Suenan las sirenas en la calle,
y los pájaros tontos
en el patio.
Como el río extrañado muerto:
son las cosas que no
vemos con detalle.
Dulce y opaco sonido callado
que no habla nada y de todo dice
y no la veo; y ahí estás Muerte.
¿Cómo seguir encerrado y vivo?
El mentirse para no quemarse
puede ser el camino de la oscura,
la voraz mentira de la Vida.
Pero calma, que el Ruido esclarece
las idioteces del opresivo día
Que se va muriendo y Casi no te toca.
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