lunes, 13 de julio de 2009

En la playa

La nave , ya se disponía a partir, nada que no fuese en demasía de extrema gravedad iba a atentar en la misión del Mayor Exchiapacatze. El motor rugía detrás de los cuerpos de los viajantes especializados en galaxias y como si esto fuera poco una voz gardeliana cantaba con acento impávido la cuenta de regresiva. 9 , 8 , 7 , 6, 5 , .... En el cinco la eternidad ya era vislumbrada por la tripulación toda y aunque estaban decididos a enfrentar el trayecto , cada tripulante incluso el Mayor, era invadido por un deseo que pedía a gritos desde el fondo de sus almas cualquier cosa que hubiere de retroceder el cometido; llegar al sol.
1, ignición y los temores y miedos y amores eran asesinados por la nafta sobrehumana que movía a los propulsores, aquellas bestias que en pocos minutos mas sería mas chatarra espacial. El Mayor se dispuso a controlar los motores y revisar las cuestiones mecánicas y crucero ; y recíen ahí entabló palabras con sus tripulantes colegas.
_ Spector. va a necesitar una gorrita en el sol.
Spector, casi todavía era un mancebo pese a su curricula envidiable y no pudo reir con la broma del mayor. No fue así el otro tripulante. El sargento Cormeriale, que en su canosa barba y concentrados ojos parecia reir hasta del infierno.
_ je, yo con una galera me las voy a arreglar.
A llegar a destino depositaron sus pies y plantaron la bandera Argentina , casi en un irrisorio tributo falso a el pais norteño y el Mayor Exchiapacatze solo atinó a decirles rápidamente a su tripulación mediante el intercomunicador las siguientes lineas:
_ Hace un calor de la reconcha de la lora no bajen me muero. Diganle a Ana que la amo.
_ Mami. ¿ Qué pasaría si un hombre pisara el sol?
El chico miraba asombrado a su madre tomando sol en una conocida playa Marplatense y solo en su imaginación era posible sentir el olor a carne y hueso del Mayor Exchiapacatze.

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