Y de repente , el señor Sirveten me desilusionó al informarme de la falta en la que había incurrido al no contar con mi opinión sobre su último informe sobre los mimos y la duda. Digo que me desilusionó, ya que el mismo Profesor odiaba volver a redactar los informes, dado la complejidad que exigía el ministerio dudal para nuestros trabajos de investigación y yo detestaba aún mas cuando por el simple hecho de no molestarme al considerar que yo estaba realizando informes más importantes que un reporte mensual para el ministro de turno; el cual vale la pena decirlo, no leía atentamente los artículos sino que sólo se preocupaba en molestarse a si mismo y a nosotros en pequeñeces gramaticales que no voy a negar que son de indudable valor pero no afectaban al total de la investigación que proseguíamos desde hacía ya año y medio y que resultaban una perdida de tiempo para nos; el trabajo de redactar oraciones y quitar u agregar puntos y comas al escrito, es decir la formalidad que debiamos alcanzar no era importante en los tratados mensuales sino que debiera de corregirse al final de la tarea cuando la vista total del asunto nos permitiría adentrarnos en sutilezas del lenguaje. En fin fui en busca de tabaco, un buen virginia casi siempre se le antoja al supuesto escritor vernáculo, y creyendo que era Sartre y que debía escribir un guión cinematográfico a un cineasta amigo de setecientas páginas en tan solo tres dias; arme mi pipa y con mi tabaco un poco liviano comparado al del gran pensador galo, me dirijí al escritorio aplaste las hebras en el fondo de la pipa, se encendió y me dispuse a la aburrida tarea.
En vista del comportamiento general que han mostrado los mimos en la última temporada de dudas ........... ! Sirvi ¡¡ diosss.!!! Podría estar en el cine. ¡¡¡¡
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