domingo, 21 de junio de 2009

FRUTAS Y VERDURAS Y BERRAUDEZ

Como siempre todos los melones y sandias eran muy vendidos en el verano, frutas que vagamente eran mi desconsuelo.Aunque la sandía me gustaba, era tan grande y pesada que me dificultaba llevarla a algún hogar de esos que se creen tan decentes que no pueden llevar sus frutas, ni teniendo camionetas que son del tamaño de mi departamento. Pero pese a todo el oficio era entretenido Oscar Guerrero , mi patron, y yo, nos enmarañabamos en discusiones políticas y hasta algunas puramente filósoficas, ya que el señor Guerrero , si bien de oficio de verdulero y frutero, palabra que nunca me animé a investigar; era de un elevado nivel cultural. Asi entre venta y venta se disponía a cantar y a veces silbar, desde viejos tangos hasta canciones populares, todo junto hasta sus favoritos rockeros, los escarabajos, como el los llamaba. Pero la hora de la diversión se desataba a eso de las 3 de la tarde horario el cual la gente no venía a comprar muchos productos, y que era aprovechado para dialogar sobre literatura y obviamente alguna decantación política. El señor Berraudez , de una barba temeraria y blanca se acercaba y merodeaba por la puerta de la verduleria hasta que no hubiera ningún cliente que estorbara y cuando el jefe y yo nos encontrabamos solos, y a punto de nuestra ya retrasada comida diaría de mediodía, arremetía con su pedido de cebollas; el cual no era acatado rápidamente ya que conocíamos el proceder. Al pedir las cebollas se lanzaba al banquito pequeño que estaba cerca de las bananas. _ Sabe. Esto de las elecciones me tiene preocupado, tan precupado como aquella vez que no encontraba mis papeles para la jubilación.
_ Yo la verdad. No sé ; Votaría a algún socialista, los anarquistas y comunachos, van todos extremadamente separados y con nombres dudosos.
_Avisté que las elecciones legislativas dominarían la charla y fui tejiendo una breve opinión para mis adentros, cosa que al ser intervenido pudiera avivar el asunto y demostrar mis visiones del panorama político.
_ Por ejemplo. Dijo Berraudez al tiempo que se manoseaba la barba al estilo de un pensador griego._ El oficialista no habla mas que de las vacilaciones y falsos discursos de los opositores y no dice nada de su programa; o en que mejorarían, bla bla bla . Dijo un poco enojado, y se dispuso a sacar un cigarrillos largo e interminable.
_ja Berrito.y bueno, es lo que hay; mi voto seguramente terminara cayendo en las urnas de votos socialistas que se van con las discrepancias de los socialistas, siempre desunidos y siempre unidos, todos para uno ; pero nunca uno para todos.Je. Tomé carrera mental para sacar pensamientos coherentes y verdaderos de mi cerebro de intelectualoide verdulero y dije:
_ Yo no siempre pienso que mi voto se va, sino que verdaderamente sirve, es decir, que voto pero no para ganar, buee; ya sé lo que va a decir Señor Berraudez.Y dirigí la mirada para otro lado como esperando el reproche del barbudo o el patron, pero esto no sucedió.
El señor Berraudez se dejó de tocar la barba y se quedó sosteniendo el cigarrillo king size con los dedos pulgar e indice y me miró sorprendido pero con aspecto calmo.
_ Mire joven. Usted cuando llegue a mi edad ya no tendrá la confianza movilizadora y tranquila de virtud civil y pensamiento correcto en cuanto al votar. Sentime una cosa; este cambiar en el dialogo hacia la tuteada me parecia gracioso y divertido pero nunca se lo hacía saber al viejo ya que uno nunca sabe como tratar a la gente vieja, y además su barba era tan respetable y temerosa que hubiese preferido enfrentar y tutear a un afeitado Napoleón. El viejo seguía. Cuando ya tenga unas siete elecciones va a empezar la resignación cívica y los pensares filosóficos.
_ Pero!! por favor!! Berraudez. Dijo la voz sobresaltada de mi patron, mezcla de furia frenada con chiste de tarde. Entonces el señor Guerro al tiempo que se disponía a entrarle a un completo de milanesa siguió:_ Berrito, parece un anarquista bien colorado.
_ Ojalá lo fuera; hombre!!.
_Recuerde que todavía debe tener un amor por la democracia, o acaso me va a decir que hubiese preferido a los milicos por una veintena de años más, sentaditos dirigiendo su guerra sucia a posilbes rojos como usted, Berrito. Ahora estaría en España si esos malditos siguieran en el poder.
_ Yo nunca renegué de la democracía, es mas no cambiaría un año de exilio en España por estar acá hablando sentado en el banquito con usted y con el pendejo. Ahí fue cuando el viejo Berraudez me emocionó mucho, tanto que fue lo que necesitaba para definir mi voto, Socialista. Aunque siempre fui un romantico anarco. Pero ver al viejo barbudo sentado charlando con el patron y conmigo me revolvió el estomago y el cerebro como cuando tenemos nervios por que se acerca desde lejos aquel examen temido. Mi voto se metería en la urna de la escuela número 2 el domingo próximo y la verdad, no sabia si mi votado ganaria las elecciones legislativas, pero lo seguro era que el lunes o martes a mas tardar el señor Berraudez haría su pedido de cebollas como de costumbre, se sentariá en el banquito y se armaría la discución.

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