A mi me Preocupaba el ánimo de Jok, digo era de preocuparse . ya que sus visiones futuras, no paraban de acosarlo y yo verdaderamente desearía nunca haber participado de esa experiencia, es decir el doctor me hacía preso de sus preocupaciones , ponía en tensión mi amista ya que sus visiones de finales y música hacian las noches verdaderamente largas y los dias, los dias eran meses, solo me distraía un poco dar paseos con el barbijo. Obviamente el olor a carne putrefacta de mimos y mujeres muertas, todavia flotaba en el aire. Pero aún asi me engañaba a mi mismo y a mi olfato en estos paseos por el barrio. Un dia recuerdo que llegué casi sin proponermelo hasta la puerta del ministerio dudal, o de la duda, como se lo llamaba en la ciudad, y me quedè frio , congelado y duro por su imagen, este gigante edificio estaba destrozado y quemado vaya uno a saber por que, pero aún así en decadencia engendraba un respeto hacía mi, y no me quedó mas que fuerza interior y caí preso de las ganas de revivír el pasado y lo hice, Entré allí al gigante muerto.
Y ese fue el momento sublime, subí las escaleras hasta el séptimo piso que era donde teniamos nuestras oficinas de editores de dudas y otras tareas de menos importancia, y la ví. Era nuevamente la Duda, mas bella que nunca pero, mostraba un halo de misterio y muerte en sus ojos y en el borde ellos, sus ojeras eran verdaderamente negras pero esto no me sosprendio demasiado, lo que me encantó fue lo que salía de sus labios, sus dientes, y su boca era una música hermosa y etérea , pura sin encatos y sin pretenciones, sin idioma y esta belleza penetraba en mis oidos y en mi alma y me dejaba sin habla. Senti ahí en mi corazòn la misma mortandad y el mismo rugido desolador y a la vez bello y prìstino que sentìa Jok y ahi mismo caí desmayado.
1 comentario:
me gusta mucho lo que escribiste.
Ladislao lindo
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