguí caminando, y al hacer digamos cinco cuadras más divisé: Gonzáles, Merkel. Prop. Suarez Bienes Raices, Dizau, Gutiérrez y Mangue, León Maurrás. Este último apellido me divirtió mucho debido a que imaginé una posible segunda vuelta que sería de película: Macri vs Maurrás. ¿Quién gana? Cuidáte lector. No tengas miedo de pensar, que si Macri ganó en este partido –el primito, de todas formas éste es un partido que siempre fue de derecha, el más rico, el alfombrado el…- el hombre que ni siquiera sabe dónde queda el partido ni vive en el… Bueno, al sentir que había –casi- olvidado las ganas de fumar, me dispuse a enfrentar la terrible y temible realidad empírica del asunto.
                La hipótesis se redondeó  casi sola. Faltaban cinco cuadras para llegar a casa, en esas cinco cuadras, para mi sorpresa, encontré seis inmobiliarias, dos de las cuales eran clásicas, es decir, que ya existían desde antes de que yo naciera.
                Claro, pensaba rabioso, la gente se queja  porque no hay industria. Estos pequeños burgueses, esta clase media que genera su propia destrucción, la genera y bien, con las bolas puestas. Es decir, una parte de las inmobiliarias - mi alcoholismo me impidió generar la ecuación y terminar la oración, pero conté en promedio más de dos por cuadra en un rango de unas veinte cuadras-… Sabio lector sobrio: saque sus conclusiones. Sigo, una parte son digamos de familia, viejos que se dedicaron hace más de treinta o cuarenta o veinte o cincuenta al negocio inmobiliario, la culminación de la propiedad privada: vender propiedades privadas… Sigo, supongamos que ese grupo reducido de inmobiliarias es el grupo clásico. Ahora bien  ¿De dónde salió o cuándo pasó que de cinco inmobiliarias se pasó al número exorbitante de veinte o más en veinte cuadras, eso sin contar  otras calles debido a que esto nació de tratar de pensar sin fumar? Digo yo, que este nuevo grupo de especuladores de inmuebles sumado a otros pequeños grupos más del campo empresarial, nacen de las regalías de sus papis , viejos especuladores o viejos empresarios de industria pequeña o hasta empleados que en base a ahorro y demás cosas –siempre sospechosas- lograron ir adentrándose en la compra-venta de inmuebles. Este parasitismo económico, se debe a la impunidad con la cual se manejan las ventas de propiedades: precios en dólares, alquileres caros, pero que la gente paga por no poder acceder nunca a comprar algo propio, facilidad y rapidez en la construcción,  precios relativamente baratos de la mano de obra, necesidad de grupos económicos –no sólo dueños de jugadores de fútbol sino fundaciones de los jugadores de fútbol- de lavar rápidamente dinero sucio… En fin, el viejo truco de la plata que no anda en ningún lado, pero se huele, tarde o temprano: límpida. De trabajo o fábricas ni hablemos. Y valga la redundancia: vi montones de carteles de casas en venta y departamentos en alquileres…
                Estaba a dos cuadras o tres de  casa y decidí terminar la farsa: encendí un cigarrillo.  Caminé rápido; ya casi veía el toldo gris y blanco que cubre el auto de mi padre: un  auto de alta gama color plateado. En unos segundos o minutos el sol aparecería y chocaría con la luna en un paisaje tremendamente romántico pero que yo no llegaría a ver. Tenía el cigarrillo apretado entre los dientes, lo presionaba con fuerza, casi lo mordía entre los labios. Estaba abriendo la reja, puteando por que la habían dejado cerrada y esa llave mía anda un poco mal. Estaba casi entrando cuando por una de esas casualidades miré hacia atrás y divisé el auto de mis vecinos de enfrente estacionado, pero considerablemente alejado del cordón, como lo dejaría un borracho que recién vuelve al hogar sobreviviente  al peligro vial. Volví a mirar, puesto que había algo raro: los vidrios del auto estaban un poco empañados, no mucho, y se podía ver algo así como una forma humana en el asiento del conductor.
                Me acerqué lentamente, y cuando llegué casi al lado de la ventanilla la vi por entre un mínimo espacio que había dejado abierto entre el parante y el borde superior de la ventanilla. Ella estaba sentada en el asiento del conductor, mi  vecina, la hija del matrimonio del tano Jorge,  técnico de vóley y escritor de novelas policiales, y Gabriela, profesora de educación física. Le caían lágrimas gruesas de sus ojos marrones y su maquillaje estaba todo corrido: una pena. Ella no me había visto, ya que lloraba dando la cara contra el garaje de su casa.
                Me le acerqué más todavía al vidrio y le di un golpecito al vidrio. Me miró y le hice con el pulgar en alto la seña de si estaba todo bien. Un segundo después le dije que bajara la ventanilla. Obedeció y pude verla mejor. Estaba vestida de fiesta, con una pollera corta y una remera negra con escote pronunciado; los zapatos –de taco alto- estaban apoyados muertos en el asiento del acompañante. Le salían mocos transparentes que  debajo de la nariz se mezclaban con lágrimas.
                _ ¿Hey, qué pasó, estás bien?_. Dije tratando de parecer sobrio. Obviamente estaba mal así que la frase fue dicha con tono descendente y tierno.
                _ Nada, mal de amores_. Dijo la vecina. ¡Ah! Algún gusano la había lastimado… Me miró como buscando explicaciones a su corto pasado de 17 o 18 años. Y señaló con el dedo índice de la mano izquierda hacia la casa vecina a la mía, casa que estaba frente a la suya que es muy grande y deforme pero imponente. Recién en ese breve momento, en esos segundos , pude dar cuenta del detestable hecho, la grasa capital del asunto:
                GIULY TE EXTRAÑO Y TE AMO. TE NECESITO, NO PUEDO VIVIR SIN VOS
                Abajo, haciéndose cargo de semejante golpe bajo -el pasacalle estaba  cuidadosamente colocado de tal forma que daba justo hacia  la habitación de la damita, cosa que esta no pudiera eludir el asunto-, firmaba la obra un tal FER.
Al ver eso sentí tristeza y curiosidad, ya que no había visto semejante asesinato producto de mis meditaciones inmobiliarias.
_ ¡Ah mirá! No lo había visto_. Sufrí en ese momento de pobreza discursiva. Quedé mudo ante su cuerpo. Su pelo negro estaba despeinado, su pintura corrida, los labios rojos, inflados, la pollera  se subía un poco hacía su ombligo por lo que se veía una bombacha blanca, con caladitos, de esas  que dejan ver preciosos restos de piel. Estaba perfectamente depilada. Lo que contrastaba con su cuerpo itálico y angelical eran unas pequeñas patillas de pelo recién nacido que salían algo varoniles delante de sus orejas. La rareza decorativa: no tenía aros, quizás estuvieran posados sobre el torpedo del auto y  no pude verlos. Hubo silencio. Un silencio de mutuo acuerdo. Volví  a decirle:
_  Es triste, claro, pero porqué no entras a tu casa, así no te quedas en el auto sola…
_ Pero, voy a hacer ruido y mi mamá me va a preguntar…
_ Bueno sí, pero te metés rápido en tu cuarto y llorás todo lo que querés y mañana… Hoy…
_ Sí, tenés razón_. Le di una palmadita en la cabeza, una palmadita paternal. Agarró con firmeza sus zapatos, un abrigo que tenía en el asiento trasero y ningunos aros y bajó, ya sin llanto, del auto
Le di un beso de buenas noches y cuando me estaba dando vuelta para entrar a casa recordé un detalle que me haría quedar muy caballeroso: tomé el paquete de carilinas del bolsillo de mí campera. Luego, me acerqué justo cuando iba a entrar a su hogar y le tendí los pañuelos, esta vez sin decir palabra. Ella sonrió.
Me fui a dormir contento. Gracias a esto había olvidado el negocio inmobiliario. Al mediodía siguiente supe que el vino era bueno, ya que no había efectos secundarios del diletantismo sociológico. El pasacalle, como cualquiera supondrá con razón, era muy grasoso, de un mal gusto aún mayor que siendo tela virgen de significado. Duró algunos días, casi una semana. Alguien lo habrá sacado. Podría haber sido yo, pero no fui yo quien lo sacó. Eso hubiese sido demasiado…
No vi a la pequeña vecina durante un largo tiempo…

Hasta que un día, caminando por un parque cercano a  casa, la vi de lejos, estaba corriendo, había salido a sus padres en cuanto al gusto por el deporte. Vestía un buzo gris y  pantalón azul. Podría decirse que estaba vestida con la vulgaridad de los que corren o trotan, pero sus formas eran perfectas, una colita de pelo alta coronaba su cabeza. Venía distraída, escuchando música con auriculares. Venía trotando directamente hasta mí. Esperé hasta que estuvo casi al lado mío. La sorprendí tomándola de un brazo, se alegró al verme y sonriendo me dijo que ya estaba bien, que ése había sido un ex. Yo, por mi parte, le dije que me gustaría correr con ella para ayudar a mi precioso estado futbolístico y al tabaquismo – y en verdad: detesto correr solo-. Nos saludamos y seguí mi camino.
Mientras cruzaba el parque, y viendo que me acercaba a un cartel de Merk.Propiedades, no pude evitar pensar en cuál de tantas inmobiliarias habrán comprado su casa los padres de mi vecina preferida. Y, casi con furia, me dije que sólo un hijo o nieto de inmobiliarios podría haber tenido el mal gusto de pagar –y colgar- por un pasacalle tan vulgar. Lo pensé, sabiendo las pocas probabilidades de que esto hubiera sido así. Pero ya sabemos, con el empirismo no basta; hay que deslizar, arriesgar, siempre las mejores hipótesis.



Fechado en algún mes de la primera mitad del 2012.L. Serrano
               

miércoles, 19 de diciembre de 2012

DEL ALCOHOLISMO: DOS JUVENILES FOTÓGRAFAS.



Hay, existen, habitan en Zona Norte,dos fotógrafas juveniles. Dos grandes juveniles fotógrafas. Para su suerte, ambas tienen una amiga, que oficia – sin querer y en un futuro seguramente lo hará cobrando un sueldo- de Agente, ser adorable que bauticé: La Agente. Por esta Agente, conocí a estas dos jóvenes fotógrafas. Realmente ya las conocía, pero no las recordaba. Esto podría ser el colmo del periodismo o la crónica o algo por el estilo. Lo cierto es que expongo una verdad de cronista: fui hasta el bello Patio del Liceo ubicado en Av. Santa Fé  2729, para luego subir sus escaleras un tanto empinadas, para luego entrar al Studio 488, por el único hecho de haber prometido realizar una reseña en una fiesta, hace unos días, borracho. Seamos claros: estaba borracho cuando acepté el bello folletín y luego deslicé un estúpido pero sincero: “yo te hago una reseña”. En fin: tomen al cronista y su verdad o déjenlo. Ahora, lo bueno es que descubrí a dos grandes juveniles fotógrafas. No dilato más.
La muestra colectiva de fotografía se llamó Directo a Los Ojos y su fin era exponer lo trabajado en el taller –del mismo nombre que la muestra- de creatividad y seguimiento de proyectos fotográficos que dicta Marcela Valero Narvaez. En el folleto de la muestra se propuso una trilogía verbal muy interesante: “observar, contemplar, descubrir”. Entonces, obvio vino en mano, me dispuse, luego de saludar a La Agente de las juveniles fotógrafas, a “observar, contemplar, descubrir” sin mayores expectativas. Observé algunos trabajos interesantes. Sí, el nivel general –técnico- era bueno. Pero había muchos lugares comunes, fotos con excesivo conceptualismo que terminaban vacías o fotos con excesiva pulcritud y poco juego. Y para colmo: había una cantidad inusitada de gente, mucha mucha gente. Casi no podía seguir ese círculo imaginario que todo ser realiza en una muestra. Me quedé parado. Estático y algo cansado, ya tenía una leve pátina violácea en mis labios. ¿Seguir o no seguir, era esa la cuestión? ¡Y había olvidado los nombres de las fotógrafas que debía  ver y  reseñar! ¡Y La Agente no estaba a la vista en ningún lugar! Era el momento para irse… Pero no, el alcoholismo es dueño de una ética. Me salvó mi amigo Sebastián –crítico duro si lo hay, y en todo lo que sea artístico, y en este caso yo temía debido a sus conocimientos en fotografía- quien sobrepasó a una vieja por su diestra y se colocó en el lado ficticio del círculo ficticio que nos faltaba recorrer. Me detuve, y observé:
- ¡Qué lindas fotos! Estas son las que más me gustan, tienen algo de misterio, una capacidad para captar el momento, la escena, la historia…. Dije verdaderamente feliz.Esperaba temeroso la reacción de mi sabio amigo...
 Sebastián se paró, observó  y contempló. Luego descubrió y dijo lo que yo no me animaba a expresar:
- Estas de este lado son muy buenas y ésta de acá es Lucila, Lucia Basile, y esta de acá es Julita…Julieta Terceiro. Son lo mejor de la muestra, la verdad eh... Mirá cómo laburan las luces y en este caso el enfoque. No exageran tanto con los efectos o con el Bokeh…( dígase Boqué y quedará muy bien en el ambiente).
Era verdad. En toda la muestra eran las mejores. Me quedé prendido contemplando.
 ¿Podríamos decir como siempre que se escribe algo sobre alguien joven que estas chicas, estas mujeres son una gran “promesa”? No, no y no. Creo -y acá citaré el único libro que trata más o menos acerca de la fotografía que leí en mi vida-, como sostiene Barthes en La Cámara Lúcida que “la fotografía es un arte, una ciencia de los cuerpos, objeto de deseo o de odio”. Entonces: Julieta Terceiro y Lucila Basile ya son Fotógrafas ( con mayúsculas) o si no lo son para alguien, lo son para mí y seguramente para algunos de mis amigos o amigos suyos que seguramente tienen mucho mejor gusto y eticidad artística que algunos respingados.Lucila Basile y Julieta Terceiro dominan la ciencia de los cuerpos  y provocan deseo a través de sus trabajos fotográficos.
Lucila Basile es la fotógrafa más – lo digo y no sin miedo- naturalista de las dos. La naturaleza es vital en sus fotos. Fotos que raramente son melancólicas. Al verlas me invadía una alegría extraña, una alegría no vulgar. Pero también sabe explotar el misterio: su foto de la salina me invadía desde un studium, -siguiendo a Barthes-, que me obligaba a ver, en mi mente, el poema hermoso y misterioso de Zelarayán titulado La Gran Salina. Mientras veía el blanco y el horizonte, casi sentía al viejo recitándome al oído: “Yo vacilo..../ y callo..../porque estoy pensando en los trenes de carga/ que pasan de noche por la Gran Salina.”. El mismo misterio habita en la foto de las dos nenas rubias en el bosque, dadas vuelta mirando a la nada o a algo... Aquí hay una veta que Basile puede explorar más. Es dúctil. Muestra personalidad tanto en la fotografía de flores ,como de cuerpos en movimiento-aunque prefiera el estatismo-, como en paisajes o situaciones nocturnas. También se lanza al collage paisajístico con un resultado interesante.  
Pasemos a la otra juvenil fotógrafa. Julieta Terceiro invade desde el punctum. Las fotos de Terceiro punzan. Sus personajes, incluso algunas personas coinciden en ambas fotógrafas por ser seres cercanos, se muestran plagados de una ambigüedad sensible y sexual, que muchos podrán definir como típicamente femenina, pero que prefiero definir puramente como erótica o, si nos ponemos más exquisitos, como sensualista. Una foto me marcó particularmente. En un bosque se ven correr a dos chicas: es casi como una vacación de otro tiempo que visto ahora es melancólico y misterioso, pero que en la fotografía, intenta punzar y salirse: como si las dos chicas trataran de saltar a este tiempo sin dejar de correr, de jugar, de reir y estarse a gusto en aquél…Otra bella foto sitúa  en blanco y negro a una chica fumando rodeada de edificios. Ahora bien, lo que sería una foto casi cliché, bien porteña, con todo lo francés que puede tener una imagen porteña; es resuelta por Terceiro con una apuesta sabia. La chica es vista desde abajo y los edificios se superponen en un juego de sombras: esta chica termina siendo una sombra que se filtra transparente en las paredes de las moles blancas. Los planos se disuelven provocando una ilusión de corrimiento, sin perder de vista el cielo en una especie de horizonte.
Podría escribir muchas más palabrerías, siempre desde esta subjetividad. Pero todo concluye.
Estaba feliz luego de disfrutar de mis dos fotógrafas juveniles favoritas. Pero faltaba algo: además de las fotos expuestas en las paredes, había algo así como objetos o juguetes de artista con fotos que habían quedado fuera de las paredes blancas de la muestra. Lucila Basile agrupó bellamente unas fotos terminadas de forma simple pero con gracia, en unos marcos de cartulina. Estas fotos habitaban en una bolsa colorida. Me dieron ganas de robarme la bolsa. Pero ya un cronista borracho es malo y uno ladrón lo será doblemente… Julieta Terceiro –más clásica- imprimió un bello libro que rezaba una oratoria spinetteana: “no te alejes tanto de mí”… Las fotos de los libros confirmaban lo expuesto. No había nada más que hacer allí.
La Agente sugirió comer pizzas; y lo sugirió con una seguridad tan grande que todos aceptaron a coro.
Me fui del Patio del Liceo sabiendo que Julieta Terceiro y Lucila Basile dominan  el arte de los cuerpos: humanos o animales, naturales o artificiales, nocturnos o diurnos. Ellas dominan la fotografía y sus técnicas y ya vislumbran cada una su estilo que en el futuro definirán o trastocarán.
Finalizando, así como Julián del Casal cayó fulminado al conocer a la poeta Juana Borrero, poeta que siendo adolescente ya tenía un dominio lírico tremendo y asesino. Yo, caí fulminado ante dos grandes juveniles fotógrafas. Y, podemos terminar realizando una apología del alcohol: si no hubiera estado borracho aquella noche en la que La Agente me invitó a la muestra, no me hubiera deleitado, no hubiera observado, contemplado y descubierto a estas dos artistas de las luces y cuerpos.

Para que no digan que soy malo, la muestra  también contó con trabajos de:

Agustina Abril, Angie Luna, Beatriz Masine, Belén Caramanti, Daiana Imas, Elisa Gulminelli, Gabriel Lichtenstein, Guadalupe Basagoitia,  Issy Vaz Ferreira, Josefina Alvarenga, Juan Martín Kange, Juana Iribarren, Julieta Echeverría, Julieta Terceiro, Julio Blasco, Luciana Cosentino, Lucila Basile, Marcela Adad, María Victoria Rossi, Mariana Albertina Palacio, Ro Heine Galli, Sandra Sciaini, Santiago Cantilo, Sofi Iezzi y Sofía Barberis.
El trabajo de Lucila Basile pueden verlo aquí: http://lucillew.tumblr.com/

El trabajo de Julieta Terceiro pueden verlo aquí: http://julita-t.tumblr.com/


L. Serrano. 19 de diciembre de 2012.



martes, 18 de diciembre de 2012

CHAPADO A LA ANTIGUA...Y FOTÓGRAFAS JUVENILES...

Tarde de juveniles fotógrafas, juveniles y muy buenas:

Lucila Basile: /http://lucillew.tumblr.com/

y aquí,Julita Terceiro:http://julita-t.tumblr.com/

( Debo escribir una reseña-nota- etc. Esas cosas que prometo borracho, pero las fotos son tan lindas que me distraigo mirando...)

Luego del vino,  vino a la noche, el turno de una grabación. Hora de entrada: ¿1 y algo de la mañana?Hora de salida: ¿6 y algo de la mañana? Un 21, una tortilla comprada en la parada. Breves momentos de insomnio, breves momentos de ¿resaca?, breves momentos de sueño, luego una fotocopia y trámites...( ¿va con acento? La puta puta sobrecorrección...)

Lo que dejó la noche con Fausto Aguirre:


CHAPADO A LA ANTIGUA

Me gusta checkearte por encima de los Ray Ban,
sé como mirarte en el espejo maldito.
Ya averigÜé lo que pasa con tu vida,
algunos me dirán chapado a la antigua.

Me pongo borrachito y te tiro unos textos,
no puedo evitarlo vino conmigo adentro.
Tiendo a imaginarme hijas con todos...
En cambio al despertarme sólo veo un servicio...

"Estamos solos y al despertar, milagrosamente estamos, acompañados. Y así y todo, me pregunto, si verdaderamente cuando nos despertamos, estamos acompañados como mereceríamos estar. Y tiendo a imaginarme Hijas, que son el resultado, la continuación, de nuestro amor por una mujer..."


lunes, 17 de diciembre de 2012

Nuevamente... Eliryvenidor...

Nadie leerá el blog, pero hay algo que me parece interesante. Es lo siguiente, propongo usar mi blog como un archivero de notas, poesía notas o cosas que escribo para tenerlo todo aquí: algo así como un díario web. Los años anteriores, y todo lo que haya escrito de forma tanto maliga -mal escrito también- debe olvidarse y no ser más que una anecdota de una adolescencia -adolecer como diría Kristeva- tardía sufrida y tonta, pero como toda adolescendia hermosa. Ahora el fin es como de apunte literario borrador o archivo de originales.

Suyo estimado mundo tonto y bloggero: Ladislao Serrano.