miércoles, 27 de febrero de 2013

EL DIBUJO DE TUCÁN DE LA BOMBILLA TRAÍDA DE MISIONES...



El dibujo de tucán de la bombilla traída de Misiones
Quiere salirse
Volar volando fundirse en metal
Echarse para atrás de la pared plateada.
Entrar al agua y subir
Entre el gusto a hoja y palo de la yerba.
Volar, subir, llegar a la saliva;
Divisar tu fuego, lo rojo. Salir de la boca
Y ver la tierra roja, pesada de origen.

lunes, 18 de febrero de 2013

SOBRE EL RECUERDO DEL SUEÑO BLANCO

Eres rudo: el sueño te tiene miedo
pasa cierto tiempo y no tienes
Sueño.

Pasan ciertas cosas, ciertas horas
y no hay sueño ni nada,

todo es una gran montaña.

Sentir, eso sí, pensar
el gusto de dormir, solo un poco
para luego Soñar
solo un poco.

Algunos disfrutan de
hacerse un nudo con el tiempo,
distraerse en el aire verde.

Lanzarlo y contenerlo
Apretarlo y olerlo.

Todas las mañanas
serán nada.

Otros, evalúan
armarse de valor con su
aire amarronado.

Eres muda cuando buceas en
Tu casa.

Leer una horita y escuchar
La música.

 El gusto de parir, un poco
y luego saber que algunos
se apenan: duermen sin soñar...

Pero no saben que
todos sueñan
se lamentan, pero
en realidad se lastiman
lamentándose el no saber
recordar sus sueños:
dormidos como una abuela en
una casa calefaccionada,
usando frazadas blancas,
blancas y suaves.

No quieren morirse
sin aprender a recordar
sin aprender a ejercitar
sus sueños de noche, sus
sueños de días y días
que se esconden detrás del
Gris, detrás de la aparente
Nada blanca que esconde
Otra Nada gris: todos
Sueñan: pero algunos

no saben recordar, no han
podido socavar en las mañanas
El recuerdo

Blanco recuerdo de la Nada
del ayer, de los sueños
de cinco

días con una persona
o los diez días de cruce
con esa

persona. No. No todos
le prestan atención a Nada
sea Blanca o Gris,

sea Blanca detrás de Gris
no importa. Si hay miedo al recuerdo
habrá

siempre, siempre, siempre
miedo al Sueño
miedo al Sueño Blanco.



Enero 2013.

jueves, 14 de febrero de 2013

¿POESÍA MEDIÁTICA?

ARS MEDIATICA


                            
Todo se llena de Aristimuñones
y Bionicadas. Y el Celeste es el
color favorito de la mujer bajel
que rodeada de drogones tules,
enciende las tremendas giladas.

miércoles, 13 de febrero de 2013

ACERCA DE ALMA...

Para Espectáculos de acá: http: http://www.espectaculosdeaca.com.ar/?p=3417



Podríamos comenzar la nota de Alma, el unipersonal dirigido por Armando Saire y Leonardo Odierna, contando que Alma estrenó el dos de febrero su segunda temporada. Y, si en el teatro las obras se vuelven a estrenar eso es una buena noticia. ¿No es odioso cuando uno recomienda algo y dura apenas unos meses, en el mejor de los casos? Alma cuenta con el poder del reestreno: se lo ganó con trabajo.
El unipersonal, escrito por uno de sus directores, Saire, y por la actriz Lorena Székely, cuenta con un gran trabajo de preproducción en general, y de predramaturgia. Como disparadores, una obra: El alma buena de Se-Chuan, de Bertolt Brecht y una película bastante reciente: Irina Palm de Sam Garbarsky. Entonces, de un clásico y una película nace otra historia. De Maggie a Irina Palm, de María Victoria a Alma. Nace la historia de Alma. Y  no olvidemos a Shen-Te, la joven hetaira brechtiana poseedora de un gran corazón. Algo en común: en todas las historias hay una mujer que es modificada por un hecho central.
Arriesguemos interpretaciones o lecturas: Alma o la transformación obligada y poco a poco aceptada, acostumbrada. Alma o el viaje a la ciudad, ciudad que no siempre se presta a las sensaciones que contagian sus bellas luces nocturnas. Alma o la vida, el silencio, la muerte, el dolor y el trabajo. Alma o todo lo que un ser humano puede degradarse para pertenecer, para brindarse un sabroso lugar en el comedor de la vida capitalista y progresista…
Ahora bien, ¿cómo vencer dramáticamente el estancamiento en el que caen muchas veces los unipersonales? Alma apostó a la variedad de personajes, que son precisa, brutal, y bellamente interpretados –todos- por Lorena Székely. Brillantes diálogos – ¿o acaso monólogos?- y una extensión justa ayudan a mantener la obra en equilibrio. La actriz ha realizado con éxito un estudio fino de la disociación psicológica. Lorena Székely es creíble y fuerte tanto en el papel de Alma, la gastada luchadora,  como en la piel de la aniñada y pura María Victoria.
Hay escenas emocionantes y tiernas. Hay escenas que reproducen con virtuosismo el movimiento; el viaje en tren desde algún pueblo del interior hasta la bella ciudad, la ciudad dónde María Victoria se deslumbra con esos relámpagos que parecen ser “bichitos de luz”. Hay escenas que golpean, punzan. Hay escenas para pensar y ser pensados.
La producción elige acompañar la potencia disociativa de Székely con pocos objetos: una silla, una soga, y una planta. Ocasionalmente sonará algún ruido de tormenta, o antes de comenzar la función escucharemos una música divertida que nos predispone bien para los momentos que luego habrá que enfrentar. Casi no hay sonido y eso hace que se sienta aún más el poderío de la actriz. La iluminación, diseñada por Nestor Navarría y operada por Miguel Madrid, hará de guía.
Vale la pena ir a ver el gran trabajo que Székely realiza en este viaje que va desde el interior a la capital, desde el salto de soga a los desinfectantes, desde la pobreza al dinero, desde la semilla hasta la planta. Y sólo me quedó algo en el tintero del cerebelo: ¿no será sabio no moverse?, ¿no será sabio evitar el silencio familiar y confesar de dónde nacen nuestras montañas de dinero? Será, espero, todo una cuestión de Alma que cada uno sabrá resolver…El problema es que el alma, como dijo la poeta: el alma no se ve.

L. Serrano.

 


lunes, 11 de febrero de 2013

PUEDO HABLAR DE MÚSICA



Puedo hablar de música
Puedo hablar de sexo
Puedo hablar de tabaco
Puedo hablar de T.C.
Puedo hablar de T.C. 2000
Puedo hablar de fútbol,
De técnica futbolística.
Puedo, puedo,
Hablar de pianos voladores
Puedo hablar de joyería
Puedo hablar con madres
Puedo hablar con abuelas
Puedo hablar con nenes
Puedo hablar con nenas,
Puedo hablar con nenas .
Que parecen y pueden,
Hablar como nenes.
Puedo criar un Grito
Puedo, puedo,
Hablar de ropa.
Puedo hablar de lo que es
Hablar de Literatura.
Puedo hablar de "Literaturnost",
Puedo creer que
Puedo hablar de Poesía.
Puedo hablar de Internet.
Y apps y odios.
Puedo, puedo,
Hablar de natación
Puedo hablar de técnicas
De natación. Pecho era
Mi favorita.
Puedo hablar de la sensación
De abrir los brazos
Y abrir, extender las
Piernas hasta un límite
Inguinal. Y volver a
Jiuntar las palmas. Puedo
Hablar de sensación
-OHJPS, OHJPS- de levantar
La cabeza y volver a levantarla
Y bajarla sumergido.
Puedo hablar sobre levantar
Y sumergir la cabeza nadando
Pecho, puedo, puedo.
Puedo hablar de Tereré
Puedo hablar de drogas
Puedo hablar de drogas livianas,
Por consumirlas.
Puedo hablar de drogas pesadas,
Por verlas consumir y leer.
Puedo hablar de todo por
¡Leer, nomás leer y podés hablar de
Todo! Agrandado puto por leer…
Puedo hablar de bichos de campo,
Puedo hablar de carnear conejos
Puedo hablar de cuando al conejo le dan
¡Pum! En la bocha, pero queda todavía
Con los ojitos abiertos…
Puedo hablar que hacen algo raro
Y rápido, muy rápido con el
Cuchillo y quedan los ojos del conejo
Y el cerebro al aire y las patas pero
No queda la piel, la piel
Yace en el piso barroso o de tierra seca,
Según la estación.
Puedo hablar de cocina.
Puedo hablar de cebollas:
Morada, blanca, chiquitas, redondas,
Deformes, cibulets, cebolla de verdeo.
Puedo hablar de pollo al verdeo
Puedo puedo, hablar de política.
Del pollo al verdeo que comen los
Políticos en el restó…
Puedo hablar de cuando gastan
Mil pesos en una cena unos amigos…
Si invitan…Y ninguno de ellos
Es piloto de T.C. o T.C. 2000.
O T.C. pista. Puedo hablar, puedo
Puedo hablar de economía
Puedo hablar de sociología
Puedo hablar de Durkheim,
Puedo hablar de Marx, de Weber.
Puedo hablar de Talcott.
Puedo hablar hasta con una tía
Imbécil, Puedo, puedo,
Puedo hablar de Reguetón.
Puedo hablar de Rincón,
Puedo hablar -desde- un Rincón,
Puedo hablar desde una silla,
Puedo hablar de estilos
De sillas y no vale la pena
Hablar de muchos estilos de sillas.
Puedo hablar de Calamaro.
Puedo hablar de reglas de puntuación
De punto, coma, normas negativas,
Errores, casos de normas negativas,
Del caso en griego puedo hablar.
Puedo hablar del caso en griego
Ático: un caso del orto:
Pero, ¡Qué caso!
Puedo hablar de cosas latinas
No puedo hablar en Latín.
Puedo hablar acerca de rudimentos
Del latín. Puedo hablar de boxeo.
Puedo hablar de lo boludos
Que parecen los viejos jugando a las
Bochas o al tejo o a eso.
Puedo hablar de lo boludo que uno
Se vuelve de vacaciones , tirado en
La playa con un sombrerito que
Nunca se usa –nunca- salvo en
Playas. Puedo hablar de lo
Boludos que son los argentinos
Cuando adulan a los uruguayos.
Puedo hablar de lo boludos
Que son los uruguayos cuando
Se quejan de los argentinos.
Puedo hablar de los brasileños brasileros,
Puedo hablar de brasileñas brasileras
Puedo hablar de novios,
Puedo hablar de novias,
Puedo hablar de ramos florales
Puedo hablar de protectores solares
Puedo hablar de sistemas solares.
Puedo hablar de los riesgos
De disfrutar de la radiación
-me pica la espalda-
Del Sol.
Puedo hablar de vidrios
Puedo hablar de durlock
Puedo hablar de corlock,
Puedo hablar de lo difícil que es
Ayudar a un artista a manipular el
Fibrofacil.
Puedo hablar de licores y aperitivos
Viejos: puedo, puedo,
Hablar de Hesperidina de Ginebra
Bols, de Ferroquina, de Fernet,
De Pernod, de Legui. De Comari,
Puedo hablar de lo amargo que es
Un amargo Serrano.
Puedo hablar de Los Serrano:
Luis, Jorge, Graciela, Lucrecia, Ismael, Abel,
Andrés, Analía, Iván, Pablo, Alejo, Leandro, Miguel
Ángel, Carlos, Jorge Luis, María Luján, el hijo de María Luján
Que no conozco ¿Hijo o Hija?
Puedo hablar de Brenda, Ladislao, Valentín, Martina…
Puedo, puedo hablar de aves
Puedo hablar de lechuzas
Puedo hablar de palomas:
Puedo hablar de palomas de campo,
Puedo hablar de aguiluchos,
Puedo hablar de ñandúes,
Puedo hablar de huevos fritos de
Ñandúes. Puedo hablar de cóndores.
Puedo, de los de pecho amarillo
Grandes que caza mi gata.
Puedo hablar de comedores.
Puedo hablar de comedores de barrio
Gratuitos cerrados.
Puedo hablar de bibliotecas,
Puedo hablar de bibliotecas con las
Chetas. Puedo hablar de
Républica Chéca, que era Checoslovaquia.
Ya que de ahí – creemos- viene mi nombre.
Puedo hablar de cuánto me gusta
Mi nombre y de cuán difícil o fácil
Resulta a mucha gente cuando nos
Ponemos a hablar. Puedo, puedo,
Irme a cocinar ahora mismo…
Puedo, puedo, lo voy a hacer.
Y sería mejor
Irse a comer acompañado pero,
ya sería plagio a…
Mucho plagio…

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Puedo hablar, hablo, puedo, luego
De la pausa. Puedo hablar de monos.
Puedo hablar del mono capuchino
Que tomaba vino blanco y usaba
Pañales y se llamaba Juan.
Puedo hablar de lo Mono que era.
Puedo hablar de la tristeza que
Sintió al volver a su hábitat: ya era
Puedo, puedo hablar y –decirlo-
Un mono de casa.
Tuvo una leve alegría, seguida
De un resfrío, de una gripe y luego
El fin. La muerte del mono en la casa
La muerte del mono en su casa
Puedo hablar de la muerte
Puedo hablar de cojerte
Puedo hablar de la cavidad hermosa
Que se forma sobre tus nalgas cuando
Te balanceás un poco, cuando caminás
Desnuda. Puedo hablar de cartas.
Puedo hablar de casinos, bingos y azar.
puedo hablar, aunque nunca pisé dos
veces un piso de casino, un piso
negro y blanco de casino:
Puedo hablar del Azahar.
Puedo hablar del agua de azahar
Y del rico gusto que dicha agua
Contagia al pan dulce:
Puedo hablar de pan.
Puedo hablar de harinas.
Un dos tres cuatro cinco ceros
De harinas. Puedo, puedo
Hablar de la calidad diversa
Puedo hablar de caimanes.
Puedo hablar de zapatos de piel de lagartos.
Puedo hablar de Malta,
Puedo hablar de la Cruz de Malta.
Puedo hablar de maltas y sabores malteses.
Puedo hablar de la cerveza Salta.
Puedo hablar de vos.
Puedo hablar de voz.
Puedo hablar de voces.
Puedo hablar de bruces.
Puedo hablar de bronces.
Puedo hablar de precios de bronces,
De precios de oro, niquel, plata, platino, paladio.
Puedo hablar de la onza troy.
Puedo hablar del dólar y
¿Cuándo toqué un dólar?
Puedo hablar de alianzas:
Rojas y blancas, verdes y blancas
Rojas y platas, negras doradas y blancas.
Puedo hablar de alianzas políticas.
Puedo hablar de Italia.
Puedo hablar de Francia.
Puedo hablar de Alemania.
Puedo hablar de Lutecia.
Puedo hablar de la guera franco-prusiana.
Puedo hablar de la lucha de clases en Francia.
Puedo hablar de España.
Puedo hablar de Moros
Así como hablé de monos.
Puedo hablar de postres,
De sopa inglesa, de caramelos y flanes caseros.
Puedo hablar de tulipanes, puedo hablar de forros
Marca Tulipán.
Puedo hablar de que no son holandeses.
Puedo hablar –apostar- a que no son holandeses.
Puedo hablar del gusto que queda en la piel del pene
Cuando se usa un forro Tulipán: un
Gusto a plástico, lo sé porque el beso luego de que la…
Puedo hablar de los cortes.
Puedo hablar de cortes de dedos por pulidoras.
Puedo hablar de aplastamientos de dedos por estampadoras.
Puedo hablar de medallas.
Puedo hablar de medallas de clubes de fútbol.
Puedo hablar de medallas de clubes de fútbol esmaltadas.
Puedo hablar de esmaltes nacionales e importados.
Puedo hablar de muchas muchas cosas…
Puedo hablar de Descartes, de Platón de Freud y LaCarpintería.
Puedo hablar con ferreteros.
Puedo hablar con paraguayos.
Puedo hablar con bolivianos.
Puedo hablar con peruanos: fujimoristas.
Puedo hablar con fascistas.
Puedo hablar con judíos.
Puedo hablar sobre lentejas.
Puedo hablar de acelgas.
Puedo hablar de muchas cosas:
Puedo hablar de filosofía, de filosofía menor.
De esquizo-sofía menor.
De análisis matemático: no puedo hablar.
De ingeniería no puedo hablar.
Admiro a los ingenieros: monstruos de moles…
Admiro a los arquitectos, ladrones de espacios.
Admiro a los colectiveros, no a su humor.
Puedo hablar de culos y tetas.
Puedo hablar de reposeras.
Puedo hablar de videos prohibidos sobre
Culos y tetas de famosas.
Puedo hablar de películas francesas, de autores
Italianos de películas italianas con actores italianos y
No italianos. Puedo, puedo, puedo, puedo.
Puedo hablar de todo cuando hablar
No es nada.
Puedo hablar de Canciones de Morfina.
Puedo hablar con heroínas.
Del Viento Suave, suave puedo...
Puedo hablar de Los Peregrinos.
Puedo hablar de Piedra.
Puedo hablar de podas.
Puedo hablar porque todos pueden hablar.
Pero puedo hablar, puedo, por la lengua,
Por el lenguaje…
Y puedo hablar de todo, de todo.
El problema es saber no hablar.
Ver el intermedio espacial que
Habita un tiempo verbal nulo.
Un tiempo que no habla…
Porque sabemos:
Puedo hablar de sociolingüística.
Puedo hablar de psicolingüística.
Puedo hablar de pragmática.
Puedo hablar de lingüística sincrónica,
Diacrónica, e  histriónicamente
Histórica pero:
¿Cómo puedo hablar sobre Esto
Si ahora cuando tengo la panza de Milanesas
Me doy cuenta de que
No sé nada?
Es fácil, Puedo, puedo hablar.
Pero no siempre puedo –hoy sí-
Escribir sobre algo, sobre nada sobre todo, sobre
El habla sobre la lengua de madera
Cristalizada contra la pantalla
Líquida, siempre líquida
Y de vidrio.
Pantalla de la que siempre, siempre
Es posible hablar…



L. Serrano. 2013.












jueves, 7 de febrero de 2013

PODÉS ESTACIONAR TU AUTO PARA DISFRUTAR DE UNA TARDE EN UTOPIA

http://www.youtube.com/watch?v=VBflwwgtWYQ

EN ESTA ROMA NUNCA HUBO GRIEGOS CÉSARES

TENOCHTITLAN


“¿Vos por cuánta guita entregás el culo?”, dijo Merlo, Merlito, casi volando contra la ventana del departamento de la novia. Otro dudaba. Callados todos, las chicas más todavía. No había sillas, nunca vi sillas en ése departamento. Automáticamente al entrar,  uno se tiraba en la cama. El colchón blanco, blando. Había que ocuparlo rápido, era el único espacio de comodidad del departamento, el baño era más grande que la cocina, el cuarto era grande también. Viviría muy bien ahí, hasta con tres personas podría vivir ahí, bien. El resto de la gente que caía tenía que sentarse en el piso, siempre en el piso. Vasos siempre había, sillas nunca. ”Yo no vendería nunca el culo”, dijo el Mago. “¿Seguro que nunca?” dijo un coro: Rolando y otros éramos partidarios de entregar el culo por una buena suma de guita. “¿No mientas que por un palito no entregás?”: uno. Otro: “por menos entrego, te la aguantás, hasta quizás te guste, nunca se sabe, mi tío siempre dice esa de que macho es el que la probó y volvió. “Otra buena es la de que no se conoce puto arrepentido”, otro dijo eso: casi borracho. Merlito, apoyado contra la ventana balcón; era un edificio blanco, recoleto, pagado por la madre de la novia de Merlito a la novia de Merlito. Kita, la novia de Merlito, estaba cerquita, apoyada contra la pared fumando, discutiendo de moda con la novia de otro. Era raro que hubiera dicho nada del dicho de Merlito, siempre tan pronta a pelearse con él y a ponernos a todos enculados con ellos. Le brillaron,  los ojos lindos, el pelo negro también, habló Kita: “y… depende de cada uno, eso ya es prostituirse”. Había escuchado, esperado a que el viento entrara por la ventana y Merlito se diera vuelta y la mirase. Un par ya estaban mamados.”¡Qué querés hacer acá si están todos pensando en su quintita, cuando ven una marcha primero dicen que son vagos, después negros, después putean un poco y cierran la ventana!”. “¡Ah y vos no! Si laburás en una multi gato”.” Y… boludo guita tengo que conseguir, para vivir”. “Se vive con guita”. Uno: “con guita vivís vos, yo vivo con mis viejos y les escabio el escabio a ustedes”. Todos rieron. Se vive con guita. Ahora el Merlito sombrío decía en concentración: “yo no entrego el culo, imaginate, un viejo feo, con guita si, pero feo, que te quiere garchar el culo, te garpa, pero te rompe el culo, ¿cómo vivís con eso después?”.”¿Con qué? ¿Con culo roto?”: uno distraído. ”Viva Perón”: los borrachos. “Viva la Santa Federación”: los borrachos, ya en coro”. “Que bueno mi amor que vos no quieras entregar el culo”: una novia. Merlito no había terminado, humano: “así estamos te dan un mango, y todos venden el culo”. Un borracho: ”y… Pero pensemos, por mucha guita se vende, por poca no. Es un trabajo digno, mejor remunerado que laburar en una fundición y criar mierda pulmonar por dos mangos, mejor que una oficinili con boludones de jefinis”. Felli, al estar ebrio era propenso a usar el lenguaje en juegos por el estilo.”Yo apruebo. Por guita, se vende, por necesidá también y…¿Cuándo no hay necesidá de guita?”.Unos rieron. “¿Me das un poco de tabaco para armar?”, articuló suave un borracho borrachín. Le quedaba poco tabaco a la novia de uno. El paquete de tabaco holandés, importado de Holanda, tabaco, la cintita que decía producto importado, la caja casi vacía. No quedaba ningún cigarrillo, todos ahora, salvo Merlito, estaban sentados contra la pared.  “No te doy, me queda poco y quiero tener para fumar uno después”. Todos se sorprendieron de la frase, con la frase. No convidar al borracho era algo muy mal visto, tremendamente mal visto. La  miraron mal todos, menos el novio. Pero por educación no hubo nada que llenara el aire de maldad. Se  siguió.”Tomá uno”. Era el último cigarrillo de Merlito, volaba, voló y cayó al lado de uno de los borrachos, de los más borrachos. Se encendió. “Es algo ético, yo no vendería mi culo y punto”. Ahora Kita quería molestarlo, molestando le dijo: ”pensá bien los pantalones que te comprarías con la guita esa, la campera de cuero te salió cara, la remerita también. Una vez… Y listo”. Todos rieron. Merlito volvió a la ventana. Pensó en otra cosa. “¿Vieron el tren que siguió derecho en la estación?” “Si, fue una tragedia, una masacre”.”Creo que vamos a confundir ética con moral y no hay ganas ahora”: un borracho. “¿Qué tiene que ver el desastre con un culo culiado?”. ”Y… Si vendemos, vendemos todo, una buena cantidad y listo no?”. “ No seas boludo…”. “Claro, te pongo un maletín  con un millón y te digo que me vendas el culo, te pensás que no vendés el culo…”. “Claro”. Merlito ya pensaba que no podía seguir en esa línea.  Veía, al lado de ventana balcón, en el balcón ventana, en los cuerpos apretujados, el ruido, el maquinista estrolado entre la máquina y los controles del freno de emergencia, los resortes gigantes de emergencia de la estación. Los gritos de la gente apretujada, de los dos primeros vagones, hechos mierda. Los dos primeros vagones. También recordó a Viaschi: con su cara y “el desastre fue peor, ya que la gente, siempre quiere viajar más adelante, para así salir antes de la estación”. Un culo sí, un culo no. Pensó cuánto valía el culito feo y viejo pero rico de Zapedra. Y la sangre. Los brazos de carne, entre el segundo y el primer vagón, los gritos, las ambulancias lejanas que hacen el doppler molesto, lejano que parece que nunca llega. Bomberos cortan el metal, sacan unos muertos apretujados, peros esos los tiran rápido ahí, los heridos son importantes, importan más. Son muy morochos, la mayoría. Alguno de clase media blanquito, pero hay mucho negro, morocho. Después en la semana el quilombo será armado por la voz de un periodista, que se queja de que no aparece el hijo, y después se vuelve a quejar. Queja y queja por que apareció el cuerpo del pibe, pero unos días después, por el olor a podrido, el olor de mierda y carne. Esos hablaron, a los negros no escuchás nunca, y siempre viajan muchos Paragua Peruca Bolita en dicho tren. Estaba en el cuarto piso. No era muy alto, pero se mareó un poco al asomarse para abajo. Efecto del pedo tal vez. Efecto de pensar en guita y en culo dirán. “A ver ponéle precio a éste culito”… Y el Mago daba unos meneos. Todos rieron, Merlito también.”Cada hombre tiene su precio” decía Napoleón o un viejo idiota y loco que nadaba en el club de cerca de mi casa” dijo Rolando. “¿Queda algo?”: un borracho. “Vodka”. Uno ya se había levantado tambaleándose y vomitaba en paz en el baño. El efecto era sano, todos sentían el vomito pero nadie lo olía, ya había mucho buen olor a cigarrillo que tapaba el olor a alcohol. Uno rubio que había estado callado, se acomodó contra la pared. Estaba al lado del maniquí con el que Kita diseñaba su ropa. El rubio acariciaba una pierna del maniquí, la pierna izquierda. Habló Saturno, rubio: “el mercado del sexo da buena guita”. “Claro, los puteríos dan buena guita eso lo sabe todo el mundo”, dijeron los borrachos, que además de borrachos eran expertos en putas; “gastamos más en putas que en cigarrillos o escabio”. Y rieron. A Kita le resultó algo vulgar la frase. Ya la reunión iba alejándose del mínimo decoro siempre mantenido, casi siempre, en un grupo de amigos. “No; es otra rama de la prostitución”. ¿Y vos qué sabés de las ramas? Dijo inquisitorial la novia amarreta armando el último tabaco.”Digo que yo vendí”. Ahora todos miraban a Saturno, lo miraban como se miraría a un héroe o a un condenado, en una similitud que nadie podría diferenciar. “Hice buena guita, de buen hecho, buena guita”. “Contá” dijo el coro. “Cuento que cuando me quedé sin laburo hará unos tres, cuatro meses, hará ese tiempo más tiempo menos, me dieron una indemnización de mierda, una mierda de hecho. Viví unos meses sin pedirle guitarra a mi viejo. El problema fue que me quería comprar una guitarra”. ”¡Qué manera de gutashrrear!”, dijo Felli, ya borracho.” Vos guitarreás más ahora por borracho y boludón”, dijo el coro de borrachos. “No es guitarreo digo, no es de boludón, contesto. Es cierto”. Merlito volvía ahora a la ventana, a la ventana balcón, al balcón ventana y escuchaba el vientito y voz del rubio Saturno”.” ¿Cuento? ¿O por boludón me boludean?”.”¡Contá contá!”, dijo el coro. “Ahora que el decoro prohibió el 59, hay códigos de prostitución, hay paginitas que funcionan a modo, en internet y en diarios también, hay que saber leer los códigos nomás.” ¡Decílo a nosotros!”: los borrachos. “es un portal de venta, sólo que filtrado se mandan las transas y, ahora: las putas, el garche y…”¡Qué de cositas habrá no!”, dijeron a coro borrachos y coro.”¿Y? ¡Seguí!” “¡Contá contá!”. “Entré por entrar por ver como quien no sabiendo la cosa, entra y prueba. Como uno haría con el culo de natural, si para putón probase sin vender… Y… gustase tal vez. ¿No?”. Merlito en la ventana estaba atento, ya no serio; se apoyaba y sentía el frasquete en la espalda, entrándole por la parte de arriba del culo de la remera. ”El asunto es que dejé mi mail nomás, ahí no dejás nada más un mail, te hacés uno nuevo, te recomiendan, para que no te empiecen a joder. Me contactaron ése mismo día. Engorroso fue, el contestar mails y mails, recuerden que acá es como por especies, no hay textito que presente, la acción es al dialogar. Chamán me sentí de la magia que tuve que hacer, para que no me jodieran los putones viejos con fotos de pijas y culos. Me sorprendió, sí, y gratamente, ver cuánta cantidad había de mamitas que pedían pibes. Mamitas como la de ustedes o la mía. Así, mamitas, esos cuerpos lejos de lo que sería una joven o una puta. Una puta no es nunca una mamita. Mamita es mamá”. Kita miró rápido a Merlito: Merlito en la ventana seguía. “¡Ah dormimos rubio!” Dijo el coro y los borrachos ya bostezando.”¡No hay puchos no hay escabio!” dijo el coro de borrachos. “Los precios, uno se da cuenta de que son mamitas por los precios, pagan mucho, esto no es puterío ni prostitución: son mamitas pagando por carne parecida a la de los hijos. Y pagan mucho, y es sólo a domicilio, de tarde, cuando no hay nadie, ni los chicos, o un finde que quedan solas por que el marido se fue a Uruguay o a Brasil para averiguar precios contactar proveedores de máquinas: son todos todos todos gerentes de producción, o gerentes de gerencia, y siempre necesitan saber precios de máquinas en Brasil o Uruguay”. “¡Uruguayos de mierda y macacos putos!” dijo un borracho y muchos asintieron. “Arreglos por mail, arreglos de lugar. La casa grande, blanca, muy blanca, la cama blanca, la foto de papito en la mesita de luz. Feo papi, ella linda” “¡Qué lindo!” dijo el coro prendido al tono del rubio Saturno al hablar de la mamita. “Entré nervioso, hubo que pelar, y yo nunca pelé así para vender, eso sí, la guitarra primero en la mesa”.” Mesita de luz”. “¡Siempre siempre se aprende algo! “dijo el coro de borrachos.”Y así…”.”¿Ven?” dijo Merlito, “Éste vendió, pero no vendió el culo”. “¿Y vos Merlito por cuanto vendés el culo?” preguntó malicioso Rolando. Merlito miraba al coro, al coro de borrachos y a Kita. La cara de liebre de Kita parecía dispuesta a no ofenderse siempre y cuando el precio fuera bueno. Estaba ahora de nuevo mirando para afuera, por la ventana balcón, el balcón ventana. Trató de concentrarse, de no pensar en la sangre chorreando por el piso de la estación de Once, en las sirenas y el cuerpo aplastado, planchado contra el metal y la madera viejas, añejas. El hedor como en Tenochtitlan. Dijo merlito: “miren, por un millón…” “Por un millón lo entregás a un viejo feo, y hasta te lo hacés de vuelta, nuevito cero caeme”, dijo el Mago.  Luego el coro, de borrachos todos, preguntó: “¿entonces Saturno? ¿Cuánto cobraste?”.”Y.. ¿No vieron la flor de guitarra que me compré?”. Merlito sentía el efecto doppler, Kita lo miraba decepcionada. Después, antes de que alguien más empezara a vomitar o se decidieran a hacer vaquita para puchos una voz dijo: “aunque sea un tren, un tren, nomás te pido”. La novia amarreta echaba el humo del último tabaco holandés.


L. Serrano. Septiembre 2012.

LA PASIÓN ESTÁ SOBREVALORADA



La pasión esta sobrevalorada
como vieja Grecia de Césares.
Es que caen maduros los placeres
que a nada sirven, son pura fachada.
En ojos claros, la enamorada
te mató hasta en 36 billares
en pedo pidiendo pleamares
de más bebida, ojo de ginebra,
que de pronto, te lo callás.
Le destrozás en silencio oscuro
y un negro derroche declamás:
“pienso el goce blanco de lo malo;
sé lo que todo placer genera detrás.
Y es fácil pecar de viejo amoroso”.

lunes, 4 de febrero de 2013

SUENAN LAS SIRENAS EN LA CALLE...



Suenan las sirenas en la calle,
y los pájaros  tontos en el patio.
Como el río extrañado muerto:
son las  cosas que no vemos con detalle.
Dulce y opaco sonido callado
que no habla nada y de todo dice
y no la veo; y ahí estás Muerte.
¿Cómo seguir encerrado y vivo?
El  mentirse para no quemarse
puede ser el camino de la oscura,
la voraz mentira de la Vida.
 Pero calma, que el Ruido esclarece
las idioteces del opresivo día
Que se va muriendo y Casi no te toca.

sábado, 2 de febrero de 2013

SAUCES LLORONES Y MULITAS SIMPÁTICAS...

Acerca de Llanto de Sauce, para Espectáculos de acá:http://www.espectaculosdeaca.com.ar/?p=3364




El grupo teatral Aqueles, aquel que debutó con la obra Aqueles que nao sao mais, vuelve nuevamente de la mano del joven, pero experimentado Horacio Nin Uría. Obviamente el barrio es Abasto. Y el teatro es: El Teatro del Abasto…Pero ya que la obra narra recuerdos, recuerdos fotográficos, vayamos por uno, que relacioné lateralmente con la obra…
Recuerdo que había una mulita disecada en una casa de campo que visité una vez. El caparazón, que otras veces vi ya convertido en charango, ya de por si, despertaba simpatía. El animal, aunque muerto, parecía vivir en cada una de sus capas óseas, en cada pelo que aún resistía a irse, a morirse; resistía más que la carne.
La carne resiste mucho, pero el hombre no va a quedarse  pudriéndose en un mismo lugar: ¿o sí? Los personajes de Llanto de Sauce parecen no estar  dispuestos a pudrirse. Pero algo los obsesiona, algo que podríamos llamar existencial. Ese algo los conflictúa. Y muy conflictuado está el protagonista, quien narra los recuerdos de las fotografías que tomó en un viaje. Desde ya, el viaje no fue ordinario. Conoció a tres personajes, a tres personalidades.
Los tres personajes que son evocados desde la imagen, nacen de la nada, y habitan una nada que podríamos llamar pampa argentina atemporal. Y por allí venía viajando, ¿o huyendo?, nuestro protagonista –Alfredo Staffolani-, hombre que descubrimos aficionado a la fotografía y que dejará marcas para mal o para bien en los solitarios habitantes de una estancia.
La obra presenta una estructura formal sólida. Esto brinda un esquema potente desde el cual los actores pueden volar o dejarse soltar, a veces en monólogos, a veces en complejas escenas de a cuatro o de a tres. Cada bloque o acto o escena o como se lo quiera llamar, nos relatará, nunca completamente, pero sí con cadencia y hermosa poética, las tribulaciones o fantasmas de los habitantes de esta estancia adormecida en la pampa argentina atemporal.
Una extraña amistad marcará al protagonista y al Peón Luis – Juán Manuel Zuluaga-,
hombre de suave charla y divina melancolía. Luis es una mulita viviente, un roedor que cava y cava y cava y sólo descansa de noche viendo fermentar su caña con ruda. Cava y cava pero sabe, ya todos los Sauces se secaron allí, ya las “vacas comen piedras” y mueren: sin río no hay sauce que aguante. El futuro de la mulita Luis, el futuro que él desea, es el mar…
La amistad con Luis es extraña. La relación con la pareja, es decir con los jefes de Luis, será también compleja. Un accidente los ha marcado a ambos: a él –Román Tanoni- lo posee un sentimiento de duda, de falta de decisión: una silla de ruedas. Y ella, -Mariana Estensoro-, se promete cuidar de su compañero hasta que su larga melena deje de crecer.
Los objetos, simbólicos, divertidos y serios a la vez, son de lo mejor: la larga peluca de la mujer, que uno no puede dejar de comparar a la larga espera de Penélope y su tejido
;el cigarrillo que fuma el protagonista y que todos quieren pitar, el disfraz de mulita, jocoso y gracioso, pero tierno y revelador de una metáfora de la armazón necesaria ante la adversidad. Todo un arsenal de objetos que son parte vital de la obra y de cada personaje.
La fotografía, como sostenía Barthes, a veces punza. El narrador se siente perseguido por las fotos, por la experiencia que ve, siente y evoca, en y de ellas.
Acaso lo mejor de la obra sea esa necesidad de experiencia que persigue a todos los personajes. Sentimiento que el grupo Aqueles logra transmitir. Seguro con el correr de las funciones se irá aceitando todo el complejo mecanismo de Llanto de Sauce.
Acaso otro detalle, el último detalle: la falta de música, la gracia y el poderío de la imagen y el texto hace de esta obra un momento de teatro vivo; todo hace que los personajes habitantes de esta pampa seca, hagan llorar su sauce en medio de un escenario tan probable como atemporal. Lo atemporal, como en la buena música, siempre es bienvenido, y genera un extraño sentimiento de vida. Porque en la fotografía, quiérase o no, hay vida; vida encerrada, capturada, pero vida al fin. Como aquella mulita que vi en el campo, aquella mulita que no pudo ser charango y se quedó como una fotografía, viva en mi recuerdo.

            Ladislao Serrano, 27 de enero de 2013.