sábado, 22 de diciembre de 2012

MA -ROSA- BRILLANDO



   
En “Rosa Brillando” la invocación comienza desde afuera, se ameniza el hecho teatral con té y dulces-exquisitos-.Luego, hay que traspasar la amena y atractiva galería de la casa-teatro Querida Elena, deslizarse por enredaderas, subir unos escalones y finalmente encontrarse con un personaje entrañable: La Recitadora (Vanesa Maja). Ella será el personaje, que invocando a  Marosa di Giorgio (Salto 1934-Montevideo2004) y obviamente, a su poesía, nos invite a ingresar en su espacio: “adentro todo se volverá más oscuro y más radiante”.
           En el año en que la invocación u homenaje a poetisas se apoderó del teatro off con resultados diversos,  pero sentidos todos –Pizarnik, Storni, por nombrar algunos nombres ilustres-, era justo que alguien se animara a teatralizar la siempre atractiva poética de Marosa Di Giorgio. Sus versos y prosas supieron entregar el misterio de la imaginación y el arte del erotismo, así como una simbología natural muy expresiva.
              El trabajo de dramaturgia es de gran calidad a la vez que respetuoso. La joya,“Rosa Brillando”, ha sido creada por Juan Parodi y Vanesa Maja. Parodi, director, engrandece el gran trabajo de la actriz, quien no siente ningún peso al contacto con el enrevesado y rico contenido lírico que brota de su boca.
               "Rosa Brillando”, o Ma- Rosa-Brillando deslumbra y apuesta de entrada al juego sensorial de la sinestesia. Los oídos se llenan de música; música plena, (tocada en vivo por Andrés Fayó y compuesta por Gonzalo Gamallo) que le escapa al efectismo fácil y abraza texturas atemporales. Los ojos se deslumbran con mandalas virtuales y vidrios de colores proyectados según los ánimos de La Recitadora.
           Entonces, podemos decir que en “Rosa Brillando” los sentidos son explotados de manera perfecta, sin ningún atisbo de error: la música en vivo apoya el ánimo del personaje y crea los climas. La escenografía se basa en pequeños objetos que se recargan de simbología al mismo tiempo que son proyectados.
            La Recitadora –una brillante y emotiva Vanesa Maja- , es y no es el alter ego de Marosa di Giorgio porque va más allá; mutan sus ánimos de forma emotiva, exasperante, deleitable. Y  como dice La Recitadora: “rosa es el nombre secreto de mi raza”
 “Rosa Brillando” o el efecto de la vida, el nacer poético. “Rosa brillando”
 o la antítesis entre la “paloma rosa” y la “mariposa negra”. Este espectáculo es, parafraseando a la poeta invocada, como un picaflor que nos trabaja el sexo.(1) Queda decir o sostener firmemente, que vale la pena cruzar el Parque Lezama, recorrer el verde y sentir el aire metropolitano, sabiendo que al llegar al otro lado, disfrutaremos de una fruta erótica plagada de luz y de sonido.

(1)  El poema pertenece a Obra Completa, 2005, y puede leerse este y otros poemas aquí: http://www.amediavoz.com/digiorgio.htm 


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