miércoles, 19 de diciembre de 2012

DEL ALCOHOLISMO: DOS JUVENILES FOTÓGRAFAS.



Hay, existen, habitan en Zona Norte,dos fotógrafas juveniles. Dos grandes juveniles fotógrafas. Para su suerte, ambas tienen una amiga, que oficia – sin querer y en un futuro seguramente lo hará cobrando un sueldo- de Agente, ser adorable que bauticé: La Agente. Por esta Agente, conocí a estas dos jóvenes fotógrafas. Realmente ya las conocía, pero no las recordaba. Esto podría ser el colmo del periodismo o la crónica o algo por el estilo. Lo cierto es que expongo una verdad de cronista: fui hasta el bello Patio del Liceo ubicado en Av. Santa Fé  2729, para luego subir sus escaleras un tanto empinadas, para luego entrar al Studio 488, por el único hecho de haber prometido realizar una reseña en una fiesta, hace unos días, borracho. Seamos claros: estaba borracho cuando acepté el bello folletín y luego deslicé un estúpido pero sincero: “yo te hago una reseña”. En fin: tomen al cronista y su verdad o déjenlo. Ahora, lo bueno es que descubrí a dos grandes juveniles fotógrafas. No dilato más.
La muestra colectiva de fotografía se llamó Directo a Los Ojos y su fin era exponer lo trabajado en el taller –del mismo nombre que la muestra- de creatividad y seguimiento de proyectos fotográficos que dicta Marcela Valero Narvaez. En el folleto de la muestra se propuso una trilogía verbal muy interesante: “observar, contemplar, descubrir”. Entonces, obvio vino en mano, me dispuse, luego de saludar a La Agente de las juveniles fotógrafas, a “observar, contemplar, descubrir” sin mayores expectativas. Observé algunos trabajos interesantes. Sí, el nivel general –técnico- era bueno. Pero había muchos lugares comunes, fotos con excesivo conceptualismo que terminaban vacías o fotos con excesiva pulcritud y poco juego. Y para colmo: había una cantidad inusitada de gente, mucha mucha gente. Casi no podía seguir ese círculo imaginario que todo ser realiza en una muestra. Me quedé parado. Estático y algo cansado, ya tenía una leve pátina violácea en mis labios. ¿Seguir o no seguir, era esa la cuestión? ¡Y había olvidado los nombres de las fotógrafas que debía  ver y  reseñar! ¡Y La Agente no estaba a la vista en ningún lugar! Era el momento para irse… Pero no, el alcoholismo es dueño de una ética. Me salvó mi amigo Sebastián –crítico duro si lo hay, y en todo lo que sea artístico, y en este caso yo temía debido a sus conocimientos en fotografía- quien sobrepasó a una vieja por su diestra y se colocó en el lado ficticio del círculo ficticio que nos faltaba recorrer. Me detuve, y observé:
- ¡Qué lindas fotos! Estas son las que más me gustan, tienen algo de misterio, una capacidad para captar el momento, la escena, la historia…. Dije verdaderamente feliz.Esperaba temeroso la reacción de mi sabio amigo...
 Sebastián se paró, observó  y contempló. Luego descubrió y dijo lo que yo no me animaba a expresar:
- Estas de este lado son muy buenas y ésta de acá es Lucila, Lucia Basile, y esta de acá es Julita…Julieta Terceiro. Son lo mejor de la muestra, la verdad eh... Mirá cómo laburan las luces y en este caso el enfoque. No exageran tanto con los efectos o con el Bokeh…( dígase Boqué y quedará muy bien en el ambiente).
Era verdad. En toda la muestra eran las mejores. Me quedé prendido contemplando.
 ¿Podríamos decir como siempre que se escribe algo sobre alguien joven que estas chicas, estas mujeres son una gran “promesa”? No, no y no. Creo -y acá citaré el único libro que trata más o menos acerca de la fotografía que leí en mi vida-, como sostiene Barthes en La Cámara Lúcida que “la fotografía es un arte, una ciencia de los cuerpos, objeto de deseo o de odio”. Entonces: Julieta Terceiro y Lucila Basile ya son Fotógrafas ( con mayúsculas) o si no lo son para alguien, lo son para mí y seguramente para algunos de mis amigos o amigos suyos que seguramente tienen mucho mejor gusto y eticidad artística que algunos respingados.Lucila Basile y Julieta Terceiro dominan la ciencia de los cuerpos  y provocan deseo a través de sus trabajos fotográficos.
Lucila Basile es la fotógrafa más – lo digo y no sin miedo- naturalista de las dos. La naturaleza es vital en sus fotos. Fotos que raramente son melancólicas. Al verlas me invadía una alegría extraña, una alegría no vulgar. Pero también sabe explotar el misterio: su foto de la salina me invadía desde un studium, -siguiendo a Barthes-, que me obligaba a ver, en mi mente, el poema hermoso y misterioso de Zelarayán titulado La Gran Salina. Mientras veía el blanco y el horizonte, casi sentía al viejo recitándome al oído: “Yo vacilo..../ y callo..../porque estoy pensando en los trenes de carga/ que pasan de noche por la Gran Salina.”. El mismo misterio habita en la foto de las dos nenas rubias en el bosque, dadas vuelta mirando a la nada o a algo... Aquí hay una veta que Basile puede explorar más. Es dúctil. Muestra personalidad tanto en la fotografía de flores ,como de cuerpos en movimiento-aunque prefiera el estatismo-, como en paisajes o situaciones nocturnas. También se lanza al collage paisajístico con un resultado interesante.  
Pasemos a la otra juvenil fotógrafa. Julieta Terceiro invade desde el punctum. Las fotos de Terceiro punzan. Sus personajes, incluso algunas personas coinciden en ambas fotógrafas por ser seres cercanos, se muestran plagados de una ambigüedad sensible y sexual, que muchos podrán definir como típicamente femenina, pero que prefiero definir puramente como erótica o, si nos ponemos más exquisitos, como sensualista. Una foto me marcó particularmente. En un bosque se ven correr a dos chicas: es casi como una vacación de otro tiempo que visto ahora es melancólico y misterioso, pero que en la fotografía, intenta punzar y salirse: como si las dos chicas trataran de saltar a este tiempo sin dejar de correr, de jugar, de reir y estarse a gusto en aquél…Otra bella foto sitúa  en blanco y negro a una chica fumando rodeada de edificios. Ahora bien, lo que sería una foto casi cliché, bien porteña, con todo lo francés que puede tener una imagen porteña; es resuelta por Terceiro con una apuesta sabia. La chica es vista desde abajo y los edificios se superponen en un juego de sombras: esta chica termina siendo una sombra que se filtra transparente en las paredes de las moles blancas. Los planos se disuelven provocando una ilusión de corrimiento, sin perder de vista el cielo en una especie de horizonte.
Podría escribir muchas más palabrerías, siempre desde esta subjetividad. Pero todo concluye.
Estaba feliz luego de disfrutar de mis dos fotógrafas juveniles favoritas. Pero faltaba algo: además de las fotos expuestas en las paredes, había algo así como objetos o juguetes de artista con fotos que habían quedado fuera de las paredes blancas de la muestra. Lucila Basile agrupó bellamente unas fotos terminadas de forma simple pero con gracia, en unos marcos de cartulina. Estas fotos habitaban en una bolsa colorida. Me dieron ganas de robarme la bolsa. Pero ya un cronista borracho es malo y uno ladrón lo será doblemente… Julieta Terceiro –más clásica- imprimió un bello libro que rezaba una oratoria spinetteana: “no te alejes tanto de mí”… Las fotos de los libros confirmaban lo expuesto. No había nada más que hacer allí.
La Agente sugirió comer pizzas; y lo sugirió con una seguridad tan grande que todos aceptaron a coro.
Me fui del Patio del Liceo sabiendo que Julieta Terceiro y Lucila Basile dominan  el arte de los cuerpos: humanos o animales, naturales o artificiales, nocturnos o diurnos. Ellas dominan la fotografía y sus técnicas y ya vislumbran cada una su estilo que en el futuro definirán o trastocarán.
Finalizando, así como Julián del Casal cayó fulminado al conocer a la poeta Juana Borrero, poeta que siendo adolescente ya tenía un dominio lírico tremendo y asesino. Yo, caí fulminado ante dos grandes juveniles fotógrafas. Y, podemos terminar realizando una apología del alcohol: si no hubiera estado borracho aquella noche en la que La Agente me invitó a la muestra, no me hubiera deleitado, no hubiera observado, contemplado y descubierto a estas dos artistas de las luces y cuerpos.

Para que no digan que soy malo, la muestra  también contó con trabajos de:

Agustina Abril, Angie Luna, Beatriz Masine, Belén Caramanti, Daiana Imas, Elisa Gulminelli, Gabriel Lichtenstein, Guadalupe Basagoitia,  Issy Vaz Ferreira, Josefina Alvarenga, Juan Martín Kange, Juana Iribarren, Julieta Echeverría, Julieta Terceiro, Julio Blasco, Luciana Cosentino, Lucila Basile, Marcela Adad, María Victoria Rossi, Mariana Albertina Palacio, Ro Heine Galli, Sandra Sciaini, Santiago Cantilo, Sofi Iezzi y Sofía Barberis.
El trabajo de Lucila Basile pueden verlo aquí: http://lucillew.tumblr.com/

El trabajo de Julieta Terceiro pueden verlo aquí: http://julita-t.tumblr.com/


L. Serrano. 19 de diciembre de 2012.



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